15 maneras de decir no
El mayor obstáculo que merma nuestra capacidad de poner límites o de negarnos a peticiones de los demás, son nuestras emociones y desde niños nos programamos inconscientemente para sentirlas, entre ellas la culpa, el miedo al rechazo, o la búsqueda de aprobación, entre otras.
Los avances de la neurociencia en los últimos 20 años son muy poderosos para no considerarlos a la hora de entender nuestra conducta y la de los demás. Principalmente en un aspecto tan importante como las relaciones con los demás y su impacto en nosotros mismos.
El poner por encima las prioridades de los demás, siendo nosotros también importantes; asumir la responsabilidad de todo, incluyendo lo que no nos toca: o preocuparse sobremanera por lo que piensen otros si hacemos lo que verdaderamente queremos (decir no) son algunas de las motivaciones que nos llevan al sobre compromiso. Conductas que fueron grabadas en la infancia y que, por la manera en la que funciona el cerebro, se siguen repitiendo aún como adultos y hasta el resto de nuestros días si no buscamos una manera de cambiar.
No será fácil el cambio. Hace mas de 100,000 años que funcionamos así. Por repetición aprendimos y se grabó, pero ahora por repetición de una conducta distinta, más satisfactoria y justa, lo podemos lograr. Y para conseguirlo te propongo algunas formas:
Siendo asertivo
Simplemente explicas tu postura:
1. Sé educada. Di gracias por pensar en mí, pero ahora no puedo.
2. Me encantaría, pero tengo la agenda llena.
3. Ya me comprometí. Le prometí a ________.
4. La salud lo primero. Llevo un par de días que no soy yo y no podré.
5. Ofrécete para después. Aunque nunca suceda.
6. Me duele más que a ti. ¡El no poder, pero...!
7. Déjame pensarlo y te digo mañana. Al menos tienes más tiempo.
8. Da valor a tus sentimientos. Gracias, pero preferiría no hacerlo.
9. El cansancio siempre funciona. Me encantaría ayudarte, pero estoy muy agotada.
10. Gracias por pensar en mí, pero no puedo.
11. ¡Simplemente no! Y punto.
Siendo empático
Aquí nos ponernos primero en el punto de vista del otro, validamos sus argumentos y el cómo se siente para luego exponer nuestro punto de vista.
12. Te estoy haciendo un favor. Mejor no hacerlo a quedar mal.
13. Me importas. Cuánto quisiera poder _________, especialmente por ti, pero...
¡Pero ese tipo de respuestas no me salen!, dice mucha gente y ¡no es fácil!, pero para aprender nuevos patrones de respuesta ¡tenemos que entrenarlos!
Otra manera es profundizar en cómo desarrollamos esta conducta para crear nuevas alternativas que nos traigan mejores resultados. Estos últimos dos puntos pueden ayudarte a profundizar en porqué no sabes decir NO para ayudarte a que definitivamente puedas desmontarlos:
14. Identifica cuándo es que lo haces. Con quién o en cuál circunstancia. Anota varias ocasiones pasadas donde ocurriera y mira qué cosas tienen en común. Detectar el patrón mental puede llevarte a desmontarlo.
15. Analiza cuáles pensamientos te llevan a decir sí queriendo decir no. Previo a toda conducta hay un diálogo interno (del cual no somos conscientes, pero ocurre) que desata la respuesta del sí indeseado. Si cambias el diálogo (lo que te dices a ti mismo en esa situación) podrás cambiar la respuesta.