La fundación de La Trinitaria
Obra visionaria de Duarte
Ya habían transcurrido dieciséis largos años en los que el Santo Domingo español seguía manteniéndose bajo la dominación haitiana y un grupo de jóvenes que ansiaba liberar a su tierra decidió unificar fuerzas para lograr el objetivo.
Gran parte de la organización de las labores para libertar a su país le correspondió a la sociedad secreta La Trinitaria, fundada por Juan Pablo Duarte el 16 de junio 1838, cuando fueron juramentados sus miembros, a las 11:00 de la mañana, en la modesta residencia de la señora Chepita Pérez, ubicada en la ciudad intramuros.
Entonces, Duarte, líder del movimiento, estaba congregado con varios hombres de su generación: Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito González, Felipe Alfau y Juan Nepomuceno Ravelo.
En la histórica reunión, Duarte le expresó a sus compañeros: “Estamos convencidos de que entre dominicanos y haitianos no hay fusión posible. Somos y seremos dos pueblos diferentes. Nuestro destino es ser independientes, absolutamente independientes. ...Nuestra sociedad se llamará La Trinitaria porque se compondrá de grupos de tres y la pondremos bajo el amparo de la Santísima Trinidad. Nuestro lema: Dios, Patria y Libertad”.
También les dijo: “Amigos míos, estamos aquí para ratificar el propósito que habíamos concebido de conspirar y hacer que el pueblo se subleve contra el poder haitiano, a fin de constituirnos en Estado libre e independiente con el nombre de República Dominicana. La cruz blanca que llevará nuestra bandera dirá al mundo que el pueblo dominicano, al ingresar en la vida de la libertad, proclama la unión de todas las razas por los vínculos de la civilización y el cristianismo... La situación en que nos colocaremos será muy grave, y tanto más cuanto que entrando ya en este camino, retroceder será imposible. Ahora bien, en este momento hay tiempo todavía de rehuir el compromiso. Por tanto, si alguno quisiera separarse...”.
No obstante, los presentes reiteraron su decisión de luchar por la liberación y en ese momento Duarte extrajo de su bolsillo un pliego que todos debían firmar. Pero antes les tomó el juramento, con el que nacía La Trinitaria, estructurada en células compuestas por tres personas.