Seguridad Social: puntos débiles en salud y pensiones
Proponen subir la edad de jubilación y el nivel de aporte
Atención primaria aliviará tensión al sistema de salud
A dos décadas de su aprobación y luego de varios intentos de reforma, el Congreso pone de nuevo sus energías para reparar la Ley 87-01 de la Seguridad Social que ha mostrado en los últimos años algunas debilidades en temas como la salud y las pensiones.
El Poder Ejecutivo no ha presentado todavía una propuesta de reforma legal a la comisión bicameral del Congreso que estudia ese tema, si bien el presidente del Consejo Nacional de Seguridad Social —y ministro de Trabajo—, Luis Miguel de Camps, acudió recientemente a esa instancia para avisar que desde el Gobierno central apuestan a un “proceso de unificación de criterios sobre el tema de seguridad social, para poder comunicarle a esta comisión bicameral las ideas y propuesta que, entendemos, quisiéramos como Gobierno que las honorables cámaras puedan conocer, debatir y si lo tienen a bien, aprobar”, dijo el lunes pasado ante la comisión bicameral.
No obstante, algunos creen que desde hace años están claros los elementos que deben modificarse de la Ley 87-01 antes de que comience su plena operatividad en el año 2033, cuando los primeros pensionados por vejez —alrededor de un 15 % de la población dominicana— se jubilarán.
Las propuestas
Arismendi Díaz Santana, uno de los creadores de la ley que rige el actual sistema de seguridad social, propone subir el nivel de aporte de los afiliados a las cuentas de capitalización individual desde el actual 9.97 % a un 15 % del salario cotizable de los trabajadores, pero que se incremente de forma progresiva.
También considera que debe aumentarse la edad de retiro por vejez a 66 años y 400 cotizaciones al sistema. Adicionalmente, Díaz Santana propone que el Fondo de Solidaridad Social, mediante el cual el Estado dominicano cubre las pensiones de afiliados de bajos ingresos con edad para jubilarse, cubra también a quienes hayan cotizado al menos durante 180 meses, en el caso de los hombres, y de 150 meses si se trata de mujeres, pero que, llegados a la edad de retiro, no hayan cubierto el mínimo de cotizaciones.
El coordinador del Observatorio de Seguridad Social del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Eladio Pérez, coincide con Díaz Santa en que la edad de jubilación debe ajustarse, así como los aportes mensuales a las cuentas individuales en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para poder mejorar los montos que recibirán los jubilados en sus retiros laborales.
“La tasa de reemplazo subiría al 40 % del salario con esos cambios”, dijo Pérez.
La tasa de reemplazo es el porcentaje de sus ingresos que recibirá durante su jubilación. Actualmente está en torno al 25 %, según estiman expertos. Esto quiere decir que si una persona cotizó con base a un salario de 15,000 pesos mensuales, recibirá 3,750 pesos al mes cuando se retire.
Por ello, el coordinador del Observatorio de Seguridad Social del Intec reconoce que, si bien el sistema actual de seguridad social presenta fallas, hay un problema más profundo que no se resolverá con la reforma a la Ley 87-01: el bajo nivel de los salarios que existe en República Dominicana.
A ello se refirió también el estudio “Determinantes de las pensiones”, encargado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, que indica que se requieren políticas públicas que aborden el tema de los ingresos laborales. El documento resalta que algunos salarios ni siquiera cubren la canasta básica familiar, por lo que sería absurdo “esperar que las pensiones alcanzadas por estos trabajadores cotizantes al Régimen Contributivo resulten suficientes para una protección adecuada en la vejez”.
La salud incompleta
Para Eladio Pérez, debe atenderse el tema de las pensiones antes de que sea demasiado tarde, pero sin descuidar los cambios al sistema de salud definido en el esquema previsional.
A su juicio, la mayor deuda en este sentido ha sido la falta de una red de atención primaria que alivie la tensión sobre el resto del sistema sanitario dominicano.
Pero adicionalmente, considera que se requiere una adscripción territorial de la red de salud para hacerla más eficiente y también analizar fórmulas para regular los honorarios médicos a través de las aseguradoras.