Educación de los trabajadores: una deuda pendiente en el mercado laboral dominicano
Las empresas consultadas advierten limitaciones educativas se traducen en deficiencias de habilidades técnicas y cognitivas necesarias para desempeñar funciones clave en sus procesos

Uno de los hallazgos más reveladores de la Encuesta Nacional de Actividad Económica (ENAE) 2024 es el nivel educativo de los trabajadores en República Dominicana, un factor que continúa incidiendo en la productividad, la innovación y la capacidad de adaptación de las empresas frente a los cambios del entorno económico y tecnológico.
Según los datos recabados, una proporción importante de los empleados activos en el país aún cuenta con niveles educativos limitados. Aunque existe un grupo con formación técnica o universitaria, la mayoría de los trabajadores posee apenas un nivel medio o básico, lo que plantea desafíos concretos para el desarrollo del capital humano.
- Las limitaciones educativas se traducen en deficiencias de habilidades técnicas y cognitivas necesarias para desempeñar funciones clave en sus procesos. Esta realidad se evidencia especialmente en sectores que demandan personal calificado, como la industria manufacturera, la construcción, los servicios técnicos y la tecnología.
De hecho, una de las principales razones que explican las dificultades para cubrir vacantes —reportadas por el 55.8 % de las empresas encuestadas— es la falta de candidatos con las competencias técnicas requeridas. Este déficit está estrechamente vinculado con el nivel de formación formal de los aspirantes, lo que limita las oportunidades de empleabilidad y frena el crecimiento de las empresas.
En respuesta a esta situación, el 66.3 % de las empresas manifestó que su personal actual necesita fortalecer o adquirir nuevas habilidades, especialmente en áreas técnicas y digitales.
Sin embargo, esta necesidad de formación adicional no solo refleja una brecha de habilidades específicas, sino también una insuficiencia estructural en la formación académica previa de la fuerza laboral.
A pesar de estos desafíos, las empresas han comenzado a tomar medidas. El 74.4 % ha implementado acciones para mejorar las competencias de su personal, priorizando programas de capacitación y entrenamiento interno. No obstante, estas acciones, aunque valiosas, muchas veces buscan compensar deficiencias que idealmente deberían haberse resuelto desde la educación formal.
Reforzar los vínculos
En ese contexto, la ENAE 2024 también evidencia una necesidad urgente de reforzar los vínculos entre el sistema educativo y el sector productivo. La alineación entre la oferta formativa y las necesidades reales del mercado laboral se vuelve crítica para cerrar la brecha entre educación y empleo.
Más allá de la capacitación técnica, las empresas también demandan habilidades socioemocionales fundamentales como la comunicación efectiva y el trabajo en equipo, las cuales dependen tanto de la formación académica como de una cultura organizacional orientada al desarrollo humano.
El nivel educativo de los trabajadores dominicanos continúa siendo un factor determinante —y en muchos casos limitante— para el crecimiento empresarial y la competitividad del país.
Abordar esta realidad requiere una estrategia conjunta entre el Estado, el sector privado y las instituciones educativas, que permita formar un capital humano más preparado, adaptable y capaz de asumir los retos del futuro laboral.