Iván Duque: "La economía naranja tiene el propósito de democratizar el acceso a la cultura"
El expresidente de Colombia se encuentra en Santo Domingo para participar como orador principal del Foro Caribe Naranja, un espacio dedicado a la Economía Naranja e Industrias Creativas
El talento está en toda la población, en todas partes y una política de economía naranja tiene un propósito: democratizar el acceso a la cultura, democratizar el acceso a la oportunidad. Ambos planteamientos son de Iván Duque, expresidente de Colombia, en el período 2018 al 2022, quien se encuentra en el país para su participación como orador principal del Foro Caribe Naranja dedicado a este tipo de industria.
Duque respondió preguntas de varios medios, entre los que se encontraba Diario Libre, sobre la situación de la Economía Naranja, que se refiere a las actividades productivas que tienen como base la creatividad y la cultura.
—¿Qué desafíos tiene la industria naranja en estos momentos, donde se habla de una reforma?
Estamos en un gran momento de la industria creativa dominicana. Muchas veces no se conoce, o no se dimensiona, pero estamos hablando de un sector que puede estar generando más de cien mil empleos, que puede estar muy cercano al 2 % del Producto Interior Bruto (PIB), superando inclusive a los convencionales.
Todos los sectores naranja agregados pueden tener ese impacto tremendo con las exportaciones, que además están creciendo, y la posibilidad de integrarse con múltiples mercados. Es el complemento perfecto para la oferta turística de este país.
Además creo que, como no conozco el contexto de la reforma fiscal, y mucha gente tampoco, no hay que concentrarse tanto en el debate, sino en entender que hay incentivos y mecanismos para apoyar esta industria que no necesariamente son todos fiscales. En algunos lugares existen y han existido incentivos fiscales, pero nosotros los hay que son institucionales
Si uno se queda solamente con la visión fiscal, está dejando de ver otros mecanismos que hay para promover esta industria, y Dominicana tiene aquí una oportunidad.
Por lo que he podido ver, sí se enfoca en los próximos años en lo que yo llamo "las 7 I de la economía naranja", puede triplicar su PIB naranja. Estamos hablando de información, instituciones, infraestructura, industria, integración, inclusión e inspiración; son el marco de política pública para estimular este sector.
—¿A qué público va dirigida la economía naranja?
A todo el público. Empecemos por lo más importante, el talento, ¿quién es el dueño del talento? ¿son los ricos, las personas que tienen menos posibilidades, son los blancos, los mulatos, los afros, los indígenas? No. El talento está en toda la población, en todas partes
El problema está en que muchas veces, para que ese talento se convierta en un multiplicador de riqueza, se hace a través de casos excepcionales porque los caminos de oportunidades son tan restringidos, es casi que uno entre mil.
En cambio, si uno tiene una política pública para que todo ese talento se emplee en lo que este requiere, y además las industrias articulan para que pueda generar una forma de vivir y que también se integre con otros mercados, esa es la forma de multiplicar exponencialmente el capital humano de una nación.
Aquí hay talento musical, artístico, para las creaciones funcionales, hay bases educativas naranjas, patrimonio ancestral y historia también, relacionada con el descubrimiento y la conquista de América y con la posterior unión de nuestras Américas y sus propias herencias.
Si lo vemos de esa manera, el impacto para el país será tremendo porque habrá una nueva fuente de empleo formal e inagotable, que se renueva con el talento creciente de la población.
—¿A qué desafíos particulares se enfrenta la economía naranja en República Dominicana?
Prefiero hablar de oportunidades. Nosotros siempre, en el ambiente latinoamericano, solemos ver el vaso medio vacío y yo prefiero verlo medio lleno.
¿Cuáles son esas oportunidades? Yo quisiera ver, por ejemplo, en el caso audiovisual, más coproducciones, codistribuciones y más cocreación de República Dominicana con otros de los grandes mercados.
Asimismo, Dominicana tiene que ir consolidando lo que denomino "un mercado interamericano de contenidos originales". Vengo de un país donde la música dominicana se aprecia, se valora, se respeta y se enaltece, y también estoy en un país que ha hecho lo mismo con el talento colombiano.
Por eso, si entendemos que cuando hay una coproducción entre Colombia y Dominicana el producto es tan dominicano como colombiano, no solamente en términos formales, sino en términos comerciales y de distribución de regalías, la cocreación se convierte en la oportunidad más grande que tendrá la República Dominicana
De igual modo, creo que la otra es poder amarrar la afluencia creciente de turistas con contenidos culturales. Si esa oferta turística se nutre con contenido cultural y creativo, esto puede ser también un dinamizador de mucho más turismo que se salga de lo convencional de "sol, playa y descanso" y diga "sol, playa y descanso con cultura", y con valor agregado creativo. Es tremenda combinación.
—¿Cuánto entiende usted que debe ser la inversión específica que se debe destinar para poder realmente hacer que esta industria crezca?
En Colombia pudimos observar que claro, queríamos impulsar el sector, pero nos dimos cuenta que estábamos dejando de ver otras cosas que son inversión que tiene impacto en el sector, ejemplos: el sistema de becas, los programas de becas donde los tienes normalmente Ministerio de Educación, y resulta que de pronto dentro de los programas de becas, tú puedes habilitar mucho más espacios de formación en carreras asociadas con el arte, la cultura, el diseño, la producción audiovisual, la producción musical.
Ahí entonces es una inversión que se hace desde la educación, pero que tiene impacto en la economía creativa; o Ministerio de Comercio puede tener programas de apoyo a micro y pequeñas empresas, programas de apoyo a las que tienen valor agregado tecnológico y creativo; es parte del Ministerio y es una inversión suya, pero que también repercute en este sector.
Entonces, yo lo que creo es, sin duda, que hay que tener un presupuesto y una inversión en el sector, pero hay que multiplicar exponencialmente los presupuestos que tienen repercusiones en la economía creativa con estas inversiones que son estratégicas de parte de otros ministerios
—¿Qué tanto ha visto que el Gobierno fomente el desarrollo de esta economía?
Yo veo cosas muy poderosas. Primero, para que este sector tenga relieve, se necesita que sea un sector que lo quiera, lo respete y lo promueva la cabeza del Estado, y al presidente Abinader lo he visto comprometido con el sector.
Además, cuando habla con Abinader, el ministro Ito Bisonó, el Ministerio de Cultura o inclusive con la primera dama, uno ve un deseo de ubicar a República Dominicana en el mapa de la cultura internacional.
—¿Cómo puede la economía naranja contribuir a la inclusión social y al empoderamiento de las comunidades más desfavorecidas?
Es de las cosas más bonitas y que la vida me sigue enseñando a través de la experiencia. Le voy a dar ejemplos de toda la región: la orquesta de Cateura en Paraguay, de materiales reciclados, preciosos, mecanismo de inclusión social; lo que se conoció como el Sistema de Orquestas Juveniles que la lideró el maestro Abreu y que después le siguió el maestro Dudamel, son otro ejemplo; las escuelas de los Niños Vallenatos en Colombia, y también lo veo acá, las escuelas de música y las tradiciones, que se transmiten a lo largo y ancho del territorio dominicano, son un ejemplo. Las escuelas de danza, los esquemas de programación, los premios y reconocimientos, las becas...entonces ¿el sentido de inclusión donde está? en maximizar la oportunidad.
Yo creo que hemos visto y hay muchos artistas dominicanos que son de renombre internacional, pero así también hay cientos de miles de jóvenes que tienen ese talento o más, pero no tienen los canales para poderse dar a conocer.
Una política de economía naranja tiene un propósito: democratizar el acceso a la cultura, democratizar el acceso a la oportunidad.
Hay una anécdota a la que yo muchas veces hago referencia cuando hablo de economía naranja, cuando el maestro Federico García Lorca fue a inaugurar la biblioteca de su pueblo natal Fuente Vaqueros pronunció un discurso precioso que se llama "Medio paño un libro" donde dice: "Si yo tuviera hambre pediría medio paño libre, porque no hay peor hambre que el hambre de conocimiento que no se puede saciar"
Lo que necesitamos es darle a ese ímpetu y a ese talento creativo dominicano los espacios culturales de infraestructura, de acceso a la industria y de formación para que el mayor sello de crecimiento económico de este país en una era de Inteligencia Artificial sea el talento de su gente.