Estados Unidos aplica sanciones del G7 contra industria militar y oro rusos
El veto a las importaciones de oro ruso forma parte de una serie de sanciones para aislar más la economía de Moscú
Estados Unidos comenzó a aplicar este martes nuevas sanciones contra Rusia acordadas con los demás miembros del G7, que apuntan a la industria militar de Rusia y suponen la prohibición de importaciones de oro de ese país.
Estas disposiciones "golpean el corazón de la capacidad rusa para desarrollar y desplegar armas y tecnología utilizadas para la brutal guerra de agresión de Vladimir Putin contra Ucrania", indicó el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Las sanciones apuntan a la estatal militar rusa Rostec y otras empresas críticas para el sector de la defensa, unidades militares y oficiales implicados en abusos en Ucrania, añadió el Tesoro.
"Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar con nuestros socios y aliados para imponer sanciones adicionales severas en respuesta a la guerra de Rusia contra Ucrania", afirmó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
Las "acciones de los miembros del G7 esta semana limitan aún más el acceso de la Federación Rusa a tecnología que es crítica para sus fuerzas armadas", indicó Yellen.
Las medidas congelan activos de 70 entidades y 29 individuos, y les prohíben realizar transacciones financieras con instituciones estadounidenses.
Además, Estados Unidos está tratando de evitar la adquisición de componentes para defensa estadounidenses, japoneses y europeos por individuos rusos que buscan esquivar las sanciones.
Como parte de las sanciones acordadas con el G7, Washington prohibió las importaciones de oro de Rusia, el principal producto de exportación del país detrás de los hidrocarburos, señaló el Tesoro. La medida excluye el oro que ya está fuera de Rusia.
Estados Unidos, además, subió aranceles para más de 570 tipos de productos rusos.
"Estas medidas están calibradas con cuidado para imponer costos a Rusia, minimizado los costos para los consumidores estadounidenses", dijo de su lado el secretario de Estado, Antony Blinken.