La reforma tocará el bolsillo de ciudadanos y las empresas
La llamada Ley de Modernización Fiscal fue presentada ayer por el ministro de Hacienda, José Vicente, en el Palacio Nacional
Aparte de las alzas de los tributos, la reforma fiscal plantea la persecución de la evasión y la modernización del sistema impositivo y tributario
El gobierno dio a conocer su proyecto de reforma fiscal que abarca aumentos de impuestos al alcohol y a la renta, ampliación del impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios (Itbis), y eliminación de exenciones tributarias y del anticipo para las personas físicas y las microempresas, entre otras medidas.
El paquete impositivo está contemplado en una llamada Ley de Modernización Fiscal que el ministro de Hacienda, José Vicente (Jochi), explicó ayer tarde en presencia del gabinete económico, el presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña durante una concurrida rueda de prensa.
Aparte de las alzas de los tributos, la reforma plantea la persecución de la evasión y la modernización del sistema impositivo y tributario. La eliminación de las exenciones afectará a la industria textil, al cine y al mecenazgo cultural. También se modifican los incentivos para la instalación de industrias en la zona fronteriza, que en lo adelante se aplicarán a las inversiones de más de cinco millones de dólares y que generen 100 empleos locales.
Las rentas por encima de los 200,000 pesos mensuales serán afectadas por las nuevas propuestas y el impuesto subirá hasta un 27 % con base en una escala progresiva. Otro impuesto tocado por la reforma será el concerniente a la propiedad inmobiliaria, cuya base de exención se situará en propiedades de hasta cinco millones.
En lo adelante, se establecerá la obligación de presentar declaración jurada anual para trabajadores en relación de dependencia cuyos ingresos excedan los 624,329 pesos anuales. No habrá deducciones por gastos educativos.
Del Itbis solo estarán exentos los insumos de pecuaria, combustibles, medicamentos, abonos y sus componentes, insecticidas y demás, y bienes de capital agropecuario. De los comestibles, quedarán fuera el pan, arroz, pollo, leche, huevo, plátano y yuca. También la salud, energía eléctrica, agua potable, recogida de basura, transporte de pasajeros, intermediación financiera y seguros, alquiles de viviendas para uso familiar y planes de pensiones y jubilaciones.
Las importaciones de mercancías categorizadas como “envíos de bajo valor” por valor menor a 200 dólares pagarán el Itbis y el impuesto selectivo al consumo. Para las bebidas alcohólicas se contempla un impuesto específico de 840 pesos por litro de alcohol absoluto y un ad valorem de 11 %.
La placa para los vehículos de hasta cinco años será de 6,000 pesos, y de más años, solo 3,000. Los refrescos también estarán gravados.
Las exoneraciones de vehículos a los legisladores quedarán eliminadas y reemplazadas por una asignación al inicio del período, mientras que los cigarrillos electrónicos quedarán afectados por un arancel del 20 %.
Las asociaciones sin fines de lucro solo se beneficiarán de la exención del impuesto sobre la renta siempre y cuando los beneficios que se produzcan por sus operaciones no sean transferidos a personas físicas o jurídicas.
Los impuestos al avtur, que penalizaban a las líneas aéreas, se reducen a la mitad.
Con las reformas anunciadas, el Gobierno espera recaudar un 1.5 % adicional del PIB, o sea, 122,486.6 miles de millones de pesos.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, durante su ponencia explicó que entre los aportes que hace el Gobierno en el marco de esta modernización fiscal están: 1- Ley de responsabilidad fiscal, que pone un tope al crecimiento anual del gasto público para de esta forma obtener una reducción en el coeficiente de deuda; 2- Reforma del Estado, a través de la fusión de tres ministerios, la fusión de cuatro instituciones para mayor eficiencia y la eliminación de ocho instituciones; 3- Medidas de contención del gasto público.