Valdez Albizu: economía dominicana cerrará 2023 con un crecimiento en torno al 2.5 %
En unos US$4,300 millones se ubicaría la inversión extranjera directa al cierre del año
Faltando pocas semanas para que concluya el 2023, el gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Héctor Valdez Albizu, proyectó una cifra basada en resultados concretos sobre cuánto crecerá (o creció) la economía local en el año: en torno al 2.5 %.
Para el 2024, el porcentaje que dio es más halagüeño: 5.0 %, en torno a su potencial.
En enero del 2023, el sistema de pronósticos del Banco Central indicaba que la economía dominicana crecería en torno al 4.5 %. Sin embargo, la proyección se ha ido reduciendo en un contexto de incertidumbre internacional matizado por condiciones financieras más restrictivas, que se han moderado recientemente.
Valdez Albizu ponderó las proyecciones sobre la economía dominicana cuando participaba en una serie de reuniones en Guatemala.
En ese país presidió la 299a Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), así como la XI Reunión conjunta del CMCA y el Consejo Centroamericano de Superintendentes de Bancos, de Seguros y de otras Instituciones Financieras, celebradas durante los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en la ciudad de Antigua.
Mayor logro: contención de la inflación
Valdez Albizu, en su calidad de presidente del CMCA, destacó el logro alcanzado por los países de la región en la contención de la inflación, brindando el espacio monetario para incentivar sus economías y promover el crecimiento.
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Inflación se sitúa en 4.35 % a octubre de este año
En el segundo día de jornada se le otorgó la oportunidad a cada banco central de presentar el contexto macroeconómico vigente y sus perspectivas para el 2024.
En su intervención, el gobernador destacó la reducción de la inflación como el principal logro durante el 2023 en República Dominicana, al pasar desde 9.64 % en abril del 2022 hasta 4.35 % en octubre, manteniéndose dentro del rango meta de 4 % ± 1 %.
Valdez Albizu indicó que los resultados positivos en materia inflacionaria han creado un espacio para iniciar un proceso de normalización monetaria, a través de la disminución de la tasa de política monetaria junto con otros estímulos financieros que han comenzado a reflejarse en una reactivación de la economía.