La “Mano de Hierro” de México exige pago de impuestos de las multinacionales

A medida que la economía de México ha descendido a su recesión más profunda en décadas, el gobierno ha desplegado su principal arma para mantener el flujo de los ingresos tributarios: una funcionaria diminuta, de voz dulce y mano dura que ha obtenido US$800 millones en pagos disputados desde hace mucho tiempo por las grandes compañías.

Después de hacerse cargo de la agencia tributaria de México, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en enero, Raquel Buenrostro — conocida como la “Mano de Hierro” — demostró su valor al aumentar los ingresos fiscales en un 5.6 por ciento en los primeros cuatro meses de 2020.

Y a pesar de la parálisis económica causada por Covid-19 y la historia de recaudación de impuestos lamentablemente baja de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los ingresos estatales habían aumentado en un 2.5 por ciento en el período de enero a mayo en comparación con el año pasado. Los datos oficiales aún no están disponibles.

Lo llamó “un milagro”, y para lograrlo, la Sra. Buenrostro, quien es una asesora de confianza del presidente, y quien, según los rumores, podría ser una futura ministra de Finanzas, ha puesto en la mira a las grandes empresas, que el gobierno califica como evasoras de impuestos.

Ella ha convencido a la unidad mexicana del grupo de supermercados estadounidense Walmart, al embotellador de Coca-Cola y al operador de tiendas de conveniencia FEMSA, así como a IBM y a las compañías propiedad de Carlos Slim, el hombre más rico de México, a pagar lo que deben. Fresnillo, el mayor minero de plata del mundo y parte del Grupo Bal de México, también ha pagado un poco más de US$205 millones en impuestos, según un documento regulatorio en el Reino Unido, donde está incorporado.

Walmart y FEMSA, en declaraciones a la bolsa de valores a fines de mayo, dijeron que estaban pagando 8.079 mil millones de pesos (US$374 millones) y 8.79 mil millones de pesos, respectivamente. Walmart dijo que iba a “concluir asuntos fiscales sustanciales”, mientras que FEMSA dijo que su pago “finalizaría las diferencias de interpretación” sobre los impuestos pagados en el extranjero. Las compañías no admitieron ningún delito.

El Sr. Slim no ha revelado ninguna suma. El Sr. López Obrador anunció que IBM pagaría 669 millones de pesos y dijo que el fabricante de automóviles Toyota también había realizado pagos, aunque no reveló detalles adicionales.

El presidente, quien ha prometido erradicar la corrupción y ha descartado los aumentos de impuestos, dijo en abril que el gobierno perseguiría a “aquellos que no quieren pagar” a través de sanciones administrativas y cargos penales. Dijo que se habían identificado 15 grandes empresas que debían 50 mil millones de pesos (US$2.3 mil millones) en impuestos atrasados, aunque no mencionó sus nombres.

La Sra. Buenrostro, quien sostiene que las empresas siderúrgicas, farmacéuticas, automotrices, minoristas, de alimentos y de energía tienen las mayores deudas, le dijo a la agencia de noticias Reuters que se habían presentado cuatro o cinco denuncias penales contra algunas empresas, pero no se ofrecieron más detalles.

Expertos en la materia dijeron que la posibilidad de estar en problemas con una autoridad que ha surgido como una de las instituciones más poderosas de México era suficiente para convencer a muchas personas y empresas a poner en orden sus asuntos fiscales.

Pero temen que la duras medidas disuasorias de los funcionarios — las reformas legales del año pasado que permiten a los ejecutivos de compañías e individuos acusados de delitos fiscales a ser encarcelados antes del juicio — podrían ser abusadas fácilmente.

“Creo que es terrorismo fiscal”, dijo Max Diener, profesor y ex fiscal federal. Dijo que la Sra. Buenrostro era una “excelente funcionaria pública”, pero que temía que ella tenía un poder discrecional enorme y “muy peligroso”.

“Están utilizando presión y coerción indebidas para obtener acuerdos”, incluyendo solicitudes de información “sin precedentes”, dijo Enoch Castellanos, jefe del grupo de la industria de Canacintra que representa principalmente a pequeñas y medianas empresas.

La Sra. Buenrostro es una matemática que había trabajado en el gobierno de la Ciudad de México cuando el Sr. López Obrador era alcalde, así como en otros cargos federales. Se ha convertido en una asesora clave del presidente después de ahorrar un estimado de US$9 mil millones recortando gastos y centralizando las contrataciones públicas en el primer año de gobierno.

Cuando se trata de la recaudación de impuestos, la Sra. Buenrostro ha argumentado que sólo está siendo justa y eficiente. “Todo está en línea con la ley, todos tienen que cumplir”, les dijo a los legisladores este mes, prometiendo “cero privilegios y cero exenciones”.

Una mayor recaudación es una bendición para un país donde los ingresos tributarios sólo representan el 16 por ciento del producto interno bruto (PIB), el nivel más bajo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). A pesar del optimismo del Sr. López Obrador, los ingresos fiscales cayeron un 25 por ciento en abril, en comparación con marzo, debido al impacto de la recesión a raíz de Covid-19. Los economistas esperan que el PIB caiga casi un 9 por ciento este año.

“Es bueno si están cobrando viejas deudas, pero no será suficiente”, dijo Mariana Campos, especialista en finanzas públicas de México Evalúa, un grupo de expertos.

“La recaudación de impuestos obviamente va a caer aún más” debido a la contracción económica, dijo Diana Bernal, ex defensora del pueblo de contribuyentes. Ella dijo que el SAT estaba forzando a algunas compañías a pagar incluso mientras las sumas en cuestión se disputaban en los tribunales o estaban bajo auditoría.

“Quieren vender la historia de que los ricos y las corporaciones no pagan impuestos”, dijo. Sin embargo, según los datos de la OCDE, México obtiene una quinta parte de los ingresos fiscales de los impuestos corporativos, la proporción más alta en la OCDE.

Sin embargo, la Sra. Buenrostro planea seguir adelante, y los empresarios creen que tendrá éxito. “Raquel Buenrostro es muy hábil cuando se trata de recolectar”, dijo la Sra. Bernal. “Pero es muy fácil cuando tienes un garrote en la mano”.

Financial Times