EEUU, Japón y la UE abordan subsidios de China con propuesta para cambios regulatorios de la OMC
Se exigen regulaciones estrictas sobre varios tipos de apoyo estatal
EEUU, la UE y Japón han incrementado la presión sobre Beijing con respecto a su modelo de capitalismo patrocinado por el Estado, pidiendo restricciones más estrictas con respecto a los subsidios del gobierno por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En un raro ejemplo de cooperación con aliados de parte de la administración Trump para resolver problemas comerciales, los tres emitieron una declaración conjunta el martes sobre una propuesta de reglas globales más estrictas para evitar que las empresas chinas usen el apoyo estatal para obtener ventaja sobre sus rivales extranjeros.
Los cambios propuestos a las reglas están dirigidos contra partes centrales del modelo económico de China, y exigen una prohibición más amplia por parte de la OMC de varios tipos de apoyo estatal y exige que los gobiernos hagan más para demostrar que la ayuda a las empresas no distorsiona el comercio.
Las propuestas equivalen a un manifiesto conjunto para cerrar lo que EEUU y otros describen como lagunas en el libro de reglas de la OMC que han sido explotadas por Beijing.
Phil Hogan, el comisionado de Comercio de la UE, dijo que estas reglas eran “un paso importante para abordar algunos de los problemas fundamentales que distorsionan el comercio mundial”. La UE “ha estado argumentando consistentemente que las soluciones multilaterales pueden ser efectivas para resolver estos problemas”, dijo.
El anuncio se produjo la misma semana en la que se espera que EEUU y China anuncien un acuerdo comercial de “fase uno”, marcando un momento de distensión en su guerra comercial.
El acuerdo con Tokio y Bruselas podría ayudar a la administración Trump a desviar las críticas de que su acuerdo con China no aborda el tema de subsidios industriales y de que EEUU no ha trabajado lo suficiente con sus aliados para presionar a Beijing.
Bruselas espera que las propuestas puedan ser un primer paso en un esfuerzo de reforma más amplio en la OMC. Teme que la organización está cerca de volverse inútil tras el colapso el año pasado de la máxima autoridad en su sistema de solución de disputas después de que EEUU bloqueó el nombramiento de nuevos jueces. EEUU se ha quejado durante mucho tiempo de que el organismo de apelación ha sobrepasado sus poderes.
EEUU, Japón y la UE esperan implementar los planes a través de un acuerdo “plurilateral” que reuniría a los mayores otorgantes de subsidios y potencias económicas del mundo. Según este acuerdo, una coalición de países acordaría en aplicar las medidas. Dicho acuerdo no requeriría el apoyo de todos los 164 miembros de la OMC para entrar en vigor y sólo obligaría a los países participantes.
Funcionarios de la UE dijeron el martes que esperaban que China pudiera ver la ventaja de unirse a dicha coalición.
La UE y EEUU han adoptado enfoques muy diferentes al tratar de convencer a Beijing a cambiar sus políticas. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha impuesto enormes aranceles punitivos a los productos chinos, mientras que la UE ha enfatizado el diálogo. Bruselas le advirtió a Beijing que corre el riesgo del colapso de la OMC si continúa con el uso agresivo de subsidios y otras políticas — como la transferencia forzada de tecnología — y con ello la pérdida de un sistema comercial del que se ha beneficiado enormemente.
La propuesta de tres páginas ampliaría el alcance de una prohibición existente de subsidios de la OMC, dado que algunas prácticas de “distorsión del mercado y del comercio” no están actualmente prohibidas. Los planes también requerirían que los gobiernos demuestren que ciertas formas permitidas de ayuda estatal no proporcionan una ventaja injusta ni conducen a un exceso de oferta en un mercado.
Otros cambios en las reglas presionarían a los países para que notifiquen a la OMC sobre cualquier subsidio que brinden. Si no cumplen con estas reglas, enfrentarían la posibilidad de ser reportados por otro gobierno lo cual provocaría la prohibición de las medidas.
Funcionarios de la UE dijeron el martes que habían identificado ejemplos de autoridades chinas que estaban cancelando préstamos que les habían otorgado a varias compañías y también del otorgamiento de subsidios excesivamente grandes a compañías en quiebra que fueron apuntaladas en lugar de ser liquidadas.
La declaración conjunta también reiteró los llamamientos de EEUU, la UE y Japón para que China deje de obligar a las empresas extranjeras a compartir su tecnología con los socios chinos. Tales “prácticas injustas son inconsistentes con un sistema de comercio internacional basado en principios de mercado y socavan el crecimiento y el desarrollo”, dijo el comunicado.