Falta de leyes limita el desarrollo de la economía naranja en República Dominicana

La República Dominicana tiene la capacidad de impulsar las actividades que forman parte de la economía naranja o creativa (creación de software y videojuegos, el arte, la música y diseño, entre otras), pero la falta de leyes, y de que los sectores público y privado pongan su atención sobre estas, limitan su desarrollo.

Así coincidieron Arlette Palacios y Ángel Rosario, coproductores del Foro Caribe Naranja, evento que se desarrollará en el país el próximo 14 de octubre, quienes explicaron que con la actividad se busca comenzar a visibilizar a los actores y a las instituciones que trabajan en el sector.

Citaron la Encuesta Nacional de Consumo Cultural, realizada por el Banco Central en 2014, en la cual se indica que la economía naranja aportaba el 1.5 % del producto interno bruto (PIB) del país, y estiman que al 2021 esa cifra es superior.

“Por percepción uno entiende que ese número debe ser mayor, incluso, a partir de la ley de Cine, que se aprobó en 2011, solo con esta actividad, la economía, a nivel cultural y creativo, ha crecido enormemente”, puntualizó Rosario.

Lamentó que a la encuesta, que estaba prevista que fuera realizada cada dos años por el Banco Central y el Ministerio de Cultura, no se le diera continuidad, dejando de cuantificarse el aporte de la economía creativa al PIB.

“Dentro de la economía naranja hay otras disciplinas como la música, la moda, la gastronomía, que sí tienen una importancia, pero que lamentablemente hasta ahora no hay leyes que puedan impulsarla”, indicó el ejecutivo.

La economía naranja también permite la interconexión de artistas con especialistas en propiedad intelectual, instituciones financieras y distribuidores, permitiendo que el ecosistema se fortalezca, agregó.

En tanto, Palacios señaló que, aunque la República Dominicana tiene “mucho espacio” para aprovechar las ventajas de la economía naranja, el hecho de que una gran parte de las personas que se dedican a esas actividades trabajan de manera informal, no permite una cuantificación del aporte real.

“El país es reconocido internacionalmente por sus músicos, festivales de música, pero eso no necesariamente se está cuantificando como parte de esa industria (la economía naranja)”, expresó.

Sostuvo que en el área de las actividades creativas hay numerosas oportunidades, pero entiende que se deben articular a las universidades y los centros de formación técnica para revisar el currículo y añadir carreras que permitan transferir capacidades en las actividades creativas a los alumnos.

“Son actividades que generan muchísimos recursos a nivel global, son una fuente enorme de empleo y generación de recursos. Estas son actividades que no necesariamente requieren una inversión cuantiosa en equipos, infraestructura (para iniciarla); se basan en el conocimiento de las personas”, declaró Palacios.

El foro

Foro Caribe Naranja será celebrado en el Hotel Intercontinental, bajo la modalidad híbrida (presencial y en línea).

Los organizadores explicaron que se llama Foro Caribe Naranja ya que entienden que el país puede, por la dimensión económica y siendo Santo Domingo la ciudad más importante del Caribe, liderar esta conversación en la región.

“Nos interesa que esta plataforma tenga una continuidad, pero nuestro rol ahora mismo no es propositivo. Lo que queremos en esta primera entrega es empezar a visibilizar, poner la conversación público-privado, y empezar a conectar”, precisaron.

Pablo García

Licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo por la UASD. Desde el año 2012 ha trabajado en varios medios impresos.