“El tema pendiente que queda es qué vamos a hacer con las distribuidoras”
Luis Mejía Brache: “Nosotros tenemos una visión sobre cómo debe ser el crecimiento del futuro. Yo creo que ha sido el mejor ejemplo de una alianza exitosa público-privada. EGE Haina lo piensa así”.
EGE Haina pasa balance sobre sus 20 años de operación en el mercado local. Una exitosa empresa público-privada presente en República Dominicana desde los calientes tiempos en los que se impulsó la aún inconclusa pero gran reforma del sector eléctrico dominicano.
Cuando sus accionistas privados representados por Haina Invesment Co., LTD se aventuraron a invertir en el convulso sector eléctrico dominicano, presentaron la propuesta ganadora que les comprometía con una inversión de US$144.5 millones, adquiriendo el 50% del total de las acciones de la nueva sociedad.
Del resto, quedó el 49.993% como propiedad de la desaparecida Corporación Dominicana de Electricidad, hoy transformada en la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE). Eran decisiones de inversión amparadas en la entonces reciente Ley de Reforma de la Empresa Pública (No. 141-97, del 24 de junio de 1997), y en el marco de un proceso de licitación pública internacional.
Con el tiempo, las acciones estatales pasaron al Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), y manteniéndose el restante 0.007% de esas acciones como beneficios de los ex empleados de la desaparecida CDEEE.
Era una época de olas interminables de apagones, de inversiones en centrales eléctricas que por su eterna lentitud en entrar en operación merecieron el nombre de “termonunca”, y de pérdidas en las líneas de distribución y transmisión eléctricas que superaban el 50% de la generada.
Un sector eléctrico muy oscuro, muy contaminante (mucho petróleo y mucho carbón), muy politizado, y con una ley que no era ley, porque muchos de los actores actuaban como chivos sin ley.
Y en contrates, con ciudadanos muy desamparados para defender sus derechos a recibir el servicio eléctrico y obligados a pagar apagones.
Pero 20 años después, EGE Haina pasa balance sobre su presencia y operaciones en República Dominicana. Y el contraste es impactante.
En la presente entrevista con Diario Libre, Luis Mejía Brache, gerente general de EGE Haina, habla sobre evolución de dos décadas y de las metas que la empresa espera lograr en los próximos 10 años.
En la entrevista estuvo acompañado de José Rodríguez, director de Desarrollo; y de Ginny Taulé, directora de Relaciones Públicas y Comunicaciones, que participan con notas aclaratorias.
P. ¿Cómo evalúa los pasados 20 años y cuáles planes futuros tienen?
R. La idea es simplemente tres cosas. Lo que ha sido la historia de EGE Haina en esos 20 años, brevemente, en qué estamos hoy. Y hacia donde debemos ir en el futuro, en esa transición.
Nosotros que venimos ahora celebrando lo del 20 aniversario de EGE Haina, hemos tenido que reflexionar sobre esa historia. Creo que se divide en su naturaleza en dos décadas, en lo que fue la primera, que fue un enfoque más en establecer una confianza en el sistema, en restablecer los activos que recibimos del proceso de capitalización. Se hicieron ciertas inversiones también. Duplicamos la capacidad existente.
Pero más que todo, era afianzar su operación en el sistema. Porque eran plantas que salían con frecuencia, su disponibilidad estaba por el suelo. Y como menciona ahí, la llevamos desde un 60%, que efectivamente estaba disponible la máquina, a un 89% o 90%.
Lo que son las salidas forzadas, que es una métrica que utilizamos mucho para ver cómo están las operaciones y mantenimientos de esas máquinas y la confiabilidad de ellas en el sistema, bajó de un 10%, que son salidas no planificadas, a menos de 3%. A la vez, en esos primeros dos años hicimos dos cosas muy importantes, Barahona, uno de nuestros activos...
P. ¿Barahona es un sistema aislado?
R. Pedernales es sistema aislado. Barahona es una planta a la que le llamaban la “termonunca”, cuando era parte de la CDE (Corporación Dominicana de Electricidad). Era un proyecto que tenía, no se cuantos años, en fase de conclusión. Y nunca se concluyó porque era algo que venía de la mano con el Ingenio que está al lado, el Barahona. Pero se quedó ahí. Y nosotros, los primeros dos años completamos ese proyecto y se convirtió a una planta base.
Termonunca o Catalina
P. Con un poco más de mala suerte, fácilmente así hubiéramos podido llamar a Punta Catalina.
R. Hubiera sido un caso. Pero gracias a Dios, en ese caso, la terminaron.
Y no tan solo eso, la otra cosa importante fue que trajimos, en los primeros dos años, la planta Sultana del Este, que en ese momento era la planta sobre barcaza más grande en el mundo, con 150 megavatios. Y eso, vamos a decir, más que duplicó, fueron 209 megavatios que en total agregamos a nuestra capacidad.
Como te decía, esa primera década fue un tema de confiabilidad, establecer los estándares de operación y mantenimiento, y de volver a dar confianza en el sistema sobre las operaciones de EGE Haina.
P. En esa primera década, ¿cómo fue la relación con el Gobierno? El sector eléctrico siempre ha sido conflictivo.
R. Fue un proceso obviamente de transición, porque fue nuevo para todos los procesos de capitalización. Se une a que en esa primera década también hubo ciertos factores exógenos, que causaron un poquito más de stress por el tema del precio del petróleo, que les agregó stress a las finanzas del sector. Y hubieron años, no vamos mentir, de crisis, porque los pagos se retrasaban.
P. ¿De cuáles años hablamos?
R. Estamos hablando de 1999 al 2009, en esa primera década fue el inicio de la capitalización.
P. Y luego vino el desastre del 2003.
R. Exacto. En esa década, el desastre del 2003. El tema de la re-estatización de las distribuidoras, por ese mismo desastre.
(José Rodríguez): Altos precios del petróleo y devaluación del peso.
“Pudimos sobrevivir a la crisis”
P. Ahora que menciona las distribuidoras, los inversionistas extranjeros se fueron, demandaron al país. Ustedes se quedaron. ¿Qué marcó la diferencia?
R. En el caso de las generadoras, aunque hubo stress por los retrasos en los pagos, creo que la diferencia la marcó el que al final se les pagó. Y pudimos sobrevivir. Dentro de la crisis, pero se sobrevivió.
Lo de las distribuidoras fue la mezcla de muchos factores, en su contra. Pero que concluyeron en que no eran auto sostenibles, en el sentido de que no podían recuperar la energía que compraban, ya sea porque tenían altas pérdidas, porque no pudieron actualizar las tarifas en su momento, o por un tema de perseguir el fraude. Entonces, todos esos factores hacían que ningún negocio pudiera sobrevivir en el tiempo. Y ahí se tomó la decisión, porque no eran auto suficientes, de que el Gobierno tenía que subsidiarlas. El Gobierno se metió en el medio.
Pudieron haberse tomados otras medidas. No vamos a pasar a cuestionar el pasado, pero eso fue lo que sucedió.
P. Y, sobre todo, reconociéndose en ese momento, y lo que todavía persiste, que no se cumplía cabalmente con la Ley General de la Electricidad.
R. Correcto.
P. Y que era el marco legal que tal vez debía darle garantías a los inversionistas privados.
R. Por supuesto. Y ese es el tema pendiente en el sistema eléctrico.
P. Pero ustedes son producto de esos sucesos. Y se han afianzado, han podido sobrevivir.
R. Por supuesto. Y definitivamente se demuestra que la privatización funciona. Y que funciona bien. Por eso digo que el tema pendiente que queda es qué vamos a hacer con las distribuidoras, que todavía tienen esas altas pérdidas.
P. ¿Y ustedes ven perspectivas de mejoras en las distribuidoras? Porque las distribuidoras son la caja del sistema. Sin embargo, acumulan deudas que las tiene el Gobierno, el que también las tiene con ustedes.
R. Por supuesto. Si, las distribuidoras son la entrada de caja al sector. Y evidentemente, por esa causa de no tener la recuperación del 100% de la energía que se sirve, siempre vivimos con el tema de depender de esos subsidios. Y esos subsidios vienen a veces a tiempo, a veces no a tiempo, y hay retrasos. Hoy en día nos deben facturas desde abril.
P. ¿Cuánto les deben actualmente?
R. A nosotros nos deben 195 millones de dólares a la fecha en total.
La deuda, “capital ocioso” que drena las inversiones
P. ¿Y cómo les afecta las operaciones de ustedes?
R. Esa es una situación que no nos conviene a nosotros. Ni le conviene al sector. A nosotros, pues tenemos que tener un capital ocioso que bien se pudiera destinar a más inversiones, si no tuviéramos que tener un capital de trabajo tan extenso, de 6 meses, que no es normal en una industria.
Si no tuviéramos esa necesidad, nosotros, los generadores, pudiéramos hacer más inversiones en el sector, más megavatios nuevos.
Y al sector tampoco le conviene, porque la vocación de los generadores no incluye ser financista del sistema. Y eso también le pone un stress a la caja del Gobierno.
P. También, imagino que ahuyenta nuevas inversiones, porque las reglas de juego no están claras.
R. Por supuesto. Cuando un inversionista nuevo viene al sistema, y cuando mete la ecuación de la inversión, tiene que planificarse para que adicional al capital para desarrollar la planta, tener un colchón de seis meses de cobranzas, para cuando se le retrasen. Y eso disuade a la inversión o te pone un sobre costo.
P. ¿A qué ustedes le atribuyen que las distribuidoras siempre acumulen deudas?
R. A las pérdidas.
P. Y sobre el tema de la gestión, ¿tiene una opinión?
R. Creo que definitivamente hay que perseguir a la energía perdida. Hay dos factores que causan esas pérdidas. Las técnicas y las no técnicas.
Las técnicas se resuelven con inversiones, que han venido haciendo, pero que se tienen que hacer más.
P. Se ven nuevos préstamos multilaterales para mejorar las redes, para que las distribuidoras inviertan, pero siempre sigue habiendo pérdidas. Parece que es lo de nunca acabar.
R. Ha mejorado algo, pero todavía hay mucho por hacer.
Las pérdidas que nunca acaban
P. ¿Cuál es la pérdida actualmente?
R. Como un 30%.
P. ¿Cuánto era antes?
R. 40%, viene de los 40 y pico. Sigue habiendo mucho por hacer.
P. Ustedes van a cumplir 20 años en el país. ¿Cómo evalúan tras esos 20 años, el proceso de capitalización en general?
P. Ahí te iba con la segunda década. La primera fue de afianzamiento, y la segunda de un gran crecimiento y gran inversión. Invertimos más de 725 millones de dólares. Más de 400 megavatios de capacidad instalada, entre lo que es Quisqueya, que fue la planta que entró en 2013, y todo lo que ha sido la energía renovable, siendo el primero y líder en el país y en el Caribe.
P. ¿Eólica y solar?
R. Eólica y solar, tenemos hoy en día.
P. ¿También en gas natural?
R. Ahora también estamos haciendo una transición.
P. Ustedes dicen que no contamina.
R. Correcto. Y también mejora la eficiencia, porque en esa última década nosotros hemos incrementado más de un 40% la capacidad de producción de la empresa.
El balance es 950 millones de dólares invertidos desde el principio. Arrancamos con 400 megavatios, de los cuáles 150 eran los que estaban trabajando en el sistema. Hoy tenemos 1,000 megavatios de capacidad instalada o en operación, en una matriz totalmente diversificada.
Lo que recibimos era todo fuel oíl. Ahora, carbón, fue oíl, gas natural, y viento y sol.
Nosotros tenemos una visión sobre cómo debe ser el crecimiento del futuro. Yo creo que ha sido el mejor ejemplo de una alianza exitosa público-privada. EGE Haina lo piensa así, pero creo que nuestros accionistas también lo comparten, lo han compartido públicamente.
El Gobierno tiene acciones en una empresa que ha invertido 750 millones de dólares, y durante ese tiempo también le ha retornado al Estado más de 950 millones de dólares en impuestos y dividendos. O sea, que como sea que tú lo veas, ha sido una alianza muy exitosa.
Un dato que salió recientemente, los de los bonos de carbonos, que sé que debió haberlo visto. También es un hito importante de la historia, porque Los Cocos, uno y dos, se convirtieron en los primeros parques eólicos en recibir el crédito de carbono.
José A. Rodríguez: Primero que nada es un hito de orgullo, porque fuimos los primeros como central energética en generar créditos de carbonos. Nos pone como país hacia el aporte de conseguir los índices de sostenibilidad marcadas por las naciones unidas, y definitivamente hacia el futuro enfocarnos más en la generación de esos créditos de carbonos, porque estamos enfocados hacia la energía sostenible.
Diario Libre: Los bonos de carbono, o lo que es lo mismo, “créditos de carbono”, son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero. Cada crédito equivale a una tonelada de dióxido de carbono que ha sido dejada de emitir a la atmósfera.)
Luis R. Mejía: El año pasado hicimos un ejercicio de planificación estratégica, sobre hacia donde debe ir el futuro. Y obviamente, tú no puedes definir el futuro de una empresa, sin antes definir el futuro del mercado en el que opera. Entonces, ¿hacia dónde va la República Dominicana? Contratamos los servicios de la empresa consultora en energía, el número uno en el mundo, McKinsey & Company, que nos hizo un estudio sobre cuál es la proyección de la demanda en la República Dominicana, considerando el crecimiento de la población, de la economía. Y concluyeron que la demanda se duplica de aquí al 2040. Si hoy tenemos 17 Gigavatios hora/años, en 2040 será de casi 40 Gigavatios horas en 2040.
Uno dice, bueno, ¿qué vamos a hacer?, ¿De qué forma suplimos esa energía? Y evidentemente uno de los temas que más nos preocupa es el tema de la sostenibilidad. Y por eso nos embarcamos en esa trayectoria cuando empezamos con el parque eólico.
Y el futuro lo vemos así, nosotros queremos seguir invirtiendo en generación para acompañar ese crecimiento, y lo vemos muy de la mano con lo que es energía sostenible, basado primero en renovable, como eje central del crecimiento, por el potencial que tiene el país en lo que es energía eólica, energía solar, y obviamente hay biomasa.
En hidro tenemos ciertas limitaciones, pero en esas tres hay un gran potencial para desarrollar.
Y hoy en día, la energía renovable compite de tú a tú en costo por kilovatio hora con la energía tradicional. Hoy compite y le gana, en el futuro se proyecta que será todavía más la diferencia en costos.
Por lo tanto, buscando el mayor beneficio en costo para el sistema, se cae de la mata que tiene que ser la energía renovable lo que empuje el desarrollo del sistema. Pero la energía renovable depende mucho del clima. O sea, el sol sale hoy, pero de repente estamos en una época lluviosa. A veces hay más viento, a veces hace hay menos.
Y por tanto se tiene que acompañar ese crecimiento con energía que tú puedas gestionar.
“La primera molécula de gas natural, en febrero”
P. Para eso ustedes apuestan al gas natural. El gobierno apostó por el carbón, y además habla de bonos verdes por la planta a carbón. El contraste llama la atención.
R. Creo que también tenemos que tomar en consideración el momento de la Historia en que se tomaron las decisiones. Y mirando en retrospectivas, tal vez hoy no tomarías la decisión del carbón. Tenemos la ventaja del pasado. Pero definitivamente, si nos posiciones hoy, es evidente que el gas natural es el futuro.
José A. Rodríguez: Y hemos recibido el apoyo del Gobierno hacia eso.
Luis R. Mejía: Correcto. Porque lo que queremos lograr con la conversión del Este, o lo que estamos logrando, no hubiese sido posible sin el apoyo del Gobierno.
Ginny Taulé: No podemos olvidar que el Gobierno es 50% EGE Haina. O sea, el Gobierno está invirtiendo a través de EGE-Haina en energía renovable y de gas natural.
José A. Rodríguez: El Gobierno declaró una estrategia de gasificación del Este, que creo que además de apoyar el gas natural, incluye una matriz de diversificación.
Luis R. Mejía: De hecho, estamos hoy en día, como fruto de esas negociaciones y conversaciones, en casi en un 80% de logros en la conversión a gas de la Central Quisqueya.
P. ¿Era a base de carbón?
R. No, era de HFO. De construcción, su combustible principal es el gas natural. Pero además puede quemar HFO como respaldo. Así es que está diseñada. Como hasta la fecha no había acceso al gas natural en esa zona, pues estábamos quemando HFO. Es perfectamente capaz de hacerlo.
El tema siempre fue la falta de apoyo del sector público en esa estrategia de gasificación, porque para llevar gas a la zona hay que hacer unas inversiones pesadas en gaseoductos, en tanques, contratos con largo plazo con los suplidores de gas.
P. ¿Podemos decir que ya hay apoyo?
R. Ya hay apoyo, ciento por ciento. Eso es correcto. Y fruto de eso, estamos en un 80% en el logro de esa conversión. Nosotros pensamos que vamos a tener la primera molécula de gas natural en febrero, ya en el parque Quisqueya. Y que se termina antes del primer semestre del año, y estarán operando esas unidades a tiempo completo.
P. Sobre Punta Catalina se recuerda que el Gobierno optó por el carbón, alegando que no había acceso al gas natural. Ahora, ¿ese riesgo no existe?
R. Por eso te decía que hay que tomar las decisiones en el contexto en que se tomaron. Es una realidad del mercado que las condiciones del mercado del gas son mucho más flexibles que lo que eran hace 8 años atrás. ¿Por qué?, porque ha habido una revolución en Estados Unidos en la producción de gas natural, mediante la perforación direccional, para lograr mayores reservas de gas. Y Estados Unidos, que era un importador neto, se ha convertido ahora en un tremendo exportador.
Entonces, la disponibilidad de gas ha incrementado. Al incrementar la oferta, tiende a suceder como en todo mercado, que las condiciones se flexibilizan. Y por tanto, los requerimientos que antes te ponían para tu contratar gas. Como, por ejemplo, en el caso de Quisqueya, a 10 años. Antes tu tenías que hacer contratos a 20 años, en lo que te obligabas a consumir el 100% de ese gas, pase lo que pase.
Hoy en día podemos conseguir contratos de menor plazo, con garantías financieras mucho mayor, con mayor flexibilidad. Yo no mino un año, pero si el año que viene no lo necesito, puedo cancelarlo.
Inversiones en 1,000 MW más en energía renovable, en próximos 10 años
P. ¿Cuánto han invertido ustedes en energía renovable?
R. Llevamos 455 millones de dólares. Son 177 megavatios, a la fecha. Tenemos muchos planes de seguir invirtiendo. De hecho, el resultado de ese ejercicio que mencionamos, de McKinsey & Company, sobre el crecimiento, es invertir y desarrollar mil megavatios en los próximos diez años en energía renovable y en gas natural.
P. ¿Esas inversiones suplirían la demanda proyectada por McKinsey & Company?
R. Con eso nosotros estamos estimando un 30% de lo que requiere el país, porque realmente hay otros actores, nosotros no vamos a hacer toda la inversión.
P. ¿Cuál es el crecimiento anual de la demanda energía?
R. Ese duplicarse en 20 años se traduce como entre 3.8% a 4% cada año. Obviamente hay años con más crecimiento por temas particulares, cíclicos. Este año, por ejemplo, ha sido anómalo, porque hubo un 10% de crecimiento. Un consumidor que antes producía y ahora está demandando del sistema, son factores. Pero en promedio, 4%.
R. ¿Y en cantidad de megavatios?
R. Si hoy en día la demanda es de 2,500, el 4% es 100 mega.
Ginny Taulé: Además de los mil megavatios en renovables, vienen 400 en gas natural. Son 1,400 megavatios en los próximos 10 años.
P. Viéndolo en perspectiva, ¿cuáles barreras estructurales persisten todavía en el sector eléctrico?
R. Lo hablamos antes. El principal tema es la sostenibilidad financiera del sistema, que depende de las distribuidoras y su capacidad de cobrar la energía que compra.
Van a tener un alivio importante, es una realidad. El año que viene, por la conversión a gas y la entrada de Punta Catalina, van a reducir el precio de compra de la energía para las distribuidoras. Y si ellos mantienen la tarifa eléctrica igual, al reducir el precio de compra tienen más flexibilidad.
Pero eso no resuelve el tema. El tema se resuelve atacando las pérdidas definitivamente, para hacerlo sostenible en el largo plazo.
Porque luego viene el incremento de la demanda y se le va esa ventana. Mejor dicho, tienen una perfecta ventana de oportunidad para invertir en la reducción de las pérdidas durante los próximos 4 años.
El MEN: una nueva institucionalidad
P. Hay un cambio institucional en el sector, cuándo ya por fin se empoderó al Ministerio de Energía y Minas como el rector del sistema energético del país. No sé si ya está dando resultado, es demasiado pronto. Pero antes era un sector fragmentado, la CDEEE, por un lado, las distribuidoras por otro, y que no se articulaban muy bien. Ahora se supone que hay una institución que planifica y que actúa como rector. ¿Ha tenido algún efecto?
R. Sin dudas ha tenido un efecto positivo, porque lo vemos en la planificación en las nuevas adicciones al sistema, hemos vistos ciertas mejoras. Pero todavía no se ha implementado al ciento por ciento, eso es una realidad. Porque todavía la integración que se pactó en el Pacto Eléctrico no se ha implementado al ciento por ciento. Sigue existiendo la CDEEE.
P. Ni siquiera se ha firmado el Pacto Eléctrico.
R. Correcto. Pero se pudo haber ejecutado como quiera. Sigue estando el Ministerio de Energía y Minas...
P. ¿Qué lo ha impedido?
Yo diría que eso es un tema de decisión política, de que se implemente., porque la forma ya está escrita en el Pacto.
P. El MEN ha estado impulsando exploraciones sobre gas natural en territorio dominicano. ¿Ustedes tienen expectativas sobre esas exploraciones? Porque eso podría abaratar costos.
R. Sin dudas reconozco algo, por lo que públicamente se ha anunciado sobre el tema de buscar inversionistas para las exploraciones de recursos de hidrocarburos. Pero la realidad es que nuestro negocio es la generación. Realmente no tenemos el experticio para poderte decir que vemos futuro, o que no vemos futuro, es probable, no es probable. Yo creo que eso tendremos que verlo en el tiempo. Cómo reaccionan los participantes que se dedican a eso, ver si realmente hay potencial. Si lo hubiese y se desarrolla, pues evidentemente no tener que importar combustibles, debería bajar costos. Pero hasta ahí llegan nuestros conocimientos sobre ese proceso.
P. Hablamos de los proyectos de EGE Haina en el país, República Dominicana. Pero hay otro país en la isla. ¿Ven en Haití un mercado potencial para ustedes?
R. Definitivamente, la repuesta es sí. Pero con la condicionante de que Haití tiene sus complejidades. Nuestra visión es de apoyar a Haití, particularmente con el tema de la energía, que es un recurso crítico para el desarrollo de cualquier población.
El deseo de hacerlo siempre ha estado. El reto de Haití es cómo tu logras la estabilidad jurídica, hacer las inversiones que se requieren y poder cobrar, y recuperar las inversiones que se van a hacer.
Pero es un mercado que sin dudas algunas necesita el desarrollo eléctrico.
P. ¿Ustedes tienen la puerta abierta si se presenta la posibilidad?
R. Si. De hecho, hay un proceso público, porque ellos están corriendo la voz para ver si privatizan ciertas partes, ciertas micro regiones, y ahora estamos mirando. Pero todavía es muy temprano como para decirte que hay una oportunidad. Pero seguimos como tu dijiste muy bien: que estamos abiertos a explorar, si están las condiciones correctas, en ayudar y apoyar el desarrollo.
Pero estamos en un inicio muy exploratorio.
Pero hay otro tema que queremos hacer también, y no tan solo Haití. Nosotros vemos en el futuro no muy lejano una EGE-Haina que invierte fuera de República Dominicana.
R. ¿Pero salen fuera de República Dominicana? Porque no hay es posibilidad por vía marítima de enviar electricidad
R. José A. Rodríguez: Técnicamente sí. Pero eso conlleva complejidades políticas, legales.
Luis R. Mejía: Existen.
José A. Rodríguez: Aquí en República Dominicana hay un cable submarino en Samaná. En Trinidad y Tobago hay uno. Técnicamente se puede. Pero exportar por cable submarino hacia otros países tiene complejidades.
Luis R. Mejía: Pero si te digo que vemos un futuro en el que este modelo exitoso lo podamos exportar hacia otros países.