Economía dominicana retrocedió -9.4 % en marzo y cierra el primer trimestre con crecimiento cero
El Banco Central reportó que las actividades más golpeadas en el primer trimestre fueron los hoteles, bares y restaurantes y la construcción
El emisor destacó que en los dos primeros meses del año la economía dominicana mostraba un ritmo de crecimiento en torno a su nivel potencial
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró un retroceso interanual de -9.4 % en el mes de marzo, luego de registrar crecimiento en torno al 5 % para los dos primeros meses del año. Con ello, la economía dominicana registró un crecimiento cero en el primero trimestre del año, según los datos presentados este viernes por el Banco Central.
"Los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) real al cierre del primer trimestre de 2020 arrojan de forma preliminar que el comportamiento del índice promedio ponderado que da seguimiento al valor agregado de las diferentes actividades económicas se mantuvo neutral, con una variación de 0.0% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Este resultado es consistente con las variaciones interanuales del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) de 4.7%, 5.3% y -9.4% registradas en los meses de enero, febrero y marzo del presente año, respectivamente", dice el emisor en un comunicado.
Los resultados de la economía en el mes de marzo reflejan el impacto de las medidas de prevención ante la propagación del coronavirus (COVID-19), que contemplan el distanciamiento social, la suspensión de operaciones en actividades económicas no esenciales, cierre de las fronteras del país por aire, mar y tierra, toque de queda desde las 5:00 p.m. hasta las 6:00 a.m., limitaciones en el transporte público, entre otras medidas sanitarias. Estas disposiciones implementadas por el Poder Ejecutivo, al igual como se ha hecho de manera sincronizada a nivel internacional, han sido necesarias debido a la transmisión comunitaria del virus.
"Un punto importante a destacar es que en los dos primeros meses del año 2020 la economía dominicana mostraba un ritmo de crecimiento en torno a su nivel potencial, en gran medida como resultado de las condiciones monetarias favorables desde el segundo semestre del pasado año", señaló el banco.
Sin embargo, el presente año se ha visto impactado por la realidad de pandemia COVID-19, la cual evidentemente generará una fuerte contracción de la economía mundial producto del denominando “Gran Confinamiento”. En este sentido, las proyecciones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Panorama Económico Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) pronostican una reducción en el crecimiento de la economía global del 2.9% registrado en 2019 a un estimado de -3.0% para 2020.
Ante este contexto, el Banco Central de la República Dominicana ha intensificado significativamente su política de flexibilización monetaria con una reducción de 100 puntos básicos en la tasa de política monetaria a partir del mes de marzo y medidas de expansión de liquidez complementarias, poniendo a la disposición de los sectores productivos y de los hogares más de RD$120,000 millones y US$622 millones.
Dentro de éstas se destaca la provisión de liquidez por hasta RD$50,000 millones mediante Repos a 90 días renovables hasta un año, utilizando como garantía títulos de deuda pública y del Banco Central. Asimismo, se dispuso la flexibilización de más de RD$30,133.4 millones del encaje legal para ser canalizados como préstamos a todos los sectores productivos.
En adición, para continuar apoyando a las actividades del Turismo, Exportación, Construcción e Industria Manufacturera, la Junta Monetaria aprobó una nueva ventanilla de financiamiento de RD$20,000 millones para canalizar nuevos préstamos, así como refinanciamientos a las empresas de los referidos sectores, a tasas de interés no mayores al 8% anual y con vigencia de hasta 3 años.
Para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) se aprobaron facilidades especiales por unos RD$ 20,681 millones, incluyendo préstamos personales de montos menores. Es importante puntualizar que los nuevos financiamientos otorgados serán clasificados como categoría de riesgo A, con cero por ciento de provisiones y no serán considerados en el cálculo del índice de solvencia por un periodo de un año. A la fecha, del total autorizado en medidas de flexibilización monetaria se han canalizado de manera efectiva más de RD$52,000 millones desde el anuncio de estas disposiciones.
En este tenor, las medidas monetarias expansivas se han reflejado en un incremento interanual en la cartera de crédito al sector privado en moneda nacional al 30 de abril de 2020 por RD$116,227.3 millones, equivalente a una expansión anualizada de 13.2%, muy por encima del crecimiento del PIB nominal. Asimismo, las condiciones monetarias han contribuido a reducir en aproximadamente 300 puntos básicos la tasa de interés de los préstamos otorgados en el mes de abril, al pasar de 13.3% a 10.4%.
Estas acciones de política monetaria están orientadas a mitigar el impacto en la actividad económica del estado de emergencia sanitaria, garantizando de esta manera las condiciones monetarias para que la economía dominicana pueda retomar su senda de crecimiento rápidamente, una vez cesen las limitaciones operativas existentes asociadas al necesario distanciamiento social en las actuales circunstancias.
En ese sentido, los organismos internacionales como Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el FMI, entre otros, destacan el hecho de que la economía dominicana sería la menos impactada por la crisis del COVID-19 en la región de América Latina, pronosticando que el país al cierre de 2020 registraría un comportamiento neutral respecto a 2019, o un nivel de contracción menor respecto a sus pares. En el análisis realizado, estos organismos coinciden que la economía dominicana cuenta con fuertes fundamentos macroeconómicos y una demostrada capacidad de resiliencia para sortear choques adversos tanto internos como externos.
En cuanto al detalle de los resultados del primer trimestre de 2020, las actividades económicas que presentan variaciones positivas son: Salud (12.8%), Servicios Financieros (9.5%), Energía y Agua (5.2%), Comunicaciones (5.1%), Actividades Inmobiliarias (5.1%), Agropecuaria (5.0 %), Otras Actividades de Servicios (4.0%), Comercio (2.5%) y Manufactura Local (0.1%).
Por otro lado, los sectores que se han visto más afectados por las medidas de confinamiento implementadas a partir del mes de marzo han sido Hoteles, Bares y Restaurantes (-17.9%), Construcción (-4.0%) y Transporte y Almacenamiento (-3.0%).Vale resaltar el desempeño del sector Agropecuario (5.0%) durante el primer trimestre del año el cual se mantuvo produciendo los alimentos requeridos para el consumo de la población en medio de la pandemia.
Asimismo, la actividad de Explotación de Minas y Canteras continúa sus operaciones a fin de poder satisfacer la demanda externa por los metales preciosos, en especial el oro, el cual ha registrado un significativo aumento en sus niveles de precios en los últimos meses, al ser considerado un activo seguro de refugio en períodos de incertidumbre. Estos incrementos recientes en el valor del referido metal han incidido de manera importante en la expansión de sus exportaciones en el período enero-marzo.
En lo que respecta a la actividad hoteles, bares y restaurantes, su comportamiento durante enero y febrero de este año aún refleja los efectos negativos de la propagación de noticias en medios de comunicación internacionales sobre eventos desafortunados ocurridos a turistas estadounidenses mientras vacacionaban en el país en la primera mitad del año 2019, que generó una caía en las reservaciones hacia República Dominicana.
En adición, la contracción de esta actividad se acentúa debido a las disposiciones del cierre total de fronteras por aire, mar y tierra a partir del decreto 134-20 del 19 de marzo, lo que provocó la suspensión de los servicios de alojamiento y el cese parcial de las actividades de servicios de alimentos, las cuales se encuentran operando únicamente bajo las modalidades de entrega a domicilio (delivery) y de recogida en el establecimiento (take out).
Es importante destacar el resultado en el primer trimestre de las actividades Energía y Agua, Comunicaciones y Servicios Financieros, sectores que sirven de soporte de aquellas actividades económicas que se encuentran operando, además de ofrecer servicios a la población a fin de contribuir con el cumplimiento de las medidas de distanciamiento físico recomendadas.
En el caso particular de la Intermediación Financiera, la disponibilidad y canalización de recursos a sectores productivos en condiciones favorables de tasas de interés, constituye un elemento crucial para viabilizar la normalización y reactivación económica que se prevé que tendrá lugar con más intensidad en la segunda mitad del año.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el mes de marzo del presente año registró una variación de -0.52% con respecto al mes de febrero 2020, colocando la inflación acumulada en -0.32%. Con este resultado la inflación interanual, medida desde marzo de 2019 hasta marzo de 2020, se ubicó en 2.45%, ubicándose por debajo del límite inferior del rango meta de 4.0%±1.0% establecido en el Programa Monetario.
El comportamiento del IPC del mes de marzo estuvo influenciado en gran medida por las bajas presiones inflacionarias de origen externo. En efecto, producto de la pronunciada disminución en la demanda global prevista de petróleo crudo en los próximos meses dada la propagación del coronavirus (COVID-19) a nivel mundial, se registró una caída importante en los precios del petróleo West Texas Intermediate (WTI), lo que provocó reducciones sustanciales en los precios internos de los combustibles, las cuales se tradujeron a su vez en variaciones negativas en los índices de los grupos Transporte (-2.44%) y Vivienda (-0.12%).
En tanto que, el IPC del grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas varió -0.04%, mientras que los índices de los grupos Bebidas Alcohólicas y Tabaco (0.61%) y Bienes y Servicios Diversos (0.29%), registraron tasas positivas, atenuando ligeramente la disminución en el IPC de marzo.
En cuanto a la inflación subyacente anualizada, la misma se situó en 2.67%. Este indicador estima las presiones inflacionarias de origen monetario, aislando los efectos de factores exógenos, al excluir del IPC general algunos bienes agropecuarios cuyos precios tienden a ser volátiles, las bebidas alcohólicas, el tabaco, los combustibles y los servicios administrados y de transporte, permitiendo de esta forma extraer señales más claras para la conducción de la política monetaria.
Los resultados preliminares de la Balanza de Pagos para el trimestre enero-marzo 2020 registran un déficit de cuenta corriente que ascendió a US$41.8 millones.
Dicho resultado refleja, entre otros factores, la reducción registrada en los ingresos por turismo debido al impacto de las fuertes medidas de confinamiento en los principales destinos emisores de turistas para la República Dominicana, así como limitación en los viajes no esenciales en todo el mundo, por la pandemia del coronavirus COVID-19.
No obstante, es importante destacar que esta reducción en los ingresos por turismo fue compensada en cierta medida por la mejoría experimentada en los términos de intercambio para la República Dominicana, por una caída significativa del precio del petróleo en los mercados internacionales y el aumento en el precio del oro, ubicándose en torno a los US$1,700 dólares por onza troy, al ser utilizado como refugio de valor en un entorno de alta incertidumbre.
En este sentido, la factura petrolera se redujo US$280.9 millones (-30.1%) en enero-marzo de 2020 con respecto al mismo período del año anterior, lo que representa un importante ahorro para el país. En cuanto a las exportaciones totales, registraron un crecimiento interanual de 2.6% en el primer trimestre del año, unos US$68.0 millones adicionales, alcanzando un nivel de US$2,723.4 millones. Este resultado positivo responde mayormente a la expansión anualizada de 3.9% en las exportaciones nacionales, destacándose un incremento en las exportaciones minerales, principalmente las de oro (23.1%). De igual manera, las exportaciones de Zonas Francas aumentaron un 1.5% con respecto a los primeros tres meses de 2019, alcanzando unos US$21.3 millones adicionales.Las remesas familiares recibidas durante el primer trimestre de 2020 alcanzaron US$1,703.2 millones, una variación de -2.3% con relación al mismo periodo de 2019. Este comportamiento evidencia los efectos de la pandemia COVID-19 en países de donde mayormente provienen las remesas, como Estados Unidos y España, cuya participación en fue de 77.5% y 9.5% respectivamente.La Inversión Extranjera Directa alcanzó unos US$758.3 millones como saldo neto, unos US$177.7 millones menos con respecto a enero-marzo 2019, debido a transacciones por concepto de préstamos con las casas matrices en el exterior de las compañías locales que operan en los sectores de comunicaciones y minería.Resulta importante destacar que el Banco Central cuanta con Reservas Internacionales que superan los US$8,600 millones a mayo de 2020, nivel que como proporción del PIB se encuentra cercano al considerado como óptimo por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este monto de reservas equivale a una cobertura de más de 4 meses de las importaciones, excluyendo las de zonas francas y permitirá al país cubrir los descalces transitorios en el mercado cambiario provocados por la coyuntura de la pandemia, contribuyendo a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio. Cabe recordar que ingresaron al país US$651 millones por concepto del financiamiento rápido aprobado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), equivalente al 100.0% de la cuota de Derechos Especiales de Giro (DEG) de la República Dominicana con el referido organismo, como apoyo para contribuir a enfrentar el impacto de la pandemia en la economía.Adicionalmente el Banco Central ha inyectado al mercado unos US$1,900 millones durante el año a través de la Plataforma Electrónica de Negociación de Divisas, además de poner a disposición de las entidades financieras unos US$622 millones a través de Repos en moneda extranjera y liberación de encaje legal en dólares. En ese sentido, la depreciación acumulada del peso dominicano en lo que va de año se ubica en 3.7%, por debajo de otras economías emergentes de América Latina como Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile.
El sistema financiero mantiene niveles de liquidez, solvencia y rentabilidad más que adecuados al cierre del primer trimestre de 2020, así como un bajo nivel de riesgo en la cartera consolidada de créditos. Según las últimas cifras disponibles de la Superintendencia de Bancos, el coeficiente de solvencia se ubica en 17.2 %, superior al coeficiente mínimo de 10.0 % requerido legalmente. Asimismo, a marzo 2020, el sistema financiero en su conjunto presenta una rentabilidad sobre el patrimonio promedio (ROE) de 18.06 % y sobre los activos (ROA) de 2.17%. El índice de morosidad se situó en 2.06%, con provisiones superiores al 100 %.En lo referente a los bancos múltiples, que representan más del 85% de los activos netos del sistema financiero, la rentabilidad del patrimonio ascendió a 20.53% y sobre los activos 2.18%, así como la morosidad de su cartera de créditos de 1.99%, con una cobertura de 146.5 % sobre cartera vencida.
Finalmente, se espera que el reinicio gradual de las operaciones de las actividades económicas no esenciales, combinado con las medidas de flexibilización monetaria aprobadas por la Junta Monetaria orientadas a proveer liquidez a la economía y las medidas fiscales en el ámbito de facilidades tributarias así como la ampliación del gasto en los programas sociales y subsidios a los empleados suspendidos, contribuirían a una pronta normalización de la actividad económica, una reactivación del consumo de los hogares y una reapertura de los proyectos de inversión.El Banco Central de la República Dominicana reitera que las bajas presiones inflacionarias y la fortaleza de los fundamentos de la economía dominicana le otorgan suficiente espacio para continuar reaccionando de forma oportuna implementando medidas que mejoren las condiciones monetarias y contribuyan a sortear de la mejor forma posible los efectos negativos en la economía derivados de la contingencia sanitaria del COVID-19. En ese sentido, la institución se mantendrá dando especial seguimiento a los factores que puedan generar desvíos de la meta de inflación y afectar el crecimiento económico.