Economistas alertan de efecto sobre inflación de perturbaciones en cadenas de suministros
La inflación subyacente se está desacelerando, aunque a un ritmo más lento
Las expectativas de una inflación elevada se han reducido en todas las regiones del mundo, pero la inflación sigue siendo vulnerable a las perturbaciones de los mercados de materias primas y de las cadenas de suministros, según un informe publicado este lunes por el Foro Económico Mundial (WEF).
La prolongación de las perturbaciones en el mar Rojo, la escalada de los conflictos regionales y el aumento de la volatilidad climática, entre otros factores, pesan sobre las perspectivas, según el informe, basado en una encuesta a economistas jefe tanto del sector público como privado y divulgado con motivo del inicio del Foro de Davos (Suiza).
Por ejemplo, detalla, la llegada de El Niño por sí sola podría aumentar los precios mundiales de los alimentos hasta un 9 %.
El informe destaca cómo la inflación mundial sigue moderándose, lo que apuntala las expectativas de una "leve disminución" de los tipos de interés en 2024 y señala que se prevé que las tasas globales de inflación alcancen el 4.8 % este año, lo que supone un fuerte descenso desde el 5.9 % de 2023 y el 9.2 % de 2022.
La inflación subyacente también se está desacelerando, aunque a un ritmo más lento, y se espera que alcance el 4.5 % en 2024.
Esta mejora de la expectativas "es especialmente notable" en Europa y EE.UU., donde el porcentaje de economistas jefe encuestados que esperan una inflación alta o muy alta ha pasado del 71 % y el 47 %, respectivamente, en septiembre a sólo el 13 % en ambos casos en la última encuesta.
Sin embargo, dos tercios de los entrevistados siguen esperando una inflación moderada en Europa y Estados Unidos y más de una cuarta parte de los encuestados prevén una inflación alta o muy alta en América Latina y el Caribe (26 %).
El caso de China
China, por su parte, continúa siendo un caso atípico en la otra dirección, ya que el 76 % de los encuestados sigue esperando una inflación baja o muy baja.
Estos factores se reflejan en la evolución de las pautas de política monetaria, según el informe, que destaca que aunque los mercados prevén hasta seis recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo (BCE) este año, "la política monetaria sigue siendo prudente a ambos lados del Atlántico".
Según los economistas jefe, el grado "inusualmente alto de incertidumbre" sobre la evolución económica y financiera significa que el momento y el alcance de la relajación de la política monetaria plantearán un dilema a los responsables políticos, "que siguen buscando soluciones de compromiso entre endurecer demasiado o demasiado poco".
También pesarán sobre las decisiones que se tomen en 2024 las tensiones sociales acumuladas por las presiones internas sobre los precios, la desaceleración prolongada de la actividad económica y la preocupación por la estabilidad financiera, añade el informe.