Extraño apoyo
Cinco naciones africanas han sido víctimas de golpes de estado perpetrados por sus ejércitos
En poco tiempo, cinco naciones africanas han sido víctimas de golpes de estado perpetrados por sus ejércitos. Víctimas o beneficiarios, pues extrañamente varios de esos acontecimientos han sido bien recibidos por gran parte de la población.
Es comúnmente aceptado que la creación y fortalecimiento de la clase media urbana actúa como un valladar en contra de las intervenciones de los militares en los asuntos gubernamentales. Ya que dicho fortalecimiento suele ocurrir concomitantemente con el incremento en la producción y el nivel de vida, es difícil separar los efectos de uno y otro, pero ambos contribuyen a la consolidación de intereses económicos que son perjudicados por la inestabilidad e incertidumbre provocadas por las interrupciones de la continuidad democrática.
La presencia de golpes militares apoyados por la clase media hace necesario, por lo tanto, tener en cuenta la incidencia de factores adicionales a los intereses económicos. O, más bien, factores que hacen que el costo económico causado por los golpes de estado sea considerado menor que otros costos que se espera evitar gracias a la intervención de los militares.
En África central y occidental ése parece ser el caso. Ciertamente, los militares no son buenos administradores de los recursos públicos, y con frecuencia su comportamiento se distingue por su arbitrariedad, razones que junto a otros motivos dan pie a un rechazo natural de la clase media a sus pretensiones. Pero un peligro aún más grave se cierne sobre dicha clase en esa zona del continente africano. Movimientos islámicos extremistas han puesto en jaque a la población, y los gobernantes electos han sido incapaces de detener su avance, quedando las fuerzas armadas como la mejor esperanza de vencerlos.
Esa percepción se ha combinado con la creencia de que la ayuda militar francesa, otrora la potencia colonial dominante en la región, ha sido inefectiva, y que los rusos, representados por mercenarios semioficiales, constituyen una alternativa preferible.