Prosigue la devastación
Cuatro meses después del inicio del nuevo gobierno de Lula, no para el ataque al Medio Ambiente
En el primer día de su tercer gobierno, el presidente Lula de Brasil tomó varias medidas para proteger el medio ambiente. De ese modo empezó a cumplir su promesa electoral de poner fin a la devastación de vastas zonas del país, cuya magnitud ha provocado alarma a nivel mundial. El gobierno de su predecesor, Bolsonaro, se distinguió por su desdén respecto de la ecología, dando prioridad al crecimiento de la economía y a empresas involucradas en la explotación de los recursos naturales. El resultado fue una inquietante aceleración de la destrucción de áreas que servían de hábitat para numerosas especies vegetales y animales, muchas de ellas desconocidas o escasamente estudiadas, perdiéndose de ese modo la posibilidad conocer sus características y desarrollar futuros productos medicinales, alimenticios e industriales.
Cuatro meses después del inicio del nuevo gobierno, sin embargo, la devastación prosigue. Durante el mes de marzo, por ejemplo, 356 kilómetros cuadrados de la cuenca amazónica fueron deforestados, un incremento del 14% en relación con marzo del año anterior. Y en el primer trimestre de este año, la deforestación cubrió 844 km2, la segunda mayor superficie arrasada que haya sido registrada para ese período.
Esas cifras demuestran que las expectativas de que el cambio de gobierno traería consigo una rápida mejoría ambiental eran exageradas. Hace falta más que decretos y nombramientos de comisiones para detener o reducir el avance de los daños ecológicos. Los sectores que se benefician de la explotación indiscriminada son poderosos, y toma tiempo establecer y poner en marcha los programas de conservación.
Y si así sucede en cuanto a mitigar el avance de los daños, mucho más complejo será restaurar las zonas ya deforestadas. Se aplica en este caso la conocida expresión de que lo que se destruye en un día puede tomar décadas reponer. De hecho, algunos expertos consideran que el perjuicio ya causado es irreversible a corto y mediano plazo.