VIDEO | República Dominicana apuesta por las uvas para transformar regiones pobres
Aprovechan zonas áridas para cultivar uvas de alto valor genético
El Gobierno dominicano y productores locales proyectan la exportación de uvas de mesa de alto valor genético a partir de 2025, con la expectativa de generar hasta 1,000 millones de dólares anuales.
Este plan, que en principio se desarrolla en las provincias de San Juan y Montecristi, anunciado por el ministro de Agricultura, Limber Cruz, busca transformar la matriz productiva de las zonas más empobrecidas del país, extendiéndose potencialmente a provincias sureñas como Independencia, Bahoruco y Elías Piña.
"Las regiones que nos interesan -o que más les interesan a las uvas- son zonas donde menos llueve, donde normalmente ha habido más descuido y menos desarrollo agrícola. Hablamos de Independencia, Bahoruco, Neyba, Elías Piña (...), donde normalmente hay agricultura precaria y la gente tiene situaciones económicas más deprimidas", explica el viceministro de Asuntos Científicos y Tecnológicos del Ministerio de Agricultura, Rafael Ortiz.
Inspiración en el modelo peruano
El proyecto incluye, junto al trabajo en los campos, la capacitación de productores locales, respaldados por empresas internacionales como Bloom Fresh, que provee variedades de uvas de última generación. Perú, mayor exportador mundial de uvas, sirvió de inspiración al compartir características climáticas y de suelo con la región sur dominicana.
Productores y autoridades viajaron a Perú para aprender de su modelo de éxito. Según Ortiz, República Dominicana tiene ventajas logísticas significativas: mientras a Perú le toma 21 días llevar uvas a Filadelfia (EE.UU.), desde el puerto de Manzanillo el trayecto sería de solo tres días, reduciendo costos y garantizando mayor frescura del producto.
El reto de la infraestructura
En Punta Caña, San Juan, el productor Alberto Ramírez Cabral cultiva 350 tareas de uvas de variedades patentadas como Timpson (verde sin semillas) y Sweet Celebration (rojas). Ramírez, quien espera cosechar unas 300 toneladas en octubre de 2025, subraya los altos costos iniciales del proyecto, como sistemas de riego automatizados y soportes especiales para las plantas, que rondan los 9,000 dólares por hectárea.
Según Ortiz, la inversión inicial del proyecto alcanzó 100 millones de pesos, aunque Ramírez señala que es "mucho más". A pesar de esto, las proyecciones indican que las primeras cosechas podrían cubrir gran parte de la inversión inicial.
Actualmente, el país importa uvas por un valor de 50 millones de dólares anuales desde California, Chile y Perú. El viceministro Ortiz estima que este proyecto no solo reducirá esas importaciones, sino que también permitirá competir con los principales exportadores globales.
El Ministerio de Agricultura contempla ampliar estos proyectos a otros cultivos de alto valor como arándanos y granadas, adaptándose a las características de diferentes regiones del país. Según Ortiz, el objetivo es claro: "trabajar para generar opciones de alta generación de dinero en zonas deprimidas".