De agricultores desalojados de Valle Nuevo a proveedores del Estado
Entregan Registro de Proveedores del Estado a productores de Villa Poppy para impulsar la agricultura familiar
Luego de creer que todo se les había derrumbado, la vida ha comenzado a cambiar para los productores agrícolas de Villa Poppy, en Constanza, ciudadanos que en el 2018 el Ministerio de Medio Ambiente desalojó junto a sus familias del Parque Nacional Valle Nuevo. El actual gobierno les ha otorgado el registro de proveedores del Estado, con el que podrán venderles sus productos a las instituciones públicas.
“La visión es que las contrataciones públicas para lo que sirven es para el desarrollo”, expresó Carlos Pimentel, director general de Compras y Contrataciones Públicas (Dgccp) al formalizar el registro. “Las contrataciones públicas sirven cuando las impulsamos desde una perspectiva de políticas públicas para garantizar derechos, para mejorar la vida de la gente”.
Dijo que, como está claro y convencido de que el que produce tiene que vender, y que el mayor comprador es el Estado dominicano, era necesario acercar la agricultura familiar a través de la cooperativa al mercado público.
El pasado 4 de febrero, los agricultores y las familias de Villa Poppy se aglomeraban para presenciar la primera certificación de Registro de Proveedor del Estado que emitía Compras y Contrataciones a una cooperativa de agricultura familiar.
El proceso fue hecho con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la articulación de varias instituciones del Estado, como Supérate, la propia Dgccp, Medio Ambiente y el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (Idecoop).
“Después de que caímos aquí, el primer año nos fue malísimo; el segundo año, más o menos, porque las autoridades del gobierno nos prometían que nos iban a dar seguimiento, nos iban a dar ayudas, y nunca lo hicieron, los de aquel gobierno”, contó Miguel Ángel Rosario, presidente de la Cooperativa de Producción, Trabajos y Servicios Múltiples de Villa Poppy.
“Cayó este gobierno -agregó-. De una vez hicimos estos enlaces, con algunas autoridades que llegaron al poder. No hemos pasado a ser millonarios, pero la vida está cambiando”.
Un reto con obstáculos
En Villa Poppy tienen disponible casi 140 tareas. El 60 % está sembrada de cebolla y el 40 % de repollo, zanahoria y tres o cuatro variedades de lechuga, entre otros vegetales.
Los agricultores entienden que después de comenzar negocios con el Estado y con empresas privadas directamente, las 55 familias que viven en Villa Poppy pueden subsistir con lo que se produce en los terrenos que poseen.
“Ya tenemos buenos negocios, porque les estamos vendiendo a varias compañías de manera directa. Esperamos que de hoy (viernes) para alante, que vamos a ser suplidores del Estado, también la cebolla pueda tener un buen negocio”, expresó Rosario.
Sin embargo, tienen como obstáculo las alzas en los precios de los insumos que utilizan, que se han más que duplicado. “El abono está a 3,000 pesos. Antes lo comprábamos a menos de 1,000”, calculó Carlos Manuel Tiburcio, productor.
Además, explicó que entre los insumos están el Triple 15, que cuesta casi RD$3,000; el sulfato está a casi RD$2,000 y antes costaba RD$800, y un saco de urea se aproxima a RD$5,000. “Los agricultores estamos quebrados por los insumos, demasiados caros están”, dijo.
Altas expectativas
Rodrigo Castañeda, representante de la FAO en la República Dominicana, dijo que ese organismo viene acompañando el proceso de Villa Poppy desde su inicio, tratando de dar asesoría técnica a los agricultores, incentivando y apoyando la conformación de una cooperativa.
“Hoy, dejan de ser solo agricultores y se transforman en una organización agrícola. Ellos organizan su producción y pueden llegar al mercado directamente, y eso mejora sus precios y sus ingresos”, indicó.
Gloria Reyes, directora ejecutiva de Supérate, dijo que el proyecto que desarrollan en Villa Poppy es un modelo de los programas de protección social a los que está apuntando el gobierno, para que sea referente a nivel nacional, sobre todo en las zonas rurales.
Arturo Bisonó, director de agricultura familiar de Supérate, explicó que la comunidad de Villa Poppy, al momento de intervenirla hace un año y medio, estaba desarticulada, pero que en la actualidad ya tienen nuevo sistema de riego y una estación meteorológica, y han convalidado, a través de la tecnología, las variedades de vegetales premium que pueden sembrar.
“Ya tienen mercado nacional y ya están con perspectiva de exportación. Ya ellos están recibiendo un financiamiento para la producción de fresas y para un camión refrigerado", explicó Bisonó.
"Ya tienen su cooperativa constituida -agregó-, ya ellos están comercializándoles a cinco principales compradores, como una cadena de comida rápida, al supermercado PriceSmart, Super Fresh, a diferentes restaurantes de la República Dominicana, y ahora se abre la gran puerta para comercializar al mercado del Estado dominicano, que es el mayor comprador”, dijo.
Inquietudes de agricultores en Villa Poppy
Diario Libre conversó con Luciano Tejeda, uno de los productores que fueron desplazados del Parque Nacional Valle Nuevo, quien explicó que en la actualidad están viviendo más cómodos, pero con menos producción, porque el terreno es más pequeño.
“Allá (en Valle Nuevo) nosotros estamos más incomodos, pero producíamos más”, dijo.
En Villa Poppy están produciendo cebolla, zanahorias, lechugas, ajo y apio, entre otros vegetales, y venden de acuerdo a los pedidos que les hacen.
“La mejoría de nosotros sería darle seguimiento al proyecto. Aquí, con otros que se han agregado, somos como 38 agricultores”, indicó el productor.
En la casa de Luciano son nueve personas, de los cuales ocho dependen de lo que él produce. “Yo produzco cada tres meses o cuatro meses, por ejemplo, 250,000 o 300,000 pesos”, estimó.
En cambio, el productor Carlos Manuel Tiburcio explicó que las ganancias dependen de las condiciones y la calidad de la cosecha; si se da buena, pueden tener mejor ganancia.
“Si el mercado se derrumbó, se derrumbó la cosecha también, porque a veces vienen las importaciones, y lo que se siembra se vende por el suelo”, denunció.
En el caso de la cebolla, aseguró que a la producción de ese rubro se le gasta mucho dinero, situación que les afecta, porque los insumos están caros.
Por igual opinó Ramón Antonio Díaz Sánchez, productor y miembro de la cooperativa de Villa Poppy. Precisó que lo que está acabando con los productores son las importaciones.
“Ahora mismo voy a comprar un saco de abono y está por las nubes. Si el abono está caro, los venenos están caros, y si lo que yo voy a vender está caro, yo no le doy mente a eso, pero si está barato, me voy a derribar al suelo. Estamos perdiendo, todo lo estamos perdiendo. Dándose buena la cosecha, le estamos perdiendo, porque lo que uno le está invirtiendo, lo está perdiendo, casi la mitad”, expuso.
La producción que tienen los agricultores no están cubriendo los costos de los insumos que, según ellos, se han duplicado sus precios.
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