A favor de la deuda interna
Una corriente de opinión sostiene que es preferible que el gobierno tome prestado en el mercado doméstico y no en el exterior, pues de ese modo los intereses se "quedan" en el país en lugar de "salir" al exterior. Es decir, pasan a ser ingresos de inversionistas locales, sean éstos bancos u otros, lo que implica que serán parte del PIB nacional.
Esa opinión parece ser avalada por el caso de Japón, que a pesar de ser el país desarrollado con la deuda más alta en relación con el PIB, no ha pasado por las crisis presupuestarias europeas, hecho que atribuyen a que sus títulos de deuda están mayoritariamente en manos de inversionistas japoneses.
Con la emisión de 500 millones de dólares para ser colocados en el mercado interno, el gobierno dominicano aparenta estar siguiendo ese camino, aunque su motivación pueda no ser tanto el beneficio de los inversionistas locales sino que sin un acuerdo vigente con el FMI sea más difícil venderlos en el exterior.
Pero aunque compartamos esa opinión, conviene tener presente que la venta local de bonos equivale a un aumento en la demanda de fondos en el mercado financiero del país, lo que implica que habrá menos fondos disponibles para otros préstamos e inversiones. El descenso de la tasa de interés que persigue la baja de tasas dispuesta por el Banco Central será, por lo tanto, más lento y menor. A no ser, por supuesto, que el Banco Central aumentara la oferta monetaria, lo que sería cuestionable en estos momentos.
En Japón la enorme deuda interna no ha hecho subir las tasas de interés. Pero allá la situación es distinta: el porcentaje ahorrado del PIB es más alto que aquí, los consumidores posponen sus gastos porque los precios han bajado, el yen ha subido de valor en el mercado monetario internacional, los industriales japoneses están invirtiendo y endeudándose en el exterior y el banco central ha hecho grandes emisiones de dinero.