Con racha imponente, Djokovic disputa final ante Tsitsipas
Tsitsipas aparece en su segunda final del Grand Slam, 31 menos que Djokovic
Ganar partidos en el Abierto de Australia no es mucho problema para Novak Djokovic.
Ostenta una racha invicta de 27 duelos, la más larga en este certamen durante la era abierta que abarca 55 años. Y ahora el serbio sólo necesita una victoria más, ante Stefanos Tsitsipas en la final del domingo, para obtener lo que sería un décimo título aquí, extendiendo un récord.
Empataría otra marca, la de 22 campeonatos del Grand Slam.
Más allá de las canchas, por aspectos atribuibles o incluso ajenos a él, la situación no es tan fácil de manejar.
Su racha en el Melbourne Park quedó en una pausa hace un año, cuando Australia lo deportó por no estar vacunado contra el COVID-19. Para esta edición del retorno, vaciló entre reconocer que sentía una motivación adicional y comentar: "Estoy más allá de esto".
Sus padres y hermano están de vuelta en el torneo, por primera vez en 15 años. Sin embargo, el padre no asistió al partido del viernes, una victoria por 7-5, 6-1 6-2 sobre Tommy Paul en las semifinales.
Dos días antes, se le vio frente a la Arena Rod Laver con gente que mostraba apoyo para Rusia, que invadió Ucrania hace casi un año. Djokovic dijo que no estaba seguro de si su padre se presentará en la final.
La semana pasada, el astro serbio solicitó en más de una ocasión mientras jugaba que el personal de seguridad retirara del graderío a espectadores que lo estaban molestando insistentemente.
El tendón de la corva le ha provocado suficiente dolor al comienzo del certamen como para que hubiera manifestado preocupación. Sin embargo, comentó que había tomado "un montón" de analgésicos y había seguido otros tratamientos que no precisó.
¿Cómo puede el serbio de 35 años aislarse de todas esas situaciones? ¿Cómo hace todo lo demás a un lado de la manera en que lo ha hecho?
Desde que perdió el segundo set de su partido de la segunda ronda, ha ganado 14 parciales en fila y ha cedido sólo 35 games en ese periodo.
"Suena como un cliché, pero hay que aceptarlo de verdad. Es mucho más fácil decirlo que hacerlo. En mi caso, siento que las cosas simplemente se han ido acomodando y sumando de algún modo, por alguna u otra razón", comentó. "Quiero decir, no es ideal estar en cierta situación o circunstancia cuando tienes que lidiar con todos estos otros factores externos que no son realmente necesarios durante un evento tan importante.
Hay mucho en juego el domingo, tanto para él como para Tsitsipas, griego de 24 años que aparece en su segunda final del Grand Slam, 31 menos que Djokovic.
Además de obtener el cetro, el ganador trepará al primer sitio del escalafón de la ATP, un lugar que Djokovic ha ocupado por más tiempo que ningún otro y donde Tsitsipas nunca ha estado.
"No podría estar más listo para este momento", dijo Tsitsipas después de imponerse al ruso Karen Khachanov por 7-6 (2), 6-4, 6-7 (6), 6-3 en las semifinales. "Creo genuinamente que soy capaz de producir, y eso es más que suficiente".
Se verá si ello basta frente a Djokovic, quien ostenta una foja de 10-2 en los duelos ante Tsitsipas, incluidas nueve victorias en fila. Una de éstas llegó en el Abierto de Francia de 2021, donde el griego tuvo ventaja de dos sets antes de que su rival remontara y ganara en cinco.
Mientras que Tsitsipas busca todavía su primer título en majors, Djokovic espera igualar al español Rafael Nadal como el hombre con más cetros en la historia de las grandes citas.
Djokovic tiene otro número a su favor: Una foja de 19-0 combinada en semifinales y finales en el Melbourne Park.
"La experiencia de estar en esta situación y circunstancia particular antes ayuda. También el hecho de que nunca he perdido la final del Abierto de Australia me sirve definitivamente como apoyo a la confianza para el domingo", expresó. "Pero desde luego, hay que hacer el trabajo en la cancha".
Eso es precisamente lo que parece facilitársele más.