“Somos las valientes guerreras. Una perfecta combinación”
Así se expresó Astrid Valiente en referencia a ella y su compañera Aumi Guerra, luego del triunfo en los Juegos Panamericanos de Lima
Aumi Guerra y Astrid Valiente deberán ser reconocidas por sus apellidos, y la segunda de ambas le encontró una buena manera para definirse como la dupla histórica que la tarde de este sábado hizo historia en el Bowling Center, en los Juegos Panamericanos de Lima.
Guerra y Valiente le dieron a la República Dominicana no sólo la primera medalla de los Juegos Panamericanos, sino también la primera que gana el boliche en dobles femenino en toda su historia en una competencia de este nivel. “Eso te dice a ti que nosotros somos competitivos al más alto nivel. Ya no solo individualmente, sino también estamos dando medallas en eventos de equipos. Se nos hacía difícil en el pasado. Y que lo lograramos aquí y con la calidad que hay aquí del más alto nivel, dice mucho para nuestro deporte”, dijo Guerra.
“Yo estoy orgullosa de ser parte de la historia que estamos viviendo en este momento”, señaló Astrid. Precisamente ella es quien define el nombre con el que debe ser recordado este dúo: “Somos las valientes guerreras. Una perfecta combinación.”, en alusión a la mezcla de los apellidos de las dos atletas. “Orgullosas del apellido que llevamos las dos y poniéndolo en práctica en la cancha”.
Ambas, después de comenzar de líderes en la segunda ronda del torneo de dobles femeninos, vieron como después de los primeros dos juegos su liderato comenzó a descender, en especial por el dúo estadounidense y ya iban por plata. Las cosas siguieron empeorando hasta llegar a fijarse en el tercer lugar.
No iba as ser todo. Porque debieron esperar hasta el último juego para definir la medalla.
“Nos venían picando cerca Puerto Rico y Aruba y entonces el estrés duró hasta el último juego y hasta el último “frame”, dijo Guerra.
El historial de medalla, a nivel de Juegos Panamericanos para el boliche comienza con dos en los Juegos de Río 2007, donde el dúo conformado por Rolando Antonio Sebelén y Victor Richardson le otorgan al país el primer metal, un bronce, en la modalidad de dobles. En esa misma edición, Guerra también conquista bronce en individual, que por igual es la primera medalla en sencillo de ese deporte.
En el los Panamericanos de Guadalajara 2011, en masculino Manino Fernández se convierte en el primer atleta masculino con un bronce individual y para los Juegos de Toronto 2015, también en individual es Guerra quien conquista plata, de paso la presea de más alto nivel que ostenta el país en Panamericanos.
Y este sábado llegó el bronce en dobles femenino. “Es la primera medalla”, dice Guerra. “Esta medalla de bronce sabe a gloria”.
La hazaña cobra más valor, ya que Guerra viene acumulando méritos por más de una década, pero necesitaba de alguien más en femenino.
La tensión en la pista de competencia se incrementó a tal nivel, que el exselección nacional, don Rolando Sebelén “literalmente estaba llorando” dijo Guerra. “Estuvo muy intenso. Duramos como cinco horas jugando ese evento, y tanto don Rolando como el presidente de la Federación (Francis Soto) duraron como cuatro horas ahí sufriendo”.
Astrid sostiene que la parte más difícil fue “cuando las cosas no van bien, comenzar de nuevo, no rendirse”, analiza. “Seguíamos bajando y bajando. Las cosas no se estaban dando bien. Es difícil cuando uno se ve empezando desde bajo y ver que las demás se acercan. Tuvimos que limpiar nuestra mente y comenzar de nuevo”.
Ellas se fueron liderando la serie el jueves y la competencia retornó este sábado, por lo que el perder el ritmo también pudo ser un hecho adverso. Tampoco se entrenaron el viernes pues la cancha estuvo cerrada debido a la inauguración.
Astrid trabaja como asistente de un colegio privado desde infante hasta preescolar, es madre de dos niñas, una de ocho meses y otra de cuatro años.
Don Rolando
El exjugador de boliche y propietario de la bolera en la que practica Aumi, el Sebelen Bowling Center no pudo mantenerse en control. La medalla estaba todavía en juego hasta el final. “Realmente la emoción”, dijo don Rolando a Diario Libre. “Recuerda que Aumi nació dentro del Sebelen Bowling Center y es como una hija para nosotros, al igual que su compañera, Astrid. Y ser la primera medalla para el país, luchada palmo a palmo es grandioso. Jugaron como lo que son: dos campeonas, jugaron precioso. Iban peleando hasta el último juego. Todo se decidió a mitad del último juego”.
Aunque vivió muchas emociones como atleta, reconoce que desde las gradas se pasan momentos difíciles. “Se sufre más, desde afuera, porque uno está empujando, cuando uno siente el deporte, cuando siente el país”.