Cambio climático pone en peligro el hóckey sobre hielo al aire libre
El clima se está calentando, varía más, y hay menos hielo
Este año Canadá tuvo que postergar su Clásico de Invierno
Larry Asp se crió jugando al hóckey sobre hielo en esta pequeña localidad rural a la que regresó hace poco. Desde que volvió tiene las llaves de la pista de patinaje “Rink of Dreams” que da a los 90 residentes la posibilidad de patinar al aire libre durante el crudo invierno canadiense.
En estos llanos a una hora de auto de Edmonton, el hielo ya no dura tanto como cuando Asp era un niño. Asp abrió la puerta de la pista, que a fines de septiembre era un terreno polvoriento, después de un verano en el que fue usada para competencias ecuestres, y miró hacia el horizonte.
“Estamos a merced de la naturaleza”, expresó. “En la primavera el hielo se derrite rápidamente. Tenemos suerte si dura cuatro meses”.
Para diciembre, el terreno había vuelto a ser una pista de patinaje y se jugaba de nuevo al hóckey sobre hielo. Dos horas de auto al sudoeste, en Sylvan Lake, una superficie de 2.200 metros cuadrados donde se patina en invierno abrió el 19 de diciembre. Normalmente hay hielo hasta mediados de marzo.
El hóckey sobre hielo en masas de agua congelada es una tradición en sitios como Kingman y Sylvan Lake, tanto en Canadá como en Estados Unidos y en otros países con inviernos muy fríos. Pero cada vez hay menos oportunidades de disfrutar de este pasatiempo. Los expertos dicen que el cambio climático acorta la temporada fría y ello compromete el futuro de los partidos en su ambiente natural, al aire libre.
“El clima se está calentando, varía más, y hay menos hielo”, expresó Michelle Rutty, profesora del medio ambiente de la Universidad de Waterloo en Ontario. “Es posible que haya temporadas de invierno cada vez más cortas, lo que hace peligrar el hóckey jugado al aire libre, en estanques con aguas congeladas”.
Este año Canadá tuvo que postergar su Clásico de Invierno, un partido de la liga profesional que se juega el 1ro de enero, debido a la pandemia. Los fanáticos se vieron privados de un ritual que incluye relatos de los jugadores de cómo se preparabón para los partidos al aire libre y no hubo aficionados en las tribunas de estadios sin techo ansiosos por ver a sus ídolos.
Dentro de una generación, los jugadores profesionales tal vez ya no tengan esos recuerdos de infancia.
“Todo ha cambiado mucho. Ahora todos van a los estadios”, expresó Craig Berube, técnico San Luis, el campeón de la Stanley Cup (el trofeo que se lleva el ganador de la NHL, la súperliga de hóckey con equipos de Estados Unidos y Canadá), quien se crió a menos de dos horas de Kingman. “Todos tienen ‘arenas’. Ya no van a jugar a los estanques”.
En todos los sitios donde todavía hay estanques que se congelan, la gente sigue usándolos para jugar el hóckey. La Federación Internacional de Hóckey sobre Hielo calcula que Canadá tiene unos 5.000 estanques donde se puede jugar al aire libre.
En muchas comunidades los viernes se juegan partidos que están rodeados de otras actividades.
“Es una experiencia típicamente canadiense”, manifestó Joanne Bjornson, de Sylvan Lake. “Todas las comunidades tienen una pista al aire libre”.
Patinar en una masa de agua congelada o en una pista en los patios de las casas es otra actividad muy canadiense. Walter Gretzky construyó una usando una regadora de césped en Brantford, Ontario, donde se formó su hijo, el fenomenal Wayne Gretzky.
En Kingman, Wilf Brooks y Trent Kenyon recaudaron dinero para mantener el “Rink of Dreams” (La pista de ensueño), que se encuentra pegada a una oficina de correos y recibe entre 60 y 70 patinadores los viernes por la noche.
“Tenemos una Zamboni”, dijo Kenyon, aludiendo a una máquina que aplana el hielo. “En muy pocos lugares puede patinar afuera y no cuesta nada. Te presentas y disfrutas de este lindo hielo”.
Brooks calcula que en 1963 había unas 125 pistas de patinaje al aire libre en la zona de Edmonton y que ahora quedan unas 25.
“Probablemente el 70% de los jóvenes jugaban y esquiaban en estanques o en pistas al aire libre que quedaban cerca de sus casas”, relató Brooks. “Es un estilo de vida, un ritual”.
Que tal vez no sobreviva mucho. Un informe sobre el cambio climático en Canadá del 2019 dijo que la superficie de los lagos ha disminuido en los últimos 50 años porque el hielo se forma más tarde y se deshiela más temprano.
“La temporada invernal se está acortando”, declaró Stuart Evans, profesor de geografía de la Universidad de Buffalo y del Instituto RENEW. “Los primeros días con temperaturas de congelación llegan más tarde y los últimos más temprano. Hay menos días con temperaturas de congelación”.
Por ahora sobreviven muchos estanques que se congelan y abundan el chocolate caliente y los hot dogs cuando las temperaturas bajan.
“Es nuestra cultura. Nuestra esencia”, dijo Brooks. “Todos los chicos quieren colocarse los patines de hielo, aunque sea para patinar en el río”.