El "cosaco" Usyk promete espectáculo antes de su combate contra Joshua
Usyk se mostró más tranquilo que su adversario cuando éste compareció ante la prensa el miércoles
El peso pesado ucraniano Oleksandr Usyk destacó su herencia de cosaco para afrontar un rudo combate en el que conservar su título mundial contra el británico Anthony Joshua, cuya carrera podría verse amenazada en caso de derrota el sábado.
Usyk, apoyado por millones de ucranianos cuyas vidas se han visto desestabilizadas por la guerra, parte como favorito en las apuestas para el combate del sábado en Yedá, Arabia Saudita, un año después de su victoria contra Joshua por unanimidad de los jueces en Londres.
El inmenso Joshua (1,98 contra 1,91 de Usyk), antiguo campeón olímpico de los pesos pesados (y 24 victorias y dos derrotas como profesional), se ha estado entrenando en los últimos meses con el reputado estadounidense Robert Garcia para desarrollar un estilo más agresivo.
Usyk se mostró más tranquilo que su adversario cuando éste compareció ante la prensa el miércoles. Vestido con el traje tradicional, el cráneo rapado con excepción de una mecha al estilo cosaco, entonó un canto patriótico ucraniano delante de la prensa del mundo entero.
De manera excepcional, el combate será difundido de manera gratuita en Ucrania, una motivación suplementaria para Usyk, que sirvió como voluntario en el ejército ucraniano en febrero, antes de aceptar una revancha.
El promotor Alexander Krassyuk señaló el enorme apoyo de los ucranianos por Usyk: "Ha estado en contacto con militares de alto rango, ha visitado hospitales y ha visitado a soldados heridos. En cada ocasión, le pidieron que disputara esta revancha. La gente quiere que pelee".
Durante la rueda de prensa, Usyk continuó su espectáculo con una muestra de destreza, tirando al aire cuatro monedas posadas sobre su mano y atrapándolas una a una antes de que tocaran el suelo.
"Parece un cíborg"
La preparación del zurdo ucraniano no ha sido menos espectacular: pedaleó 100 kilómetros a 45 grados centígrados, nadó durante cinco horas consecutivas y mantuvo la respiración bajo el agua durante 4 minutos y 45 segundos al borde del desmayo, declaró su manager Egis Klimas.
"Parece un cíborg. Ha vivido un infierno en el campo de entrenamiento estos últimos tres meses", declaró el promotor Krassyuk a propósito de Usyk, con una carrera brillante como amateur e invicto en 19 combates profesionales.
Joshua fue discreto sobre su estrategia, pero se espera que imponga su físico y su envergadura contra Usyk, más pequeño que él, pero cuya velocidad y variedad de golpes le sorprendió en septiembre pasado.
El británico de 32 años rechazó los rumores que apuntan a su eventual retirada en caso de derrota, pero admitió que no podía permitirse una tercera derrota en su carrera.
"Estoy obligado a ganar. La preparación ha sido difícil, pero me encanta la presión", declaró Joshua.
Joshua ya sabe lo que es ganar en Arabia Saudita, ya que fue en este país del Golfo donde derrotó a Andy Ruiz en diciembre de 2019, en lo que fue el combate de revancha después de que unos meses antes el mexicano infligiese al británico la primera derrota de su carrera profesional.
Durante el pesaje de los dos púgiles del viernes, Joshua marcó 10 kilos más que su adversario sobre la balanza (110,9 kilos para el británico contra los 100,5 de Usyk).
Estas cifras son similares a las de su primer combate en Londres y contradicen los rumores sobre una eventual ganancia de peso del ucraniano para contrarrestar a su rival.