Caso Lionel Messi: tres salidas posibles al conflicto con el FC Barcelona
El presidente, Josep Maria Bartomeu, que ofreció su dimisión
Para marcharse del Barça, Messi debería negociar con la directiva del club una drástica bajada de su cláusula
En medio de un pulso con el FC Barcelona por su traspaso, el astro argentino Lionel Messi tiene ante sí tres opciones.
Messi se queda en el Barça
Era la opción que quería evitar Messi, pero que se ha ido colocando como la más probable, como lo reconoció casi a regañadientes el jueves su padre y agente Jorge Messi.
Messi ha hecho todo lo posible para desanimar al Barcelona en su deseo de que siga en el club, como boicotear el domingo la primera cita de los jugadores tras las cortas vacaciones para una sesión de test PCR de detección del nuevo coronavirus, pero podría seguir vistiendo los colores azulgrana al menos hasta el final de su contrato, el 30 de junio de 2021.
Messi no descarta quedarse en el Barcelona
El clan Messi estudia la opción de quedarse en el FC Barcelona
Porque sí, pese a sus ganas de marcharse y pese a las cláusulas, formalmente la 'Pulga' tiene todavía una temporada de contrato con el conjunto catalán.
Es la opción por la que apuesta el club. El presidente, Josep Maria Bartomeu, que ofreció su dimisión en caso de que Messi confirme públicamente que se quedará si deja el cargo, afirmó desde el inicio del culebrón con el argentino que solo negociará con el clan Messi una renovación, no una venta.
El martes pasado, luego de recibir el correo de los abogados de Messi que informaba de su deseo de romper su compromiso con el club, los dirigentes le respondieron por este mismo canal para recordarle que todavía le quedaba un año de contrato antes de poder marcharse libre.
Messi se va pagando su cláusula de rescisión
La opción menos beligerante, pero también la menos probable, sería activar y pagar él mismo su astronómica cláusula de rescisión, fijada en 700 millones de euros (828 millones de dólares) por el Barça, una suma que ningún club en el mundo puede pagar hoy razonablemente.
El traspaso más caro de la historia sigue siendo el de Neymar, del Barça al París Saint-Germain, en 2017 por cinco años y 222 millones de euros (262 millones de dólares). El valor de Messi (33 años frente a los 25 de 'Ney' en el momento del fichaje) en la actualidad es de unos 110 millones de euros (130 millones de dólares).
Para marcharse del Barça, Messi debería negociar con la directiva del club una drástica bajada de su cláusula, como hizo su eterno rival Cristiano Ronaldo en 2018 para salir del Real Madrid en dirección a la Juventus por 105 millones de euros (124 millones de dólares).
E incluso si el Barça, que estos días rechaza negociar una salida, acepta, Messi tendría que ayudar a su club de destino para abonar su cláusula, como hizo Neymar en 2017.
Porque incluso con una cláusula cercana a su precio real de mercado (110 millones de euros) para los clubes más ricos de Europa, Manchester City y PSG incluidos, sería difícil afrontar esta suma además del salario del argentino, el más elevado en el mundo del fútbol, de unos 100 millones de euros (118 millones de dólares) brutos anuales, bonificaciones incluidas.
Messi se va sin pagar, el litigio sigue en los tribunales
La última opción de Messi para dejar el Barça, la más conflictiva, sería recurrir a la FIFA para forzar un traspaso.
Si Messi se une a otro club el Barça llevará el caso sin duda a las cortes laborales, por una ruptura unilateral de contrato por parte del jugador, sin un motivo válido.
Según la prensa española, en ese caso, el FC Barcelona podría pedir una indemnización de hasta los 700 millones de euros de la cláusula de rescisión del '10' argentino.
En caso de que el Barcelona saliera ganador en este caso que duraría varios meses en los tribunales, Messi y su equipo de destino deberían indemnizar al conjunto español a la altura de los perjuicios estimados por el juez, una suma que dependería de muchas variables (duración del contrato, salario, peso del jugador en las finanzas del club...).
Su club de destino también podría recibir una sanción por parte de la FIFA por haber negociado con el jugador más allá del plazo autorizado de seis meses antes del fin del contrato.