Imputado el sucesor de Rubiales por la presunta corrupción en la federación española de fútbol
La magistrada acordó cambiar la condición procesal del imputado de testigo a investigado
El presidente interino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Pedro Rocha, fue imputado este viernes por la presunta corrupción en esta organización en la época de su antecesor, Luis Rubiales, informó el tribunal.
Único candidato en las elecciones de la RFEF del 6 de mayo, Rocha fue a declarar este viernes en condición de testigo al tribunal que investiga el caso y salió como imputado.
"La magistrada titular (...) ha acordado en la mañana de hoy cambiar la condición procesal de Pedro Rocha de testigo a investigado" por el "caso Brody", informó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Están por definirse los presuntos delitos por los que se le investiga y la fecha de su próxima declaración, añadió el TSJM.
Rubiales, que fue detenido brevemente por la policía a su llegada a España desde República Dominicana el 3 de abril como parte de la investigación, deberá declarar el 29 de abril.
Rocha estaba a punto de sustituir definitivamente a Rubiales como presidente, ya que los medios de comunicación españoles informan de que los otros dos candidatos, Carlos Herrera y Eva Parera, no pudieron reunir el mínimo de 21 avales necesarios de los miembros de la asamblea de la RFEF, mientras que él cuenta con 107.
La Policía española allanó en marzo 11 sedes, entre ellas la de la RFEF en Madrid y la casa de Rubiales en Granada, en el marco de la investigación por corrupción y otros delitos.
Se investigan contratos de la Federación firmados desde 2018, incluyendo uno de Rubiales para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí.
Los contratos de la Supercopa valen 40 millones de euros al año (43 millones de dólares) con el acuerdo intermediado por Kosmos, una compañía propiedad del exdefensa del Barcelona y España Gerard Piqué.
Rubiales se vio obligado a dimitir como jefe de la RFEF en setiembre por un beso forzado que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras el triunfo de España en la final del Mundial, en Sídney en agosto, en un caso que tuvo resonancia global.