El día que Pelé enloqueció el Estadio Olímpico de Santo Domingo
En 1976, el público dominicano lo vio jugar ante el club haitiano Violette
Un año antes de retirarse de las canchas, Pelé disputó un partido en el Estadio Olímpico Juan Pablo Duarte.
El hecho se produjo el tres de junio de 1976 y el mito brasileño fue tratado a la altura de su figura; desde el aterrizaje, con visita al Palacio Nacional y recibido por el presidente Joaquín Balaguer hasta un estadio sobre las 25,000 personas que deliró hasta enloquecer cuando Pelé marcó el 2-1 al minuto 87 para el triunfo de su equipo.
En 1975, Edson Arantes do Nascimento había sido fichado por el New York Cosmos, en el intento del empresario Steve Ross por capturar la atención de los estadounidenses por el fútbol. Lo atrajo con un salario de US$1,4 millones por temporada.
Así se materializó
En marzo de 1975 el club de la Gran Manzana disputó una gira de partidos amistosos en un Haití que venía de participar en la Copa del Mundo de 1974 en Alemania y el estadio Sylvio Cator era de los más modernos del Caribe.
Los estadounidenses ganaron la gira y para septiembre volvieron, invitados por el dictador Jean Claude Duvalier, buscando revancha. Se impusieron al haitiano Victory FC, pero cayeron ante el histórico Violette FC por 2-1.
La revancha
Al año siguiente, de una reunión entre Ross y el empresario austríaco estadounidense Charles Bluhdorn, dueño mayoritario de la empresa Gulf and Western, se fraguó el viaje del Cosmos.
El partido midió al Violette FC y al New York Cosmos fue todo un acontecimiento en el país, organizado por la Cámara Americana de Comercio, la Fedofútbol, Central Romana Corporation, Secretaría de Estado de Deportes y la Dirección Nacional de Turismo.
Las boletas se vendieron como pan caliente a precio entre uno y cinco pesos de la época.
A Félix Disla Gómez, que ha ejercido la crónica especializada en el fútbol por más de cuatro décadas y que cubrió el encuentro con cámara en mano, le cuesta encontrar un partido que haya concitado más atención que ese, antes y después.
“Fue la primera vez que recuerdo ver centenares de vehículos con placas haitianas en las calles de Santo Domingo. Vino una gran delegación, nadie se quería perder ese acontecimiento”, dice Disla a Diario Libre.
Tras finalizar el partido, Pelé hizo una especie de vuelta olímpica, recorriendo todo el estadio y saludando a las personas, otra muestra más del carisma que le caracterizó desde que comenzó a jugar y hasta sus últimas intervenciones en público.
La visita de Pelé fue solo una de las iniciativas de Charles Bluhdorn (1926-1983), un magnate que se enamoró de la República Dominicana. Su inversión en la industria azucarera y en la turística (creador de Casa de Campo, Altos de Chavón y promotor de Miss Universe 1977) repercutió en el deporte con eventos como ese y la visita de los Houston Rockets ese año.