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Ecuador: El nuevo ADN futbolístico camino a Qatar

Independiente del Valle es el club de fútbol ecuatoriano de donde han salido buena parte de la nueva generación

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Ecuador: El nuevo ADN futbolístico camino a Qatar
Un grupo de jugadores al final de un entrenamiento en la academia de Independiente del Valle en Quito, Ecuador, el viernes 2 de septiembre de 2022. (AP/DOLORES OCHOA)

En las canchas del club hay una actividad frenética. Jóvenes entre 12 y 13 años disputan un cotejo amistoso, otros con más edad tocan el balón en jugadas de vértigo en espacio reducido, mientras el entrenador les ordena que mantengan la calma y se manejen con inteligencia.

Los distintos cuerpos técnicos buscan pulir el talento y habilidad de cada chico, en un ambiente con estrictos códigos y normas.

La actividad se desarrolla en las canteras del Independiente del Valle, el club de fútbol ecuatoriano de donde han salido buena parte de la nueva generación de jugadores que llevaron a la selección de Ecuador a la Copa del Mundo tras una ausencia de ocho años.

Cuando el técnico nacional Gustavo Alfaro citó a 28 jugadores para dos partidos amistosos en septiembre, la lista incluyó a 12 surgidos de las inferiores de los últimos campeones de la Copa Sudamericana.

Jugadores como el defensa central Piero Hincapié, de 20 años y que milita en el Bayer Leverkusen de la Bundesliga; el mediocampista Moisés Caicedo (21), del Brighton de la Liga Premier inglesa, y el extremo Gonzalo Plata (22), del Real Valladolid de España.

Designado de apuro a mediados de 2020, tras la desvinculación de Jordi Cruyff en plena pandemia del COVID-19, sin haber llegado a dirigir un solo entrenamiento de la selección, Alfaro supo sacarle provecho a estas jóvenes promesas.

Alfaro asumió en medio de dudas porque era la primera vez que dirigía a nivel de selecciones. Sin embargo, el timonel argentino comenzó de inmediato a poner su sello, al echar mano en sus primeras convocatorias de nuevos futbolistas e iniciar un recambio.

Y buena parte de la sangre joven pasó por las canteras de Independiente, el equipo más joven en el torneo ecuatoriano de primera división, que emergió a la palestra internacional al conseguir un inédito subcampeonato en la Copa Libertadores en 2016 y coronarse campeón de la Sudamericana tres años después. Además obtuvo nuevamente el título de la Sudamericana en la edición de este año, derrotando al club brasileño Sao Paulo en la final.

Alfaro hizo caso omiso a las críticas por dejar de lado a consagrados. Se mantuvo firme en su plan de llamar para la eliminatoria a jugadores jóvenes como Hincapié, Caicedo y Plata, entre otros, que hasta ese momento eran desconocidos y que tenían el común de haberse formado en las inferiores del Independiente.

¿Cuál es el secreto de la mayor mina ecuatoriana de talentos futbolísticos?

Formar a los chicos en lo deportivo, en lo personal y dotarles de estudio — al menos el bachillerato—, junto con una estricta disciplina y seguimiento, según los directivos del club.

“Buscamos que el nuestro sea un sello de calidad, que ese ADN se demuestre no sólo en la cancha, sino en los viajes, en las concentraciones, en los estudios”, señaló a The Associated Press Roberto Arroyo, gerente deportivo de Independiente del Valle.

“En las categorías inferiores tratamos siempre de que Independiente sea el mejor uniformado, el más puntual, el que deja mejor el camerino cuando lo utiliza; en el comedor, cuando se comparte con otros países, es como un sello que mostramos y que tratamos de que los chicos lo sientan como herramienta clave para su vida”, subrayó.

Juan Martínez, entrenador de la categoría Sub19 y coordinador de los jugadores promovidos a primera categoría, abundó. “Les enseñamos a los chicos que sus resultados son de su absoluta responsabilidad, que no hay excusas ni culpables para no ser los mejores, que más que los talentos individuales el grupo es lo más importante”, sostuvo a la AP.

“Nuestros jugadores deben aceptar nuestras normas y códigos de convivencia, donde esperamos sentar las mejores bases a través de valores”, agregó.

Unos 150 juveniles se entrenan actualmente en la sede del club en Sangolquí, la segunda urbe más grande y poblada de la provincia de Pichincha y llamada “Corazón del Valle”.

Arroyo resaltó que ahora el club vende a jugadores de 18 o 19 años y no de 25, como ocurría antes. Mencionó que en agosto vendieron a Joel Ordóñez, un defensa central de 18 años, al Brujas, y a Anthony Valencia, mediocampista de 19 años, al Royal Antwerp, ambos clubes de Bélgica.

“Futbolistas que no pudieron asistir a la graduación del bachillerato, pero que mandaron emotivos mensajes para sus compañeros graduados”, destacó. “El colegio también es innovador, es un proyecto que se denomina Reinvent ED, único en el país... Se basa en una educación personalizada para cada jugador en la cual deben cumplir metas semanales, siempre con el apoyo de los tutores, de los cuerpos técnicos e incluso de los directivos, que al menos una vez por semana asisten a las aulas y conversan con los profesores para verificar los avances y el rendimiento de los chicos”.

En caso de que algún joven no se adapte al esquema o empiece a demostrar signos de que no son se adaptan al régimen, como mal comportamiento, se hace una intervención conjunta con sicólogos, profesores y con la figura que ellos más respetan, el entrenador, para conducirle hacia el esquema que se maneja en el club, añadió.

En la graduación de bachillerato, el 18 de agosto, el maestro de ceremonias era Jefferson Camacho, de no más de 13 años y quien vestía un impecable traje y corbata negros, que sin miedo escénico y con solvencia evidenció que la formación de los jugadores es integral.

Una decena de nuevos bachilleres y futbolistas juveniles desfilaban orgullosos con capa y muceta frente a decenas de compañeros menores y ante sus familiares, que aplaudían con entusiasmo cuando eran nombrados.

“Dos de ellos se acercaron para pedirme el apoyo del club y seguir estudiando en la universidad. Estamos haciendo los contactos para apoyarlos”, aseguró Arroyo.

Ecuador integra el Grupo A de la Copa Mundial junto a Holanda, Senegal y Qatar, y escenificará con el anfitrión el primer choque de la cita mundialista, el 20 de noviembre.

Con una selección renovada y con un promedio de edad que oscilará en los 25 años, el equipo dirigido por Alfaro tendrá un desafío mayor: superar los octavos de final alcanzados en el Mundial de Alemania en 2006.

El entrenador argentino sabe que llevará bastante sangre joven a Qatar y por ello trata de inculcar a sus dirigidos la importancia del Mundial y la necesidad de superar lo hecho hasta ahora.

“Quienes estén en la cita mundialista deben saber que es un privilegio”, señaló. “Así como se ganaron ese derecho tienen obligaciones, queremos hacer el mejor mundial de la historia de Ecuador. Con lo que hicimos en la eliminatoria no nos alcanza, debemos mejorar”.

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