Los árbitros tienen que ejercer con más autoridad
Los encargados de administrar los partidos superan la prueba, pero requieren más poderío
Cada juego de la serie regular del torneo José León Asensio 2024-25 nos ha servido para evaluar los dictámenes de los árbitros dominicanos en las bases y el pentágono y salvo algunas inconsistencias en la zona de strikes, el aceleramiento en cantar decisiones en las bases, que obliga que la sentencia sea por obra del replay, podríamos decir que han pasado la prueba, aunque le sugerimos que apliquen las decisiones con más autoridad.
Cuba tuvo un árbitro llamado Amado Maestri, que debe ser referencia detrás del home marcando los lanzamientos. La brillante pluma de Jess Losada (padre) en una reseña en la revista Carteles nos dice que Roberto Amado Maestri Menéndez, oriundo del pueblo de Regla, nació el 8 de diciembre de 1909 y comenzó en los trajines del béisbol como receptor del equipo Cubanaleco.
Después de participar en la huelga obrera de 1935 perdió el empleo en la empresa eléctrica, colgó los spikes de jugador y se puso los de árbitro. Cierta tarde, mientras los conjuntos Habana y Almendares escenificaban un reñido encuentro en el estadio La Tropical, Amado escuchaba la insistente mofa de Roberto Ortiz, del Almendares, que había sido ponchado cantado en el primer episodio. En la parte alta del tercero detuvo el partido y se dirigió hacia el dugout y sin darle oportunidad de pronunciar palabra alguna le dijo: "Hace un buen rato lo estoy escuchando decir cosas incorrectas. Recuerde que los que están en las graderías no pagaron por presenciar que yo lo expulsé, sino que vinieron a verlo conectar un gran batazo".
Maestri fue árbitro en la Liga Mexicana y allí protagonizó otro hecho sin precedentes. El domingo 2 de junio de 1946, durante un desafío entre los conjuntos México y Veracruz, en el parque Delta, Maestri expulsó del juego al estadounidense Mickey Owens, catcher-mánager del México que se medía al Veracruz en el parque Delta, porque éste protestó en forma descompuesta una decisión en el home. Una concurrencia sobre las 30 mil personas observó que el magnate Jorge Pasquel, dueño del club México y presidente de la Liga, abandonó su palco y bajó al terreno con la intención de reprender a Maestri quien lo esperó y sin contemporizar, para evitar lo que de otra manera sería inevitable lo expulsó con plena conciencia de que el acto le significaba la pérdida del trabajo. "Yo me voy de la Liga y de México después del juego, pero usted se va ahora mismo del terreno". Al día siguiente acudió a las oficinas de la Liga a cobrar sus honorarios y regresó a Cuba.
Tom Lasorda, lanzando en Cuba con los Alacranes de Almendares, en el Estadio del Cerro, trató de enfrentar al árbitro Maestri. Lasorda se acercó al pentágono para cuestionar un par de bolas/strikes dados por el umpire cubano. Conforme Lasorda se acercaba al pentágono, Maestri abrió su chaqueta lo suficiente para que el pitcher pudiera ver una enorme pistola que tenía ajustada a sus pantalones. Lasorda frenó de golpe y puso la reversa y sólo atinó a gritarle: "Maestri, eres el mejor umpire que he conocido".
En una ocasión narró el inmenso Buck Canel que estaba bateando en el estadio de El Cerro (La Habana), Pedro -Perico- Formental y se salió del cajón de los bateadores para preguntarle al árbitro Amado Maestri: "¡Óyeme, ¿cuál es la cuenta?". Maestri consultó su contador de bolas y strikes y le respondió: "Tres y dos, Formental". Y el Perico, intrigado e interesado volvió a preguntar con cara de inocente: "Tres, qué, chico?". Siendo expulsado. Perucho le dice que él no lo ha insultado y Maestri le responde: "Los 25 mil fanáticos que están en las gradas se ríen porque entienden que me recordaste a mi madre".
Cabe señalar que en el quehacer diario Maestri siempre luchó en los conflictos laborales surgidos en la Compañía de Electricidad y mantuvo una postura vertical frente a la tiranía batistiana, tras producirse el golpe de estado del 10 de marzo de 1952.
Supo llamar la atención a tiempo y jamás fue débil ante la protesta airada. Respetaba y se daba a respetar, en una etapa en que no pocas veces debía intercambiar trompadas con los expulsados después del juego. Ni los más exaltados osaron tirarle un puñetazo en el terreno, a diferencia de otros que incluso acabaron noqueados. Hasta los más violentos sabían de los riesgos.
1963: El lanzador Milcíades Olivo es firmado por los Cardenales de San Luis y asignado a clase A.
1984: Alfredo Griffin es negociado por Toronto a los Atléticos de Oakland junto a Dave Collins por Bill Caudill.
1986: Nelson Norman, de los Caimanes del Sur, pasa a ocupar la primera posición como paracorto con más juegos protagonizados en la Liga Dominicana. Terminó la estación con 442.
1994: Los Leones del Escogido derrotan 5-3 al Licey cuando Nelson Liriano y Héctor de la Cruz, conectan tres hits cada uno, y Pedro Martínez Aquino se anotó el triunfo.
2006: José Uribe fallece en un accidente de automovilismo.