El Mundial de Fútbol Femenino, el evento más importante del verano
Inicia la novena edición del Mundial Femenino
Murales en Miami esperando la llegada de un Messi de vacaciones en las Bahamas, la novela entorno al futuro de Mbappé, las semifinales de la Copa de Oro de CONCACAF, los equipos en Europa en proceso de reforzar sus plantillas...noticias, todas que a pesar de su relevancia van quedando en segundo plano ante el inminente arranque de la novena edición de la Copa del Mundo de Fútbol Femenino.
Australia y Nueva Zelanda serán los países anfitriones de un evento que promete ser histórico. De entrada, será la primera vez que se juegue en formato de treinta y dos selecciones, divididas en ocho grupos de cuatro equipos cada uno.
El puntapié inicial será este 20 de julio en el Eden Park de Auckland, donde Nueva Zelanda se enfrentará a Noruega, país de mucha tradición y cultura en esta disciplina, campeonas del mundo en la edición de 1995 que tuvo lugar en Suecia. De ahí, un mes completo de buen fútbol hasta la final del 20 de agosto que tendrá a Sidney como sede.
Una modalidad que sigue creciendo, que no tiene techo, el público cada vez se identifica más y la atención prestada va generando ingresos importantes, algo que las principales marcas lo tienen muy presente. Los esfuerzos para su desarrollo en todo el planeta van cosechando buenos resultados.
La FIFA aumentó en un trescientos por ciento los premios por participación en comparación a la edición de 2019 celebrada en Francia, por lo que cada jugadora recibirá la suma de US$30,000 por ver acción durante la fase de grupos; cifra que representa una cantidad mayor de lo que anualmente muchas de las jugadoras perciben como salario en sus clubes. Estas primas aumentarán conforme se vaya avanzando en el torneo hasta llegar a la final, donde cada una de las integrantes de los planteles recibirán cantidades sin precedentes: US$195,000 para las subcampeonas y US$270,000 para las campeonas.
La maternidad, que por mucho tiempo se vio como un obstáculo en las carreras de las deportistas de alto rendimiento, es protagonista esta vez porque el Mundial contará con la mayor participación de futbolistas madres de la historia, dato que los organizadores han tomado en cuenta y permitirán a las jugadoras acudir con sus hijos, así como con sus cuidadores.
Con cuatro mundiales en su palmarés, Estados Unidos, la gran potencia en el fútbol femenino, es el gran favorito y rival a vencer. Felizmente, la brecha competitiva se va acortando y a la lista me atrevo a incluir a Inglaterra, España, la local Australia y Francia.