Pelota de La Normal, zapata del béisbol en República Dominicana
Tres he hechos memorables que marcaron esa etapa
La mayoría de los dominicanos, a ojo de buen cazador, diría que más de un 90 por ciento, no somos fiebruses de recrear y recordar la historia, sobre todo en béisbol. Por esa razón, tenemos una Liga de Béisbol (LIDOM) sin historia, sin registros oficiales, pero con mucho figureo mediático.
El béisbol lo amamos y lo sentimos porque lo jugamos desde niños y lo vemos y lo escuchamos de adultos, y transmitimos nuestro amor por el juego de generación en generación. El béisbol es una tradición familiar, tan criolla como el de la veneración a la Virgen de la Altagracia.
El béisbol está ligado a nosotros de una manera muy personal, pero es posible que no te des cuenta de cuánto está ligado también a la historia y el béisbol romántico, el de La Normal Presidente Trujillo, en su etapa de 1951-1954 está preñada de historias en esos cuatro torneos, que son la zapata de este pasatiempo.
En 1951, para complacer al gobierno de Trujillo se tomó la decisión de enterrar la historia pasada del béisbol y hemos seguido arrastrando este crimen. La historia no puede enterrarse de un plumazo, llegó el momento de que se desentierre la historia y se le dé el lugar que le corresponde a los héroes y equipos del pasado.
Vamos a vivir tres hechos memorables, cargados de gratos recuerdos y que da pena como el estadio de La Normal va desapareciendo poco a poco.
DEBUT DE PERRY: El estadounidense Alonzo Perry debutó con los Tigres de Licey el miércoles 11 de julio del 1951, y aunque su equipo ganó al Escogido, se fue de 4-0. El sábado 14 de julio, el “Gigante azul” inició una cadena de 27 choques seguidos bateando por terreno de nadie en la temporada regular, cadena que extendió a la serie final, que Licey ganó al Escogido en cinco enfrentamientos, para un total de 32.
Los seguidores de los Leones del Escogido no olvidarán que en la primera confrontación final, Perry bateó .400; empujó 14 carreras y disparó tres cuadrangulares, uno de ellos, el primer Grand Slam en un clásico final, que decidió la serie para los felinos.
EL DOMINIO DE OLIVO: Guayubín Olivo en los cuatro torneos de Veranos, béisbol conocido como el de La Normal, fue un cuchillo para los bateadores. Olivo tuvo marca de por vida en esos cuatro campeonatos 1951-54, de 34 ganados, 14 perdidos, 426.1 entradas, 87 carreras limpias para una efectividad de 1.83.
La “Montaña Noroestana” fue líder de efectividad en 1951 con 1.90, 27 carreras limpias en 128.0 episodios. En 1952, con 1.33, 17 limpias en 115.1 entradas y en 1954, 1.00 con 18 limpias en 87 innings.
VILLODAS, LÍDER BATE: Luis Villodas, antesalista y receptor nativo de Puerto Rico, fue el primer líder bateo del béisbol dominicano, militando en 1951 con las Aguilas Cibaeñas, con un astronómico promedio de .346. Participó en 47 juegos, 156 turnos, 54 hits,19 anotadas, 6 jonrones, 1 triple, 6 dobles, 14 bases y 8 ponches.
Mayo es el mes del nacimiento del beisbol dominicano, pero por estos lares, nadie quiere vivir de los recuerdos.
1959: Una multitud de 93,103 personas llegó al Coliseo de Los Ángeles en la "Noche de Roy Campanella" para mostrar su afecto por el receptor de los Dodgers paralizado. Los Dodgers fueron derrotados por los Yankees de Nueva York, 6-2, en un juego de exhibición que siguió a las ceremonias.
1960: Norm Sherry , un receptor de reemplazo de los Dodgers de Los Ángeles, conectó un jonrón en la entrada 11 para darle a su hermano, el lanzador de relevo Larry Sherry , una victoria de 3-2 sobre los Filis de Filadelfia en Los Ángeles.
1987: Rafael Belliard, de los Piratas de Pittsburgh, batea de 4-4 con par de dobles, la mayor cantidad de hits en su carrera.
1990: Tony Fernández, de Toronto, dispara su hit 1,000, un triple, frente al lanzador Don Pall de los Medias Blancas de Chicago.
1992: Samuel Sosa dispara su primer jonrón de la temporada y el 30 de por vida.
1997: Julio Franco, de los Indios de Cleveland, batea de 4-3 y eleva su total de hits de por vida a 2,096.