La poderosa alineación de EE.UU.
Los vigentes campeones podrían coronarse hoy a base de palos
El Clásico Mundial de Béisbol finaliza este martes cuando Estados Unidos se enfrente a Japón para tratar de mantener el campeonato conquistado en el 2017 y evitar el tercer título de los nipones, que ganaron las primeras dos ediciones, pero se fueron dos en blanco en los siguientes torneos.
Para los Estados Unidos, ganar el Clásico implicaría empatar con los nipones en el liderato histórico del torneo que completa hoy sus cinco ediciones y que tiene a República Dominicana como el único otro campeón (2013).
Los estadounidenses no llegaron como favoritos al torneo por las incógnitas en su pitcheo en sentido general.
Pero la alineación presentada por el dirigente Mark DeRosa es una que puede poner a temblar al más bravo de los lanzadores.
Comenzando por Mookie Betts, uno de los mejores bateadores de la Liga Nacional y de todo el negocio, que es seguido por Mike Trout, aun considerado el mejor jugador ofensivo del negocio, disputando el puesto de mejor pelotero en general con Shohei Ohtani, por consideraciones que todos sabemos de sobra.
El primera base Paul Goldschmidt y el antesalista Nolan Arenado son los siguientes verdugos en un túnel que parece ser una cámara de tortura para el lanzador mas aventajado.
Kyle Schwarber, Will Smith y Pete Alonso son los siguientes sicarios en este pelotón de la muerte que representa la alineación estadounidense.
El intermedista Tim Anderson y el torpedero Trea Turner cierran el listado.
¿Un campeón bate de noveno bate?
No sé si le hirieron el orgullo, pero los cuatro jonrones, 10 empujadas y promedio de .368 que ostenta Turner antes del partido final podrían ser un mensaje para que se le tome en cuenta como uno de los mejores bateadores del negocio.
Esta debe ser una de las alineaciones más temibles que ha puesto equipo de béisbol alguno en cualquier escenario posible, no hay un solo hueco de principio a fin.
Pero hay que recordar que en el béisbol no hay nada escrito y que hasta el más fuerte cae ante uno que podría no ser el favorito.
Y mejor aún, que un pitcher bueno puede tener un día brillante y de puro dominio, sin importar los prodigiosos bates que pueda enfrentar... es parte de la belleza de este deporte.