Una dolorosa derrota en el Clásico
Decisiones cuestionables del dirigente Rodney Linares en la parte final
La República Dominicana perdió ante Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol y quedó eliminada por segundo torneo en forma consecutiva, solo que ahora en primera ronda tal y como sucedió en el campeonato del 2009 cuando se perdieron los dos juegos contra Holanda.
El país solo consiguió dos victorias en el grupo de la muerte y no precisamente contra los países que uno esperaba sino contra Nicaragua e Israel.
En la eliminación de ayer, específicamente en el sexto episodio, cuando el dirigente Rodney Linares dejó batear a Francisco Mejía con hombres en las esquinas, teniendo un catcher reemplazo en la banca con Gary Sánchez y bates como los de Jeremy Peña, Jean Segura, Nelson Cruz, Robinson Canó y otros en la banca, la decisión no hizo sentido.
Linares explicó que no quería quedarse con un solo catcher... ahora tendrá que esperar al 2026 para el próximo juego.
Pero hay que darle crédito a Puerto Rico, que jugó de manera impecable y se merecieron su victoria y el pase a los cuartos de final.
El respeto a Nelson
Si algo ha quedado demostrado en esta edición del Clásico Mundial de Béisbol es que la directiva de la Federación Dominicana de Béisbol no se equivocó cuando designó a Nelson Cruz como el gerente general del equipo.
Sí, hubo muchas críticas (incluidas las mías) de que ese puesto en el roster podía usarse con un pelotero más versátil.
Pero está más que demostrado que equipos como una selección nacional de una categoría de Grandes Ligas, como la dominicana, necesita de un líder de la categoría y peso de Nelson.
Y lo tuvo. En la tercera jornada del Clásico, había al menos dos peloteros dominicanos que no habían jugado y ambos, por separado, fueron muy cuidadosos al expresarle su molestia a la prensa.
Ellos reconocieron que estaban en un equipo con muchas estrellas, que había que analizar cuáles eran las opciones del dirigente y demás.
Ambos repitieron las frases que les enseñan a los jugadores desde que son contratados a los 16 años por organizaciones de Grandes Ligas para tratar con la prensa. Lo que dijeron, que no era parte de lo “políticamente correcto” es que ambos estaban tranquilos por el respeto que tienen para con Cruz, un veterano de más de dos décadas en MLB.