Marcell Ozuna, controla lo de empinar el codo
Fue apresado en Atlanta en estado ebrio
Los atletas dominicanos en especial los jugadores de Grandes Ligas, están a diario en el microscopio de los medios de comunicación y de los fanáticos a través de las redes, porque hoy día, el que se sale de las líneas de cal, inmediatamente está en las nubes, por lo tanto “deben pisar fino” como nos advertían nuestros abuelos.
En el momento que estábamos meciéndonos en las reacciones en pro y en contra sobre la suspensión de Fernando Tatis III por parte de MLB, por violar la política antidopaje, cae como un rayo el apresamiento de “El Oso” Marcell Ozuna por manejar borracho en Atlanta. Y así comprobamos una vez más, con la velocidad de un “chuipe” que una noticia desplaza la otra.
A Marcell Ozuna, mi consejo de “viejo bohemio” es que cuando su codo se ponga en modo de “corrido y bateo”, por “La Magnífica” que aleje el pie derecho del acelerador o que se apoye en un “chofer designado” para evitar una tragedia o un escándalo de apresamiento.
Es importante y debemos reconocer que Major League al menos ha hecho un esfuerzo en los últimos años para dejar de hacerse de la vista gorda ante lo que estaba sucediendo justo frente a ellos con los esteroides y las drogas que mejoran el rendimiento, ahora se están descubriendo en el marco del Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de Drogas, y los jugadores ahora están pagando un precio muy alto, pero justo, por cualquier violación y se le coloca un EPD a los tramposos.
Si bien muchos dirán que esa política es arbitraria y dictatorial porque no admite apelación, al menos MLB tomó como vacuna los pasos sugeridos por el Informe Mitchel.
Major League Baseball está vigilante junto con el Sindicato de Jugadores para informar y educar a los peloteros sobre los peligros y las consecuencias de consumir esteroides y otras “yerbas” toxicas. Sin embargo, estas dos entidades se han hecho completamente de la vista gorda sobre una de las causas y preocupaciones más públicas: Conducir ebrio.
En 1954, las Estrellas de Oriente y los Tigres del Licey celebran el primer juego de la serie final del béisbol dominicano y los orientales ganaron 6-4, anotándose el triunfo Carrao Bracho.
En 1992, Luis Polonia, Anaheim, se roba el home contra los Yanquis, siendo la segunda vez que logra tal proeza.
En el 2000, Raúl Eusebio, Houston, batea de 3-1 y extiende a 20 su racha de juegos seguidos dando de hit.
En el 2003, Vladimir Guerrero dispara su jonrón 226, rompiendo el empate que tenía con Andre Dawson en la franquicia de Montreal.
En el 2003, Miguel Tejada inicia su partido número 559 consecutivo para establecer un récord del equipo. El campocorto de los Atléticos, quien tiene la racha activa más larga en las mayores, se perdió un juego por última vez el 1 de mayo de 2000.
En el 2004, Deivi Cruz, San Francisco, batea de 7-4 frente a los Mets y consigue el hit 1,000 de su carrera.