El viento asusta en la segunda etapa del Tour de Francia
La jornada ofrece varias oportunidades de ataque y roturas en el pelotón
Desde su segundo día, el Tour de Francia ofrece el sábado un final de alto riesgo para los candidatos al maillot amarillo expuestos al viento del mar sobre el doble puente del Grand Belt que precede la llegada a Nyborg.
Antes de ese punto álgido, el recorrido de 202,2 kilómetros parte desde Roskilde, la antigua capital de Dinamarca entre los siglos X y XV, en una etapa con muchos tramos cerca del mar.
La jornada ofrece varias oportunidades de ataque y roturas en el pelotón, a poco que el viento (anunciado a 25km/h con ráfagas de hasta 30 km/h), sople a lo largo de las costas, en una ruta desprovista de cobertura natural.
"El pelotón podría dispersarse incluso antes de cruzar el puente", alerta el director de carrera, Thierry Gouvenou, guionista de un final con intriga.
Acercándose a la conclusión de la jornada, la carrera pasa sobre el brazo del mar que separa dos de las principales islas danesas (Seeland y Fionie), una carretera importante construida hace cerca de un cuarto de siglo y bloqueada excepcionalmente para el Tour.
A la salida de estos 18 kilómetros que requerirán un compromiso total, la línea de meta estará a tan sólo 3 kilómetros. "Si alguien ya está distanciado, no habrá tiempo para organizarse e intentar volver", avisa Gouvenou.
Con salida de Roskilde a las 12h15 (10h15 GMT) y lanzada a las 12h35 (10h35 GMT), la llegada a Nyborg está prevista a las 17h11 (15h11 GMT) con previsión de unos 44 km/h de media.