Los atletas no son infalibles
Simone Biles y Naomi Osaka muestran la otra cara de la práctica deportiva
Si había dos atletas que estaban programadas para llevárselo todo en los Juegos Olímpicos de Tokio eran la gimnasta Simone Biles, de Estados Unidos, y la tenista japonesa Naomi Osaka, ambas número uno en sus respectivas especialidades.
Al leer esta columna, ambas ya tienen horas de haber sido descartadas de medallas en su participación en Tokio 2020.
En el caso de Biles, su salida se produce en medio de las competencias por equipo y aunque originalmente se asumió que se trataba de una lesión, luego supimos que la estadounidense decidió retirarse porque no se sentía, mentalmente hablando, en condiciones para seguir.
“No confío en mí misma tanto como antes. No sé si es la edad. Me pongo un poco más nerviosa”, dijo Biles a The Associated Press. “Siento que esto ya no me divierte tanto”.
No está claro si participará en los otros cinco eventos en los que se encuentra clasificada.
Todo el mundo conoce lo sucedido recientemente con Osaka, que abandonó el Abierto Francés por la ansiedad que le genera enfrentar a la prensa y también estuvo ausente de Wimbledon.
La japonesa confesó después de su derrota ante la checa Marketa Vondrousova que sintió demasiada presión, luego de haber sido la encargada de encender el pebetero como anfitriona de unos Juegos que originalmente no la querían para esa función.
“Sentía mucha presión por esto”, dijo Osaka a la AP. “Quizás porque nunca había estado en unos Juegos Olímpicos. Demasiada para ser los primeros”. Ojalá la gente entienda que los atletas también son seres humanos que sufren y sienten.