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El fenómeno Franklin Mirabal

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El fenómeno Franklin Mirabal
Franklin Mirabal tiene 40 frases que controlan la narración del béisbol invernal 2018.

En el béisbol dominicano hemos tenido el privilegio de haber escuchado la descripción de los partidos en las voces inconfundibles como la del cubano “El Dinámico” Rafael Rubí y el venezolano Delio Amado León.

Nos deleitamos con la impecable y sobria narración de Félix Acosta Núñez, Billy Berroa, Lilin Díaz, Papi Pimentel, Guelo Tueni, Radhamés González y Mendy López.

Hoy estamos ante un “fenómeno” del espectáculo narrativo, del “show urbano” en la cadena de los Tigres del Licey con Franklin Mirabal, el “Rey del Trending”. La diversión ha calado de tal forma que los niños cuando entran al aula dicen: “¡Qué bonita se ve esa pizarra!”. Y en las discotecas se repite en la pista sin cesar: ¡Quítense del medio!.

Franklin Mirabal es el fenómeno del momento y no hay que dudarlo: “Lo engañó como a un niño chiquitico”.

“El Dinámico” Rafael Rubí se convirtió en el narrador extranjero más famoso en la República Dominicana, no sólo por sus descripciones peculiares y los apodos que bautizaba los jugadores. Creó un estilo propio y contagioso.

La popularidad de Rubí rompió todos los récords a escala nacional, desde que el 23 de octubre de 1955 realizó la primera transmisión del juego de los Tigres del Licey y Estrellas Orientales, en el estadio Trujillo. Desde ese día acuñó Rubí la frase famosa al darle paso a Mario Alvarez: ¿Qué te parece Cuchito?

Rubí brilló en Cuba junto a narradores del calibre de René Cañizares (Kañita), Manolo de la Reguera, Orlando Sánchez Diago y Cuco Conde. Transmitiendo en Cuba un juego por Radio Salas, describió un jonrón de esta manera: “Se va, se va la bola, se va y se fue para casa del carajo”. Lo suspendieron por diez días.

Fue el autor de frases y apodos que son parte del arsenal beisbolero nacional: Ave María Chico, Línea enana, Sonó la galleta, a Harry Chiti lo bautizó “El camión de la carne” y a Felipe Alou “El Panqué”.

Recuerdo a Bobby Salamanca junto a Felo Ramírez y Eddy Martin que conformaban el triunvirato de los narradores más completos de todos los tiempos en Cuba. Los conocí a los tres.

En 1978, en los Juegos Centroamericanos de Medellín me deleitaba escuchando a Salamanca cuando describía un jonrón: “Adiós Lolita de mi vida”. Hago esta introducción y la corono con otra frase de Salamanca “abanicando la brisa”.

O al nuevo estilo de Mirabal: “Cayó el primero... Sabroso”.

Un día como hoy: 1985, el Escogido derrota 6x0 a Licey en un juego iniciado por Mickey Mahler por los melenudos y al realizar el tercer out del tercer episodio completó 500 entradas, primer importado en alcanzar esa cifra en la pelota nuestra.

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