Moisés Alou: “Ganamos el Clásico porque jugamos como una familia”
Se cumplen hoy ocho años del título invicto de la República Dominicana
Para el gerente general del equipo dominicano que ganó el Clásico Mundial de Béisbol de manera invicta en el 2013, esa experiencia superó con creces sus años en Grandes Ligas, dejó atrás su título de la Serie Mundial y todos los logros conseguidos de manera individual.
Para Moisés Alou, ganar el Clásico Mundial, fue un asunto de orgullo patrio, pero más que nada de confraternidad.
“Ganamos el Clásico porque jugamos como una familia; jugamos como un equipo en el que nadie se veía o se sentía más que nadie, no había superestrellas, sino jugadores pujando hacia una misma meta”, dijo Alou a Diario Libre al recordar la hazaña alcanzada por la República Dominicana en la tercera edición del torneo que reunió a 16 países.
La final del Clásico del 2013 fue épica, con un enfrentamiento ante Puerto Rico, eterno rival en materia de béisbol internacional de los dominicanos, y limitando a solo tres indiscutibles la ofensiva boricua, el hombre del plátano -Fernando Rodney- consiguió el salvamento, y borró la humillación sufrida cuatro años antes cuando Holanda venció dos veces a los dominicanos, y los eliminó del torneo.
“Fernando estuvo imbateable todo el tiempo, fue algo impresionante. Recuerdo que en un partido, unos fanáticos dominicanos entraron con un racimo de plátano al estadio, y él les quitó uno, y se lo puso en la cintura como si fuera una pistola, eso lo enfocaron en la pantalla gigante, y el resto es historia”, relató Alou.
La influencia de Canó
El Clásico Mundial de Béisbol del 2013 fue el evento de Robinson Canó, el intermedista dominicano.
Canó, quien jugó su última temporada con los Yanquis después del torneo, no solo registró un astronómico .469, con seis empujadas que le mereció el premio al Jugador Más Valioso, sino que también se destacó en la cueva.
“El fue un gran motivador desde mucho antes de que saliéramos del país. Recuerdo que llamaba a los jugadores durante el invierno, y también el discurso que dio en el clubhouse cuando íbamos a comenzar el torneo. Puso a hablar de primero a Eury Pérez, y se encargó de que todo el mundo fuera tratado igual”, recordó Alou.
El respaldo del público
Una de las cosas que más disfrutó Alou, fue el respaldo de la fanaticada dominicana, tanto en los estadios como desde el país.
“Todos estábamos pendientes de la reacción en la isla desde que ganamos los primeros tres juegos. La verdad, fue una gran motivación. Y aunque la celebración no se produjo hasta noviembre, cuando terminó la Serie Mundial, la verdad es que en esa caravana sentimos el cariño de la gente”, agregó.
La República Dominicana ganó tres juegos en la ronda regular, tres más en la segunda fase, uno de las semifinales y el decisivo de la final.
El roster del equipo dominicano, que tuvo a Tony Peña como dirigente y a Moisés Alou de gerente general, tuvo a los lanzadores Lorenzo Barceló, Santiago Casilla, Angel Castro, Juan Cedeño, Samuel Deduno, Octavio Dotel, Kelvin Herrera, Fernando Rodney, Wandy Rodríguez, Atahualpa Severino, Alfredo Simón, Pedro Strop, José Veras y Edinson Vólquez.
También los receptores Francisco Peña y Carlos Santana y los infielders Edwin Encarnación, Leury García, Hanley Ramírez, José Reyes y Miguel Tejada, además de los jardineros Nelson Cruz, Alejandro De Aza, Ricardo Nanita, Eury Pérez y Moisés Sierra.
Los coaches del conjunto fueron José Canó, William Castro, Félix Fermín, Denny González, Alfredo Griffin y Juan Samuel.