Mascotas preguntan por qué el béisbol las quiere marginar
Si Filis alcanzan a jugar este año, lo más seguro es que el libro de aventuras de esta célebre mascota permanezca cerrado
Las Grandes Ligas buscan prohibir la presencia los personajes que divierten al público en los parques
El Phillie Phanatic escuchó atento mientras sus mejores amigos le contaban sus cuentos favoritos. Muchas historias hacían referencia a la forma en que este extraño ser llegó desde las Islas Galápagos hasta las calles empedradas de Filadelfia.
La mascota de los Filis estaba en la cama, mientras hacían la narración los astros Bryce Harper, Andrew McCutchen o el manager Joe Girardi, como lectores invitados para divertir a los fanáticos y unir a la comunidad de Filadelfia.
Pero si los Filis alcanzan a jugar este año, lo más seguro es que el libro de aventuras de esta célebre mascota permanezca cerrado.
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Las Grandes Ligas buscan prohibir la presencia de Pirate Parrot, Bernie Brewer, Blooper, Bernie the Marlin y sí, de todos los demás personajes, grandes y pequeños que divierten al público en los parques durante esta campaña, que de cualquier modo está en limbo por la pandemia de coronavirus.
Firebird Paws, el Oriole Bird, todos están en peligro de extinción, al menos este año, en caso de que el béisbol se reanude.
Y ni siquiera un bozal en el rostro de Mr. Met o una mascarilla en el de Mariner Moose ayudarán a su causa.
Así que las criaturas más hilarantes de este deporte tienen prohibido entrar al parque. Y eso no es divertido.
“Cada mascota debería ser esencial, por su capacidad para conectarse con la diversión y distraer gracias a ésta”, dijo Dave Raymond, experto en estos personajes.
Raymond conoce bien a todas las mascotas y fue la primera persona en encarnar al Phanatic. Luego, se dedicó a laborar como consultor de mascotas y ayudó a crear, promover y entrenar a la siguiente generación de cientos de personajes que aparecen en distintos estadios.
Las mascotas son tan emblemáticas de los parques de béisbol como los perros calientes y los jonrones. Y cada encuentro casual con alguna de estas mascotas da a los fanáticos más pequeños una oportunidad de intercambiar saludos, tomarse fotos y reforzar su afición por el béisbol.
En momentos en que este deporte se prepara para realizar juegos sin espectadores en el graderío, Raymond se pregunta: ¿Qué será de un juego sin una mascota?
“No es a mí a quien tienen que convencer de esa importancia, sino a quienes tienen el poder y no entienden esta verdad tan simple”, dijo.
Hay ya ejemplos que las Grandes Ligas podrían seguir, y que incluyen a las mascotas pese al hecho de que el parque se encuentre vacío.
Tan sólo se debe echar un vistazo a otros lugares del mundo. Las mascotas siguieron siendo parte de béisbol en Taiwán y Corea del Sur. Muchos televidentes estadounidenses que se durmieron tarde o se levantaron temprano para seguir los juegos de la liga surcoreana KBO en ESPN se mostraron encantados por las entusiastas rutinas de las mascotas en los estadios desiertos.
Los robots mellizos Lucky y Star, mascotas de los LG Twins, usaron mascarillas, lo mismo que un grupo de animadoras y un conjunto de percusionistas que aportaron algo de ambiente en un parque por lo demás silencioso.
En Taiwán, la Liga China de Béisol Profesional prohibió el ingreso de fanáticos en los estadios, ante las preocupaciones por el coronavirus en un espacio aglomerado. Sin embargo, la liga determinó que era seguro permitir la entrada a animadoras y mascotas.
“Éste es el momento más importante para aportar diversión, cuando la gente está enferma, muriendo y lidiando con la brutalidad de la vida”, dijo Raymond. “Éste es el momento en que uno quiere encontrar una forma de distraer a la gente y entretenerla”.
Rob Tornoe, caricaturista del Philadelphia Inquirer, dibujó al Phanatic con mascarilla, sentado en el techo del dugout, sujetando un teléfono y esperando a que le respondieran en la oficina de atención a los desempleados.
“Esto es de vida o muerte para muchos personajes, para muchos actores”, dijo Jon Cudo, quien alguna vez se desempeñó como mascota de los Timberwolves de Minnesota.
No es tan duro para la mayoría de los que visten los disfraces de las mascotas en las Grandes Ligas. Normalmente, esas personas desempeñan otras tareas en la organización o siguen activas en la comunidad con actos para distribuir alimentos, desfiles con los bomberos u otras iniciativas que buscan alentar a la comunidad durante la pademia.
Raymond organizó un curso mediante la Web, en el que participaron otras exmascotas, como Cudo. El título de la sesión era: “¿Qué diablos debe hacer ahora mi mascota?”.
La sugerencia más recurrente fue que las mascotas se mantuvieran conectadas con los fanáticos mediante las redes sociales.
Así, la etiqueta de “Mascot Mania” se ha vuelto popular en Instagram y TikTok. Permite ver la forma en que Mr. Met limpia ventanas; D. Baxter the Bobcat enseña medidas de seguridad para cruzar la calle y Wally the Green Monster graba mensajes virtuales con fines caritativos.
Y muestra que las mascotas tienen los mismos problemas que buena parte de la población en general.
Por ejemplo, ¿quien puede recortarle el pelo al Phanatic durante la cuarentena?
“Él no necesita un corte de cabello”, respondió Raymond. “Es en realidad una ventaja cuando está despeinado y largo”.
La realidad es que el Phanatic se sometió ya a un cambio de imagen este año. Su largo plumaje no le cubre ya las palmas de las manos, sus ojos están ahora delineados por figuras de estrellas, sus brazos presentan algunas escamas, su trasero es más abultado, su cola es azul, lo mismo que sus medias, y los zapatos se han cambiado a rojo —todo en medio de una demanda interpuesta contra el club por los creadores originales de la mascota.
Esos autores amenazaron con retirarles a los Filis los derechos sobre el personaje a partir del 15 de junio, para convertir al Phanatic en un “agente libre”, a menos que el equipo renegociara un acuerdo que data de 1984 para adquirir la imagen.
“Esto es de vida o muerte para muchos personajes, para muchos actores”, dijo Jon Cudo, quien alguna vez se desempeñó como mascota de los Timberwolves de Minnesota.
No es tan duro para la mayoría de los que visten los disfraces de las mascotas en las Grandes Ligas. Normalmente, esas personas desempeñan otras tareas en la organización o siguen activas en la comunidad con actos para distribuir alimentos, desfiles con los bomberos u otras iniciativas que buscan alentar a la comunidad durante la pademia.
Raymond organizó un curso mediante la Web, en el que participaron otras exmascotas, como Cudo. El título de la sesión era: “¿Qué diablos debe hacer ahora mi mascota?”.
La sugerencia más recurrente fue que las mascotas se mantuvieran conectadas con los fanáticos mediante las redes sociales.
Así, la etiqueta de “Mascot Mania” se ha vuelto popular en Instagram y TikTok. Permite ver la forma en que Mr. Met limpia ventanas; D. Baxter the Bobcat enseña medidas de seguridad para cruzar la calle y Wally the Green Monster graba mensajes virtuales con fines caritativos.
Y muestra que las mascotas tienen los mismos problemas que buena parte de la población en general.
Por ejemplo, ¿quien puede recortarle el pelo al Phanatic durante la cuarentena?
“Él no necesita un corte de cabello”, respondió Raymond. “Es en realidad una ventaja cuando está despeinado y largo”.
La realidad es que el Phanatic se sometió ya a un cambio de imagen este año. Su largo plumaje no le cubre ya las palmas de las manos, sus ojos están ahora delineados por figuras de estrellas, sus brazos presentan algunas escamas, su trasero es más abultado, su cola es azul, lo mismo que sus medias, y los zapatos se han cambiado a rojo —todo en medio de una demanda interpuesta contra el club por los creadores originales de la mascota.
Esos autores amenazaron con retirarles a los Filis los derechos sobre el personaje a partir del 15 de junio, para convertir al Phanatic en un “agente libre”, a menos que el equipo renegociara un acuerdo que data de 1984 para adquirir la imagen.
Las mascotas forman parte de otras tradiciones del béisbol que podrían ser erradicadas bajo una propuesta para la temporada de 2020. Se eliminaría el intercambio de tarjetas con las alineaciones, lo mismo que las palmadas, los choques de puños y los bat boys.
“No sé de nadie que haya comprado boletos de toda una temporada para ver al bat boy”, dijo Raymond. “Pero sí puedo decir eso de las mascotas. Vamos a perder a algo que atrae gente, más allá de lo que digan los nerds de las estadísticas”.
Además, cualquier fanático que haya asistido a un juego de los Filis a finales de la década de 1990 en el Veterans Stadium sabe que el Phanatic puede dar su espectáculo en un parque vacío.
Las mascotas sólo quieren apoyar al equipo de casa, a veces en forma cómica, y no les importa si obtienen alguna respuesta del público.
“Sólo les imploro que valoren las marcas del personaje”, dijo Raymond. “Hay una forma segura de divertirse, y francamente, la diversión es lo más importante en lo que se puede invertir ahora”.