Los Tigres del Licey expresan consternación por fallecimiento de Tony Fernández
Fernández murió en una clínica de Cleveland, Estados Unidos, donde recibía atenciones desde hacía varias semanas al agravarse sus problemas renales
La junta directiva del Club Atlético Licey expresó su tristeza por la partida del mundo terrenal de quien es considerado dueño de las paradas cortas de los azules del béisbol invernal dominicano y de las Grandes Ligas, Tony Fernández.
Fernández falleció en una clínica de Cleveland, Estados Unidos, donde recibía atenciones desde hacía varias semanas al agravarse sus problemas renales.
Al ofrecer sus condolencias a los familiares y allegados, en nombre de la organización azul su presidente, Domingo Pichardo Peña, definió a Fernández como un icono y uno de los grandes referentes en la historia del equipo y el más grande en esa posición.
Tony Fernández con el guante y con la Biblia se ganó el corazón de la afición
Falleció Tony -Cabeza- Fernández
Pichardo concedió que Fernández no solo brilló como defensor de la posición seis y como el campeón de bateo de la LIDOM que fue en la temporada 1985-86, sino que tras su retiro brindó aportes a los jóvenes talentos del equipo como instructor, así como orientador espiritual y asesor de la directiva.
Recordó que Fernández es reconocido por su profunda fe cristiana, un verdadero pastor de almas que dedicó su vida a predicar la palabra, por lo que hoy descansa en los brazos del Señor.
El nativo de San Pedro de Macorís falleció a la edad de 57 años. Vio la luz por primera vez el 30 de junio de 1962.
Firmado para el béisbol profesional por el “súper escucha” Epifanio Guerrero, Antonio (Tony-Cabeza) Fernández ganó el título de bateo de la Liga Dominicana con promedio de .364, por pegar 67 imparables en 184 turnos. Redondeó una gran campaña ese 1985-86 al anotar 28 carreras, impulsó 19 y se estafó 24 bases.
Fue campeón con el Licey en las estaciones de 1982-83 y 1984-85. En la final criolla ese último año fue co-líder en hits conectados (8), dobles (4) y triples (1). Por igual se coronó en 1985 con el conjunto azul en la Serie del Caribe disputada en Mazatlán, México.
Jugó por 17 años en las Mayores con Azulejos de Toronto, Padres de San Diego, Rojos de Cincinnati, Mets y Yankees de Nueva York y Cerveceros de Milwaukee.
Con los Blue Jays fue campeón de la Serie Mundial en 1993 con la que contribuyó con nueve carreras impulsadas, marca para un defensor del campo corto. Ganó cuatro Guantes de Oro seguidos entre 1986 y 1989.
Cinco veces fue electo al Juego de las Estrellas, tuvo una temporada de 213 hits y culminó con apreciable promedio en bateo por vida de .288. Su condición de fino bateador lo reflejó en ocho postemporadas de Grandes Liga al promediar un alto .327 en 150 turnos.
Por su trayectoria en la pelota invernal autóctona y en Grandes Ligas, Tony Fernández fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el ceremonial de 2007.
En 12 campañas con la franquicia de Toronto, dejó los liderazgos en partidos jugados (1,450), en hits conectados (1,583), triples (72) y firmó un promedio de bateo de .297. Por tal trayectoria, en Canadá se le concedió el 23 de septiembre de 2001 el Premio Nivel de Excelencia. Su nombre y el número 1 que vistió están expuestos en el balcón del nivel 500 del Rogers Centre, el estadio de los Jays, en Toronto.