Ligas del Caribe negocian acuerdo de trabajo con MLB ajustado al COVID-19

Las ligas del Caribe y Pacífico mexicano trabajan con un enorme colchón de tiempo para planificar el tipo de torneo que podrían montar la próxima campaña, pero tienen por delante un montón de capítulos burocráticos por resolver antes de comenzar a vender sus torneos en tiempo de COVID-19.

El que de momento está tan sereno como las calles dominicanas a partir de las 5:00 PM es el Winter League Agreement (WLA), el acuerdo que establece la relación de los circuitos otoño-invernales con la Major League Baseball, un compendio de 59 páginas que equipos y ligas deben memorizar para realizar el mínimo movimiento.

El WLA quinquenal más reciente finalizó en 2019, pero en lugar de renovarlo por cinco años se prorrogó por uno, que ya expiró.

Juan Francisco Puello Herrera, presidente de la Confederación de Béisbol del Caribe, se muestra optimista en que esta vez no habrá el trauma de 2014, cuando fue en agosto que se pudo rubricar el pacto. Las conversaciones van avanzadas con Jorge Pérez-Díaz, vicepresidente Internacional de la MLB.

“El convenio, entiendo, se mantiene todavía. Tenemos que discutir el nuevo, pero estamos en un proceso de negociaciones, hemos estado en conversaciones. Por el momento discutimos, todavía no tenemos algo fijo, pero estamos en sintonía con ellos conforme al convenio que tenemos ahora mismo”, dijo Puello Herrera a DL.

Hay fisuras que requieren coserse, pero Puello Herrara prefirió reservarlas para no interferir en las negociaciones. “No creo que haya puntos complicados, no creo que sea algo traumático, ni mucho menos”.

Es un pacto que manda por escrito desde colocar la bandera nacional de cada país en un lugar visible del estadio hasta sugerir un parqueo en el recinto por cada tres butacas, o una casetilla de boletas por cada 1,500 sillas hasta la fecha cuando se puede comenzar a negociar con un jugador.

La fatiga extrema

Pero el punto por el que cada octubre se recuerda el WLA es por el capítulo de fatiga extrema, ese que establece el número de turnos y entradas trabajadas en el verano que sacan de forma automática por la serie regular a los jugadores que superen los umbrales establecidos.

Este verano promete una interpretación tan especial como el momento que vive el planeta. Un lanzador Grandes Ligas o AAA protegido en roster de 40 que supere las 160 entradas queda excluido (si su equipo así lo quiere de trabajar en invierno), una carga que baja a 140 en AA y 130 en A. Con los no protegidos sube a 155 para los AA. Igual si aparece 60 choques en liga grande, 55 en AAA y A y 45 en AA.

Con los bateadores el umbral se fija en 552 apariciones en el plato a los bigleaguers y 550 a los AAA, AA y A. Los receptores quedan excluidos si superan las 600 entradas de trabajo en el Big Show y las 700 en ligas menores.

Un nuevo WLA requeriría de establecer los parámetros para aplicar en un año especial. A la fecha es una incertidumbre que se disputen las ligas menores.

¿Sojo en el Licey?

El ex Grandes Ligas venezolano Luis Sojo figura entre los finalistas para dirigir al Licey la próxima temporada, además del puertorriqueño Ramón Vásquez, de acuerdo con lo revelado por el gerente azul Junior Noboa al programa radial Grandes en los Deportes.

Sojo es ejecutivo del equipo Astronautas de Chiriquí, que debutó el torneo pasado con título en la liga panameña, donde fungió como gerente y cabeza del grupo de inversionistas bolivarianos propietario del club.

¿Permitiría la Confederación que un accionista de un equipo dirija en otra?

“Yo no creo que Luis Sojo sea dueño de un equipo en Panamá. ¡Nooo!, no lo creo”, dijo Puello Herrera. “Lo pondría en dudas aunque pudiera ser verdad, él está ligado a un equipo”.

La Confederación no tiene una posición fijada y entiende que tendría que consultarse con los presidentes de ligas para saber si hay conflictos de intereses.

Nathanael Pérez Neró

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Licenciado en Comunicación Social egresado de la universidad O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde 2001.