Acuña Jr.: “Se siente increíble que te comparen con superestrellas”
Ronald Acuña Jr. estaba fascinado por incorporarse a un club sumamente exclusivo. Pero dijo que le emociona más la oportunidad de festejar adecuadamente un título divisional.
El prodigio venezolano se convirtió en el segundo pelotero más joven en la historia de las Grandes Ligas que batea 40 jonrones en una temporada, Freddie Freeman remolcó un par de carreras y los Bravos de Atlanta aseguraron al menos de que finalizarán la temporada empatados en el primer lugar en la División Este de la Liga Nacional, al superar el jueves por 5-4 a los Filis de Filadelfia.
“Eso es lo más emocionante en este momento, lo que todos buscábamos”, dijo Acuña, de 21 años, acerca de la inminente conquista del cetro divisional. “Eso es lo que buscamos, pienso que todos nosotros tenemos que salir con esa misma energía, con el mismo entusiasmo, conseguir ese triunfo y ojalá que podamos celebrar. Es algo que todos esperamos”.
Con ocho juegos por disputar en la temporada regular, un segundo cetro de división consecutivo parece ser un mero formalismo para los Bravos. Mantienen una ventaja 9 juegos y medio sobre los Nacionales de Washington, que han disputado tres juegos menos y tuvieron libre el jueves.
Los Bravos podrían celebrar oficialmente este viernes con una victoria ante los Gigantes de San Francisco o si Washington pierde en Miami.
Y en esta ocasión, Acuña podría participar en el brindis.
“El año pasado no me querían dejar tomar porque era menor de edad, pero este año tengo la oportunidad y estoy más emocionado que todo el mundo”, dijo el jardinero de La Guaira con una gran sonrisa.
Acuña quedó encandilado con su histórico jonrón. Lo despachó 432 pies, hasta el segundo nivel del SunTrust Park, quedándose parado en el plato para admirar el vuelo de la pelota ante Aaron Nola antes de soltar el bate y hacer un lento recorrido por las bases.
Mel Ott, quien tenía 20 años cuando sonó 42 jonrones para los Gigantes de San Francisco en 1940, es el único jugador más joven que Acuña con una temporada de 40 cuadrangulares. Eddie Mathews también tenía 21 años, pero dos meses más que Acuña cuando disparó 47 para los Bravos de Milwaukee en 1953.
Tanto Ott como Mathews están en el Salón de la Fama del Béisbol.
“Se siente increíble que te comparen con superestrellas y miembros del Salón de la Fama como ellos, especialmente cuando eres tan joven. ¡Guau!”, manifestó Acuña, quien necesita robar tres bases más para alcanzar otro hito.
Acumula 37 en su intento por convertirse en el quinto jugador con un 40-40 en la historia, siguiendo los pasos de José Canseco (1988), Barry Bonds (1996), Alex Rodríguez (1998) y Alfonso Soriano (2006).
“Sólo otros cuatro peloteros han logrado eso, con toda la gente que ha jugado en las mayores durante tantos años”, resaltó Acuña. “Eso sería increíble”.
Desde que había logrado su 39no bambinazo, Acuña no había conseguido otro en cinco juegos.
“Ahora podría relajarse y batear más”, consideró el manager Brian Snitker. “Es un logro increíble en esta etapa de su carrera.
Después de que el cuadrangular de Acuña dio la ventaja a los Bravos, Filadelfia igualó en el quinto episodio. Adam Haseley disparó un doble productor al jardín derecho frente a Mike Soroka, avanzó a la antesala con un sencillo de Nola y anotó gracias a una roleta en que fue retirado el venezolano César Hernández.
Pero Freeman devolvió la delantera a los Bravos en la parte baja. Con un out, pegó un sencillo al bosque derecho ante Nola (12-6), para que anotaran Matt Joyce y Acuña.
Joyce comenzó la entrada con un sencillo como emergente, en lugar de Soroka (13-4), quien fue relevado tras 88 lanzamientos, en una de sus últimas actuaciones antes de los playoffs.
Por los Filis, el venezolano César Hernández de 5-3, una impulsada. El dominicano Jean Segura de 3-1, una remolcada.
Por los Bravos, los venezolanos Ronald Acuña Jr. de 3-1, dos anotadas y dos impulsadas; Rafael Ortega de 3-1; y Francisco Cervelli de 1-0.