Familia de un cotizado prospecto demanda a la DPL y sus directivos
Los padres de Camilo Díaz alegan que fueron engañados con un contrato de representación
Ulises Cabrera, el agente de peloteros como Julio Rodríguez, Carlos Santana y Framber Valdez, negociaba la firma del prospecto Camilo Díaz, una de las joyas a ser reclutadas el próximo mes, con Astros y Cardenales como los principales postores, al punto de lograr en 2019 un preacuerdo con los actuales campeones de la Serie Mundial.
Sin embargo, como pudo comprobar Diario Libre al escuchar audios de conversaciones entre la madre del adolescente y su entrenador, en un punto la relación se rompió y el preparador del atleta tomó el control de las conversaciones.
Ahora, los padres de Díaz han demandado a nivel penal a Cabrera y a la cúpula directiva de la Dominican Prospect League (DPL) que él lidera, un proceso que puede aniquilar la plataforma de desarrollo creada en 2009 y por donde han pasado figuras como Juan Soto, José Ramírez, Adalberto Mondesí, Vladimir Guerrero Jr., y Fernando Tatis Jr.
La querella los acusa de asociarse para cometer delitos de extorsión, intimidación y asociación de malhechores contra Díaz y piden 10 años de reclusión menor, al pago de las costas procesales y la suspensión de la DPL, que opera como una organización sin fines de lucro.
Eulalio Díaz Batista y Ramona Torres Trinidad, padre y madre de Camilo, demandaron a Cabrera, Brian Mejía y Roberto Morales ante la Fiscalía del Distrito Nacional, de acuerdo a una copia de la querella a la que tuvo acceso Diario Libre, depositada el 10 de noviembre. No parece una acusación frívola, se trata de un expediente bien documentado en 120 páginas.
Los argumentos
Los padres del menor alegan en la querella que conocieron a Cabrera el 25 de junio de 2019 en las instalaciones del Consulado de los Estados Unidos, donde este, “aprovechándose del desconocimiento literario, la inocencia y la confianza puesta por los querellantes”, al pedirle las firmas del permiso de viaje del menor para una gira en Miami y ocultó un contrato de representación que ellos hoy aseguran desconocían y que “nunca hubiesen firmado”.
Dicen que “sustrajo de manera astuta y fraudulenta las firmas de los querellantes sin estos darse cuenta de lo que estaban firmando”.
El contrato firmado establece un desembolso del 10% del bono que Díaz firme para la DPL, una plataforma donde los prospectos se exhiben ante los escuchas en el país y en los Estados Unidos. Los demandantes dicen nunca haber tenido relación de negocios con la DPL, constituida como una fundación ante las leyes dominicanas.
Los querellantes aseguran haberse visto obligado a recurrir ante los tribunales por las afecciones morales, sociales y psicológicas que padecen, “producto de la impotencia que han sentido frente al abuso que está cometiendo el imputado (Cabrera)”. Dicen que Díaz ha estado bajo las consultas y supervisión de profesionales de la salud mental.
Desde la DPL aseguran que la querella carece de argumentos sólidos y se muestran confiados en la documentación que poseen les da confianza en que los tribunales les favorecerán.
La defensa de Cabrera
Audios suministados por Cabrera a DL en agosto demuestran que por años había una fluida conversación de él con el entorno familiar de Díaz y el entrenador Wilbel Núñez en torno a las negociaciones del bono por US$2,250,000 con los Astros.
Cabrera alegaba que los Cardenales ofrecía un monto mayor por el fichaje del jugador y cuestionaba la forma en cómo se estaba negociado a su espalda, un caso donde habrían entrado en el escenario otros jugadores dentro de un combo que éñ no apoyaba.
Cabrera notificó a los familiares del prospecto en agosto, por acto de alguacil, que deben pagarle el 10% establecido en el contrato y otro 15% como penalidad, que ascendería a US$562,500. Una notificación que también llegó a la oficina de la MLB en el país y al sindicato de peloteros, a los que exigió intervenir.