Franmy Peña, el lanzador que fue gran parte del éxito de Julio Rodríguez en el Home Run Derby
Lo conoce desde que era un niño en Santiago
El festival de cuadrangulares celebrado el pasado mes de julio en la ciudad de Los Ángeles, California, podría ser resumido como una exhibición del talento dominicano en materia de béisbol.
Desde que se dio a conocer que cuatro de los ocho participantes serían quisqueyanos, las expectativas eran elevadas. Sin embargo, pocos esperaban el histórico desempeño que tuvo Julio Rodríguez, no por ser un jugador incapaz de montar semejante espectáculo, sino porque lo que realizó simplemente superó los registros estadísticos históricos del evento.
Rodríguez fletó 32 vuelacercas en la primera ronda y 31 en la semifinal, convirtiéndose así en el primer jugador que culmina dos rondas con al menos 30 jonrones en una edición del evento en su historia.
Sus 81 jonrones son la segunda mayor cantidad en la historia, sólo detrás de Vladimir Guerrero Jr. en 2019.
El Home Run Derby se realiza desde 1985 y sólo en cuatro ocasiones un pelotero había conectado 30 o más cuadrangulares en una ronda.
Pese a no haber resultado campeón del evento, Rodríguez fue el centro de atención durante la mayoría del tiempo de transmisión de la competición.
Siendo el béisbol una disciplina de oposición directa, el batazo que conecta un jugador no es más que la reacción a un lanzamiento y éste influye en el resultado de la pelota bateada. La ubicación, tipo de lanzamiento y el ritmo con el cual el bateador recibe cada pitcheo es crucial, además de las habilidades del jugador para tener un buen desempeño.
Esto nos lleva a Franmy Peña, un ex jugador de ligas menores con los Rockies de Colorado y Cerveceros de Milwaukee que fue el lanzador seleccionado por Julio Rodríguez para su participación en el Festival de Cuadrangulares.
Peña nació en Santiago de los Caballeros el 8 de junio de 1992, vivió sus primeros años en El Embrujo y luego se mudó a Tamboril.
Fue firmado por Jonathan Leyba para los Rockies de Colorado en 2009, en esa organización se desempeñó por tres temporadas como inicialista, antesalista y receptor en la Dominican Summer League y en la Pioneer League, nivel más alto que alcanzó.
Peña fue compañero de peloteros que aún están activos en grandes ligas como Carlos Estévez, Joel Payamps, Antonio Senzatela y Raimel Tapia, entre otros.
El 2012 fue la temporada donde más lejos llegó, siendo promovido a Grand Junction, sucursal de Rookie League de los Rockies de Colorado donde incluso tuvo la oportunidad de compartir equipo durante unos días con Todd Helton, estelar primera base miembro del Salón de la Fama del equipo.
“El día que Todd Helton debutó, el play se quería caer, ahí había gente hasta parada. Mientras jugué pelota ese fue el día que más gente vi en un estadio, y ahora en el Home Run Derby”, expresó Franmy, a quién Helton le firmó una pelota y tuvo el gesto de tomarse una foto con él.
En febrero del 2013 los Rockies lo dejaron en libertad, casi cuatro años después de haber sido firmado.
Con una lesión en una pierna y desempleado, Peña enfrentaba la incertidumbre de cientos de peloteros dominicanos en las ligas menores, pero el decidió salir de su zona de confort y decidió aventurar como lanzador.
Se desempeñó como cerrador en el torneo amateur de Santiago de los Caballeros y eventualmente tomó algunos turnos en la caja de bateadores.
Un hombre el cual Peña no recuerda su nombre, pero que trabajaba para los Padres de San Diego le dijo que se pusiera a practicar como catcher que la organización lo podía firmar, escuchó el consejo de aquel señor y volvió a practicar como receptor, luego de un año sin hacerlo y su trabajo provocó que regresara a las ligas menores, pero no con San Diego, sino con los Cerveceros de Milwaukee.
Peña jugó la temporada 2013 en la Dominican Summer League con el equipo afiliado de los Cerveceros y luego fue nuevamente puesto en libertad, marcando así su despedida del béisbol como pelotero profesional.
“Cuando vi que me entregaron la carta de “release” por segunda vez, ya me di cuenta que ya estaba bueno de estar en pelota, la lesión de la rodilla con la que lidié por un año me volvió a afectar y casi no pude jugar en esa última temporada, no quería pasar mi vida yendo de médico a médico y hay que buscar otra cosa que hacer lamentablemente”, expresó Peña.
Su transición de pelotero a scout y entrenador
“Mi padre tiene una liga de béisbol aquí en Santiago desde el año 2000. En el 2014, ya retirado del béisbol, iba a la liga a ayudar a mi papá con esos jóvenes entre 14-16 años, pero en realidad no pensaba quedarme en ese mundo, quería viajar a Estados Unidos a trabajar. Tenía un trabajo, creo que era en Connecticut, con un amigo de mi papá como entrenador. Pero no se dio en el momento y me desencanté un poco de eso. Milwaukee me deja libre, no se dio lo del trabajo y ya estaba pensando en hacer otra cosa fuera del béisbol, no sabía qué, pero ya estaba pensando dejar eso”, comenta Franmy.
“Mi papá me decía que no me desesperara y después, con Dios, nos metimos en este mundo. Si no hubiera sido por la academia de mi padre, hubiera sido más difícil iniciarme en el mundo del scouteo. Mi papá, Juan Francisco Peña, pero lo conocen como Quico Peña, ha sido la persona que más ha influido en mi desarrollo como profesional”, expresó Peña. “De la misma Dominican Prospect League aprendí bastante, los eventos de la DPL me ayudaron bastante, ahí conocí a muchos de los jugadores que están en grandes ligas ahora”, añadió.
La liga de béisbol del papá de Franmy se llama Bases Llenas, ubicada en Tamboril, Santiago de los Caballeros. Wandy Peralta, relevista de los Yankees de Nueva York, se destaca entre los jugadores que han pasado por la misma, también el prospecto del outfield Alexander Canario, pieza clave en el cambio que envió a Kris Bryant de los Cubs a los Giants, se formó en dicha academia.
¿Cómo Franmy Peña conoció a Julio Rodríguez?
“Fue en un evento de la Dominican Prospect League en Santiago, mi papá trabaja con ellos en el área del Cibao, de vez en cuando se organizan eventos para conocer nuevos talentos y así fue que conocí a Julio en el 2014”, relata Peña.
Peña señala que lo primero que le llamó la atención de Rodríguez fue la manera en que golpeaba la pelota a esa edad.
“El que no lo conoce y no lo ha tratado (Julio Rodríguez), se puede sorprender con su madurez. Yo tengo ocho años conociéndolo, viéndolo desde niño, aun teniendo la responsabilidad de practicar béisbol de lunes a sábados, también era bueno en sus estudios y en sus clases de inglés, esto me impactó desde el primer momento”. Agregó.
El momento cuando Julio le comunicó a Franmy que quería fuera su lanzador en el Derby
“Fue justamente una semana antes del evento que Julio me pidió que le lanzara. Su padre estaba en Santiago porque él suele venir aquí y siempre visita mi casa. Yo andaba con su padre, íbamos a un restaurante y estábamos llegando, vi la llamada de Julio y le dije “mira, aquí ando con el jefe tuyo” y él pensó que era mi papá y le dije “No, es con el tuyo, el verdadero.” y ahí empezó la conversación y me dijo “¿Tú estás ready? Que voy al Home Run Derby y necesito que me pitches, quiero saber si estás ready.” Yo me sorprendí en realidad. Me frisé por un momento, muchísimos pensamientos en la cabeza, pero después uno aterriza y empieza a organizar todo”.
Dentro de las festividades de la Competencia de Cuadrangulares muchos le preguntaron a Julio sobre Peña, maravillados con su precisión para lanzar. Julio expresó que si no fuera por Franmy él no estaría en el lugar que está en este momento, para Peña fue muy significativa la ponderación de Rodríguez sobre él: “Muchas personas me contaron eso que él dijo. Que un pelotero de su nivel diga eso sobre mí, no hay palabras para describirlo en realidad”.
“Fue muy chula la experiencia, fue mejor de lo que esperaba. Como era algo nuevo para mí, lógicamente tenía un poco de presión. Antes de ir a Los Ángeles, fui a Texas a una serie que tenían los Marineros con los Vigilantes, ahí fue que practiqué con Julio, me sentí un poco mejor, un poco más tranquilo, porque estuve viviendo ese ambiente con los Marineros, en el clubhouse, pero, en realidad, el día siguiente en el Juego de Estrellas fue que me di cuenta”, agregó Peña.
“En realidad nunca imaginé estar en ese escenario, pero no tengo una mente con límites. Si tú trabajas y estás en un mundo y tú estás haciendo las cosas bien, en cualquier momento puedes esperar cualquier cosa. Lógicamente, cuando me enteré de eso y estaba viviendo ese momento, lo que la gente escribía de mí, en el estadio la gente pidiéndome fotos, que le firmara pelotas… yo tenía desde el 2011 que no firmaba un autógrafo y dije, esto se dio a más, como dicen. Fue algo increíble”, expresó.
La importancia de un lanzador de prácticas para un pelotero
“Es súper importante. Es parte de la preparación, por eso yo viajé unos días antes a practicar con Julio y ponerlo en forma. Si te diste cuenta, había algunos lanzadores que forzaban al bateador, tirándole pitcheos muy diferentes. Mayormente el poder de uno es para la banda de uno y a veces les tiraban pitcheos afuera, que es un poco incómodo. Aunque tú tengas poder y la saques, en una competencia de cuadrangulares tú lo que quieres es un pitcheo adentro y alto para sacarla por tu banda”, concluyó.