VÍDEO | Así disfruta David Ortiz, en espera de su exaltación al Salón de la Fama
Un vídeo en las redes, muestra al Big Papi disfrutando de una pieza musical
Mientras se acercan los días de su exaltación, y a su alrededor algunos escándalos, David Ortiz “vive su vida, no la tuya”, disfrutando del baile, playas.
Faltan dos meses para que el “Big Papi” se exaltado a la inmortalidad en el Salón de la Fama de Cooperstown y mientras llega el 24 de julio, la fecha señalada, disfruta cada momento de su vida luego de haber durado 20 años en las Grandes Ligas, seis con los Mellizos de Minnesota, en su inicio y 14 con los Medias Rojas de Boston, donde finalizó la carrera que lo lleva a la inmortalidad.
Recientemente un video colgado en las redes, el ex toletero de los Boston, baila un merengue interpretado por El Prodigio, Ella me Vivía, acompañado de una “hermosa joven”, no identificada.
En ese trayecto estuvo cerca de la muerte, donde fue baleado, según sus investigaciones, en una acción ordenada por “Cesar el Abusador”, (César Emilio Peralta), quien guarda prisión fuera de la República Dominicana, vinculado al narcotráfico.
El divorcio otro de los temas en la agenda de Ortiz, que hizo público su ex compañera sentimental, Tiffany Ortiz, por medio de sus redes sociales, luego de una convivencia de 25 años.
En ese recuento también está el que a un día de ser inmortalizado como miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, la jueza del Quinto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Franchesca Pontentini, revocó el archivo de una querella en su contra, por un caso de violencia de género en perjuicio de su expareja Fary Almánzar
“La vida sigue. No se sabe lo que pasará después”, añadió al recorrer el campo en un carrito de golf para después sacarse fotos con los jugadores participantes. “Tienes que concentrarte en hacer las cosas bien y velar por la gente que te acompaña”, dijo Ortiz en una entrevista a The Associated Press durante su torneo benéfico de golf.
Ortiz es el cuarto jugador nacido en la República Dominicana, que ingresa al Salón de la Fama, uniéndose a los lanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez y a Vladimir Guerrero.