Rogers encuentra refugio en Asia tras paso por las Grandes Ligas
El derecho vuelve a la Lidom para lanzar con el club de sus amores
Después de la temporada 2017, con 31 años de edad y una carrera de 12 campañas entre cinco organizaciones de Grandes Ligas, Esmil Rogers comenzó a echar manos a las ofertas de circuitos como el surcoreano y mexicano y las últimas dos campañas se ha asentado en Taiwán, a razón de un salario de poco más de US$400,000.
Acaba de ganar su segunda corona con los Elefantes del CTBC Brothers y ya trabajan la ampliación del contrato para 2022 en un equipo que tiene como as de su rotación al villamellero José de Paula.
Una liga que ha superado los fantasmas de las apuestas que a principio de siglo le costó el veto del béisbol organizado.
Rogers, un derecho petromacorisano que debutó en la Gran Carpa en 2010 con Colorado y dos años antes ya lanzaba con el Licey, apenas se tomó dos días desde su llegada al país a la integración de un equipo del cual se considera fanático y lo hace saber dondequiera que va, donde exhibe sus indumentarias.
“Me he acostumbrado a Asia, hay tres niveles. Japón, Corea y Taiwán, pero es similar. No es Grandes Ligas, pero son ligas muy competitivas, me gusta la manera de jugar allá y como me tratan”, dijo Rogers, que en la primera etapa estuvo en el bullpen azul, pero que espera abrir juegos.
Igual que en Corea del Sur, en Taiwán el lanzador solo tiene cuatro pitcheos de calentamiento por realizar cuando sube al montículo, por lo que tienen que entrenarse entre entradas.
“Tengo hambre de subirme a otra caravana con el Licey. Por eso llegué temprano, solo descansé dos días en mi casa”, dijo Rogers, que en 78 entradas ponchó 67 bateadores con foja de 2-5 y 4.94 de efectividad.