Las necesidades de atención sanitaria en la Franja de Gaza se disparan
Más de 1,8 millones de habitantes de la Franja de Gaza se han visto desplazados de sus hogares
Más de 1,8 millones de habitantes de la Franja de Gaza se han visto desplazados de sus hogares. Muchas mujeres y niños se ven obligados a vivir hacinados en campamentos.
Sin oportunidades económicas y sin suministros sanitarios esenciales, las necesidades de atención sanitaria en la Franja se disparan.
Wahiba Muhaisen perdió a su marido y a su hija cuando Israel bombardeó su casa en el norte de Gaza. Pero apenas pudo llorararlos porque tiene que cuidar de sus otros tres hijos. Wahiba vive ahora en el campo de Al-Mawassi, en el sur de la Franja.Tras perder a su marido, Wahiba también perdió su fuente de ingresos.
"La situación económica es horrible. No sé cómo alimentar a mis hijos ni cómo conseguirles ropa de invierno y zapatos. Tenemos muchas necesidades. No disponemos de agua en este lugar. Tengo que salir a la calle. Soy viuda. Tengo que salir a buscar agua y todo lo que tenga que ver con nuestras necesidades económicas.", asegura una de las tantas mujeres que sienten que han perdido todo a causa de los bombardeos israelíes.
El pan es un alimento básico para su familia. La masa la hornea en un horno compartido al aire libre. Para Wahiba y otras mujeres de la franja de Gaza, las dificultades económicas no son el único problema.
Fuera del campamento, las mujeres de Gaza sufren una grave escasez de medicinas. Condiciones agravadas por la insalubridad de este tipo de campos. Una situación a la que se suma la escasez de productos de higiene femenina y píldoras anticonceptivas.
"Desde hace algún tiempo, las toallas sanitarias están agotadas en el mercado. Nos enfrentamos a muchos problemas. Usamos prendas de ropa para suplir estos productos y tenemos infecciones y problemas de piel. Tuvimos que comprar pañales para bebés, que todavía están disponibles, pero su precio ha subido de manera exorbitada.", comenta Wahiba.
"Nos enfrentamos a una escasez de toallas sanitarias y esto supone un gran problema. Sobre todo porque hemos empezando a ver enfermedades y alergias del aparato reproductor femenino. Unos síntomas que nunca habíamos visto con anterioridad."
La ayuda llega a Gaza muy lentamente, lo que reduce las esperanzas para que la situación mejore. Wahiba espera que la guerra termine pronto y que ella y sus hijos puedan regresar a casa.
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