El kibutz de Beeri, donde más de 100 residentes fueron asesinados por Hamás

Desde casas manchadas de sangre hasta bolsas hinchadas para cadáveres, las cicatrices de la incursión de los militantes de Hamás en las comunidades del sur de Israel permanecen mientras las tropas se concentran en la frontera con Gaza.

Una pila de cadáveres en la entrada del kibutz de Beeri, a menos de cinco kilómetros (unos tres kilómetros) de la frontera, advierte de lo que sucedió dentro de la comunidad cerrada, que fue invadida el sábado por militantes que mataron a más de 100 residentes, dijo el ejército.

"La devastación aquí es absolutamente masiva", dijo Doron Spielman, portavoz del ejército israelí.

Los montículos de escombros arrancados de las casas indican la ferocidad de la lucha del sábado entre las fuerzas israelíes y los militantes de Hamás, cuyo asalto en el sur del país dejó al menos 1,200 muertos, según las autoridades.

Afuera de una casa, había amplias manchas de sangre junto a varios cargadores de balas abandonados.

Una barbacoa volcada y una nevera junto a un montón de escombros insinuaban lo que había sido la vida de la comunidad rural.

Bolsas blancas que contienen cadáveres están listas para ser recogidas fuera de las casas, y serán llevadas para pruebas de ADN, dijo el ejército israelí.

"Es muy difícil para nosotros, todavía no sabemos quién es un rehén y quién fue asesinado", dijo Spielman.

Familias en todo Israel y en el extranjero han hecho llamamientos desesperados para obtener información sobre sus parientes desaparecidos, y se estima que alrededor de 150 personas han sido secuestradas y llevadas de vuelta a Gaza.

- Las tropas se reúnen -

Mientras decenas de milicianos se retiraban al enclave palestino, gobernado por Hamas desde 2007, Israel dijo que sus fuerzas habían matado a unos 1,500 combatientes en su propio territorio.

En Beeri y en otros lugares cerca de la frontera con Gaza, corresponsales de la AFP vieron el miércoles los cuerpos en descomposición de los militantes.

"Nuestra primera prioridad es, por supuesto, cubrir, reunir y alejar a todos los israelíes, y después de eso lo haremos por los terroristas", dijo Spielman, cuando se le preguntó sobre la pila en la entrada del kibutz.

Dos camionetas Toyota con matrículas palestinas estaban cerca de casas destruidas en Beeri, una de ellas con un arma.

A lo largo del kibutz, vehículos militares israelíes se concentraron junto con cientos de soldados.

El ejército lanzó rápidos ataques de represalia en toda la Franja de Gaza, que han destruido franjas del territorio densamente poblado.

El intenso bombardeo ha matado al menos a 1,055 personas, según médicos palestinos, e Israel ha prometido una larga batalla tras los asesinatos de Hamas.

Naciones Unidas estima que más de 260,000 personas han sido desplazadas en el enclave palestino por los ataques.

A medida que cientos de miles de reservistas eran llamados a filas para la guerra, se podían escuchar repetidamente los profundos auges del conflicto de Beeri.