La negociación de EEUU con familias migrantes continúa sin acuerdo a la vista

La negociación con el Gobierno de Estados Unidos sobre las compensaciones para cientos de familias migrantes separadas de sus hijos continúa y “no hay un acuerdo sobre la mesa”, afirmó este jueves el abogado que representa a los demandantes.

Durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021), al menos 5,500 familias que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos pidiendo asilo fueron separadas a la fuerza de sus hijos, cientos de ellos menores de cinco años.

Semanas atrás el diario The Wall Street Journal informó que las negociaciones incluían compensaciones de hasta 450,000 dólares para unas 940 familias, pero Lee Gelernt, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), se rehusó a comentar sobre esto.

Según la versión de ese diario, el supuesto acuerdo significaría que si un padre o madre fue separado de un hijo o hija, juntos podrían recibir una compensación combinada de 900,000 dólares.

“No hay un acuerdo sobre la mesa ni hay tampoco plazos”, indicó Gelernt.

El martes, en una comparecencia ante el Comité Judicial del Senado, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, bajo cuya jurisdicción operan las autoridades de inmigración, dijo que el litigio y las supuestas compensaciones están en manos del Departamento de Justicia.

Políticos republicanos en el Congreso y comentaristas conservadores han enfatizado que la posibilidad de compensaciones ha atraído a más migrantes a la frontera.

“Desde que iniciamos esta demanda nunca fue acerca de la política migratoria en general”, dijo Gelernt en una teleconferencia de prensa. “Sea lo que sea lo que cada uno piense acerca de la política en la frontera, nadie debería sentirse conforme con el arrebato de los niños”.

“Demócratas y republicanos pueden discrepar en cuanto a inmigración, pero en Estados Unidos jamás deberíamos separar a los niños de sus familias”, continuó.

Para llegar a una cifra en el monto de las compensaciones “habría que tener en cuenta el daño causado a las familias y a los niños”, abundó.

Según el abogado de ACLU, la Administración del presidente Joe Biden “está haciendo lo correcto” al considerar una compensación monetaria significativa, teniendo en cuenta que el Gobierno de Estados Unidos “abusó deliberadamente a estas familias, incluidos bebés e infantes”.

Quienes abogan por estas familias sostienen que muchos de los menores de edad arrebatados por el Gobierno sufrieron malos tratos y abusos sexuales, y aún los que han vuelto al seno de sus familias presentan consecuencias psicológicas y emocionales.

“El trauma de la separación familiar causa daños que duran toda la vida, no solo a la mente sino también al cuerpo”, señaló Kate Sugarman, médica de familia y profesora adjunta en la Facultad de Leyes de la Universidad de Georgetown, en Washingon.

“Estos niños muestran problemas de conducta persistentes y tenemos que hacer todo lo posible para atender a estas familias y sus niños”, agregó.

El Gobierno del ahora expresidente Trump inició la separación de familias en 2017 con la intención de disuadir a los migrantes que, por cientos de miles, llegaban cada mes a la frontera pidiendo asilo. La mayoría de estas familias procedían de América Central, pero también hubo casos de familias de Brasil, México, Rumania y otros países.

Esta política cesó en 2018 por decisión de tribunales en respuesta a las demandas presentadas por diversos grupos de derechos civiles y abogados de los migrantes, y ACLU encabezó un esfuerzo con el Gobierno para localizar a las familias deportadas y reunirlas con sus hijos.

Aproximadamente un millar de menores de edad continúan bajo custodia del Gobierno de Estados Unidos porque no se ha podido establecer contacto con sus familias, o porque sus familias no pueden retornar al país a recuperarlos.

El Gobierno de Biden estableció un equipo de tareas dedicado a la reunificación de las familias separadas, y este grupo ha logrado el reencuentro de más de 50 familias.