Joven de Ohio es declarada culpable de matar a su madre tras ser expulsada de la universidad

En un devastador caso que ha conmocionado a la comunidad de Akron, Ohio, una joven de 23 años, Sydney Powell, ha sido encontrada culpable de asesinato, agresión agravada y alteración de pruebas en relación con la trágica muerte de su madre, Brenda Powell, de 50 años, quien trabajaba en el campo de la salud. El espeluznante incidente tuvo lugar en marzo de 2020 y ha dejado una marca indeleble en la ciudad.

Los detalles del crimen son impactantes. Sydney Powell, una exestudiante de la Universidad Mount Union, atacó a su madre con una sartén de hierro antes de apuñalarla casi 30 veces en el cuello. El terrible acto de violencia ocurrió mientras Brenda estaba al teléfono con funcionarios de la escuela de su hija, quienes le habían comunicado la expulsión de Sydney.

Durante el juicio, la defensa argumentó que Sydney sufría de esquizofrenia en el momento del crimen, lo que la hacía no ser responsable de sus acciones. Según los expertos en defensa, Sydney había experimentado una ruptura psicótica en el momento del ataque, ya que consideraba a su madre como su mejor amiga.

Sin embargo, los fiscales presentaron un argumento diferente. La psicóloga contratada por la fiscalía, Sylvia O'Bradovich, no estuvo de acuerdo con el diagnóstico de esquizofrenia y afirmó que Sydney no cumplía con la definición legal de locura en el momento del crimen. Aunque reconoció los problemas de salud mental de Sydney, incluyendo rasgos de trastorno límite de la personalidad, simulación y un trastorno de ansiedad, sostuvo que el ataque fue intencional y planificado.

El padre de Sydney, Steven Powell, y la abuela materna, Betsy Brown, habían intentado llegar a un acuerdo sin juicio con los fiscales, pero la fiscalía insistió en que un jurado decidiera el destino de Sydney.

La sentencia de Sydney Powell está programada para el 28 de septiembre, y podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua, con posibilidad de libertad condicional después de 15 años, además de tiempo adicional por la condena de alteración de pruebas. La comunidad de Akron aún se recupera de este trágico suceso que ha dejado cicatrices imborrables en la vida de todos los involucrados.