Robert Ballard, el hombre que encontró el Titanic 73 años después de hundirse

Los sueños inagotables de Robert Ballard, el hombre que encontró el Titanic

En 1977, Ballard realizó su primer intento de localizar el barco, pero la misión se vio frustrada por un problema técnico. (Fuente externa)

Después de una distinguida carrera de más de seis décadas y más de 150 expediciones submarinas, el renombrado oceanógrafo Robert Ballard es conocido como "el hombre que encontró el Titanic".

En sus memorias, tituladas "Hacia lo Profundo", Ballard comparte sus experiencias y reflexiones en una carrera fascinante, mientras revela algunos momentos personales cruciales, como la trágica pérdida de su hijo. El libro, escrito en colaboración con el periodista de investigación Christopher Drew del diario The New York Times, se publicó en mayo de 2021.

Desde temprana edad, Ballard sintió una fascinación por los océanos. A los 12 años, quedó cautivado por la novela clásica de Julio Verne, "Veinte mil leguas de viaje submarino", y soñaba con ser el Capitán Nemo. Aunque era disléxico y aprendía de manera diferente, Ballard siguió su pasión y obtuvo títulos en química, geología y un máster en geofísica.

En 1965, después de unirse a la Marina de los Estados Unidos, Ballard se unió al Grupo de Inmersión Profunda de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, donde contribuyó al desarrollo del sumergible Alvin. Durante la década de 1970, exploró los océanos a bordo del Alvin, llegando a profundidades de 2,750 metros y participando en descubrimientos como los respiraderos térmicos en la Falla de Galápagos.

Pero el desafío más grande y emocionante llegó cuando Ballard se embarcó en la búsqueda del Titanic, el legendario transatlántico británico que se hundió en el Atlántico Norte en 1912. Aunque al principio no era un ferviente seguidor del Titanic, Ballard se obsesionó con encontrar los restos del naufragio después de presenciar varios intentos fallidos de otros exploradores.

En 1977, Ballard realizó su primer intento de localizar el barco, pero la misión se vio frustrada por un problema técnico. Después de regresar, Ballard desarrolló robots submarinos para explorar el fondo del océano y recolectar imágenes e información. Finalmente, en 1985, utilizando el vehículo submarino a control remoto llamado Argo, Ballard y su equipo encontraron el Titanic a una profundidad de 3,800 metros.

El descubrimiento del Titanic tuvo un impacto profundo en Ballard. Aunque inicialmente estaba emocionado, pronto se vio abrumado por la magnitud de la tragedia y la pérdida de más de 1,500 vidas. La experiencia le hizo reflexionar sobre la manía y la comercialización que rodeaban al naufragio y cómo eso deshonraba a las víctimas y su memoria.

Ahora, Ballard está listo para nuevos desafíos y sueños por cumplir.

El sitio informativo de la comunidad dominicana global.